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Amy Tan en «¿Dónde se esconde la creatividad?» – Charla TED2008

Charla «Amy Tan en «¿Dónde se esconde la creatividad?»» de TED2008 en español.

La novelista Amy Tan profundiza en el proceso creativo, en busca de indicios de cómo evolucionó el suyo.

  • Autor/a de la charla: Amy Tan
  • Fecha de grabación: 2008-02-02
  • Fecha de publicación: 2008-04-22
  • Duración de «Amy Tan en «¿Dónde se esconde la creatividad?»»: 1372 segundos

 

Traducción de «Amy Tan en «¿Dónde se esconde la creatividad?»» en español.

El valor de la nada: algo aparece de la nada.

Se trata de un ensayo que escribí cuando tenía 11 años de edad y obtuve una B+.


(Risas)

¿De qué voy a hablar?

: de algo que viene de la nada y de cómo lo creamos.

Y voy a tratar de hacerlo, dentro de los 18 minutos de tiempo que se nos permite estar aquí, y siguiendo los mandamientos de TED: esto es, en realidad, algo que lleva a una experiencia cercana a la muerte, aunque la cercanía de la muerte es buena para la creatividad.


(Risas)
OK.

Por eso, también quiero explicar, porque Dave Eggers dijo que iba a interrumpirme si decía alguna mentira, o que no fuese verdad para la creatividad universal.

Así que he hecho esto para la mitad de la audiencia, que es científica.

Cuando diga nosotros, no me refiero a ustedes, necesariamente; Me refiero a mí, y a mi cerebro derecho y al izquierdo, y a lo que hay enmedio, que es el censor que me dice que lo que digo no es correcto.

Y voy a hacer eso también mirando a lo que creo que es parte de mi proceso creativo, que incluye una serie de cosas que me ocurren, la nada empieza incluso antes, en el momento en que estoy creando algo nuevo.

Y que incluye naturaleza, y crianza, y a lo que yo me refiero como pesadillas.

En lo natural, nos fijamos en si estamos o no innatamente dotados para algo, tal vez en nuestro cerebro, algunos cromosomas anormales que causan ese efecto similar a una musa y algunas personas dirán que nacimos con ello en cierto sentido, y otras, como mi madre, dirán que recibí mi material de vidas pasadas.

Algunas personas dicen también que la creatividad puede estar en función de algún que otro capricho neurológico síndrome de Van Gogh – que tiene un poco de, psicosis, o depresión.

Y alguien a quien leí recientemente, dijo que Van Gogh no fue necesariamente psicótico, que podría haber tenido convulsiones del lóbulo temporal, y que podrían haber causado su impulso de creatividad, y no sé – supongo que tenía algo en parte de su cerebro.

Les diré que yo realmente sufrí hace años, convulsiones del lóbulo temporal, Duraron el tiempo en que escribí mi último libro, y algunas personas dicen que ese libro es muy diferente.

Creo que parte de esto empieza con una crisis de identidad: ya saben,

¿quién soy yo?

,

¿por qué soy esta persona en particular?

¿Por qué no soy negra como los demás?

Puedes tener unas habilidades, pero puede que no sean habilidades que permiten la creatividad.

Yo solía dibujar.

Pensé ser una artista Dibujé un caniche miniatura.

No estaba mal, pero no era muy creativo.

Porque lo que hice fue representarlo de una sola forma.

Y creo que probablemente estaba copiado de un libro.

Así que no era muy brillante en un área en que quería serlo, y una lo sabe, lo ve en los resultados, y eso sin ser malos, pero realmente no predecían lo que un día haría: vivir creando ingeniosas composiciones de palabras.

Además, uno de los principios de la creatividad es tener un pequeño trauma infantil.

Y yo he tenido el tipo de trauma que creo que mucha gente ha tenido, y es que tuve muchas expectativas puestas en mí.

Esa figura de ahí, por cierto, es un juguete que me dieron cuando tenía nueve años, para que me ayudase a ser médico desde una edad muy temprana.

Hubo otros que duraron más: desde los cinco años hasta los 15, se suponía que ese sería mi futuro trabajo, y eso causó una sensación de fracaso.

Hubo sin embargo algo muy real en mi vida que sucedió cuando tenía unos 14 años.

Y es que descubrieron que mi hermano, en 1967, y luego mi padre, seis meses después, tenían tumores cerebrales.

Y mi madre creyó que tenía que haber un error, y que ella iba a encontrar el error.

Y que ella iba a solucionarlo.

Mi padre era un pastor Baptista, y creía en los milagros, y que la voluntad de Dios se ocuparía de ello.

Pero, por supuesto, acabó muriendo, seis meses después.

Después de eso, mi madre creyó que fue el destino, o una maldición quiso buscar a través del universo todas las posibles razones de lo que había ocurrido.

Todas, excepto el azar.

Ella no creía en el azar.

Había una razón para todo.

Y una de las razones, pensó, era que su madre, que había muerto cuando ella era muy joven, estaba enfadada con ella.

Y así que tuve esta idea de la muerte a mi alrededor porque mi madre también creía que yo sería la próxima, y ella la siguiente Y cuando una se enfrenta a la perspectiva de morir muy pronto, comienza a pensar mucho acerca de todo.

Una se hace muy creativa, como instinto de supervivencia.

Y esto, entonces, me llevó a mis grandes preguntas.

Que son las mismas que me hago hoy.

Y son:

¿Por qué suceden las cosas, y cómo suceden las cosas?

Y una que mi madre preguntaba:

¿Cómo puedo hacer que las cosas sucedan?

Hay una maravillosa forma de ver estas cuestiones, cuando se escribe una historia.

Porque después de todo, en ese espacio, entre la página 1 y la 300, tienes que responder a esta pregunta de porqué y cómo suceden las cosas, en qué orden suceden.

¿Cuáles son las influencias?

¿Cómo puedo yo, como narradora, como escritora, influir en ello?

Y esto es también algo que creo que muchos de nuestros científicos se preguntan.

Es una especie de cosmología, y yo he desarrollado una cosmología de mi propio universo, como creadora de ese universo.

Y ya ven, hay muchas idas y vueltas para conseguir que esto suceda, para intentar comprenderlo Años y años, muchas veces.

Así que cuando miro a la creatividad, creo que es también este sentido o esta incapacidad para reprimir mi mirada asociándola a prácticamente cualquier cosa en mi vida.

Y tengo un montón de ellas en lo que ha pasado a lo largo de esta conferencia, en casi a todo lo que ha estado sucediendo.

Así que voy a usar, como metáfora, esta asociación: la mecánica cuántica, que no acabo de entender, pero que sin embargo voy a usar como proceso para explicar cómo es la metáfora.

Así, en la mecánica cuántica, por supuesto, usted tiene energía oscura y materia oscura.

Y es lo mismo en el estudio de estas cuestiones y de cómo suceden.

Hay mucho que se desconoce, y a menudo no se sabe qué es, salvo por su ausencia.

Pero cuando se hacen esas asociaciones, se desea que se reúnan en una especie de sinergía en la historia, y aquello que se encuentra es lo que importa.

El significado.

Y eso es lo que busco en mi trabajo, un significado personal.

También está el principio de la incertidumbre, parte de la mecánica cuántica, tal como yo lo entiendo.


(Risas)
Y esto ocurre constantemente en la escritura.

Existe el terrible y temido efecto observador, en el cual se está buscando algo, y ya saben, las cosas suceden simultáneamente, y se ven de formas diferentes, y se intenta encontrar la relación.

o

¿de qué va esta historia?

Y si se intenta demasiado entonces sólo conseguirán escribir «acerca de…» pero no descubrirán nada de lo que se supone que iban a encontrar, lo que esperaban encontrar, como por serendipia, ya no está allí.

Ahora, no quiero olvidar la otra cara de lo que pasa en nuestro universo como muchos de nuestros científicos hacen Y por eso voy a lanzar la teoría de las cuerdas y decir simplemente que las personas creativas son multidimensionales, y hay once niveles, pienso, de ansiedad
(Risas)
y todos ellos trabajan al mismo tiempo.

También hay una gran pregunta sobre la ambigüedad.

Y enlazaría esto con algo llamado la constante cosmológica.

No sabes lo que está funcionando, pero algo está funcionando allí.

Y la ambigüedad, para mí, es muy incómoda en mi vida, y la tengo.

Ambigüedad moral.

Está constantemente allí.

Y sólo como ejemplo, esto es algo que encontré hace poco.

Es algo que leí en un editorial de una mujer que hablaba sobre la guerra en Irak.

Y ella decía, «salva a un hombre de ahogarse, y serás responsable de él de por vida».

Es un famoso proverbio chino, decía y ese es el significado de porqué fuimos a Irak, por qué debemos quedarnos allí hasta solucionar las cosas.

Ya saben, puede que incluso hasta 100 años.

Hay otra frase que encontré y es «salva a los peces de ahogarse» y eso es lo que los pescadores budistas dicen porque se supone que no pueden matar nada.

y también tienen que ganarse la vida, y la gente necesita alimentarse.

Así que su modo de racionalizar es que salvan a los peces de ahogarse, y desafortunadamente en el proceso, los peces mueren.

Bueno, lo que resume estas dos metáforas sobre ahogarse en realidad, una de ellas es la interpretación de mi madre, de ese famoso proverbio chino que ella me contó: «salva a un hombre de ahogarse, y serás responsable de él de por vida».

Era este aviso: no te metas en los asuntos de los otros o te quedarás enganchado.

Bien.

Y creo que si alguien se estuviese ahogando, ella lo salvaría.

Pero ambos refranes, salvar un pez de ahogarse, o salvar a un hombre de ahogarse, para mí tienen que ver con intenciones.

Todos nosotros en la vida, viendo una situación, damos una respuesta.

Y entonces tenemos unas intenciones.

Hay ambigüedad sobre lo que debería ser y lo que deberíamos hacer, y entonces hacemos algo.

Y los resultados de eso puede que no coincidan con nuestras intenciones.

Puede que nos equivoquemos.

Y después,

¿cuáles son nuestras responsabilidades?

¿Qué se supone que hemos de hacer?

¿Pasamos por la vida, o hacemos algo más y justificamos y decimos, bueno, mis intenciones eran buenas, y, por tanto, no puedo ser responsable de todo?

Esa es la ambigüedad en mi vida que me molestaba y me llevó a escribir un libro llamado «Salvando peces de ahogarse» Veo ejemplos de eso, una vez identificada la cuestión.

Está por todas partes.

Hay huellas en todas partes.

Y entonces, de algún modo, supe que siempre habían estado allí.

Y al escribir, es lo que me pasa.

Encuentro huellas, pistas me doy cuenta que son obvias y que, sin embargo, no lo habían sido.

Lo que necesito, en efecto, es un foco.

Y cuando tengo la pregunta, es como un foco.

Todas esas cosas que parecen deshechos flotantes en la vida, atraviesan esa pregunta, y de repente esas cosas en concreto se vuelven relevantes.

Y parece como si estuviera pasando todo el tiempo.

Piensas que hay algún tipo de coincidencia en marcha, una serendipia, en la que consigues toda esta ayuda del universo.

Y puede explicarse también porque ahora tienes un foco.

Y te das cuenta más a menudo.

Pero aplicas esto.

Empiezas a mirar las cosas que se relacionan con tus tensiones.

Tu hermano, que tiene problemas,

¿te preocupas por él?

¿Por qué sí o por qué no?

Puede que sea algo quizá más serio como los derechos humanos en Birmania.

Estuve pensando que no debería ir porque alguien dijo que si lo hacía, mostraría que aprobaba el régimen militar allí.

Y entonces, al cabo de un rato, tuve que preguntarme,

¿por qué aceptamos los conocimientos?

¿por qué asumimos…

lo que otras personas nos dicen?

Y era lo mismo que sentía cuando estaba creciendo, y escuchaba esas normas de conducta moral a mi padre, que era un pastor baptista Así que decidí que iría a Birmania por mis propias intenciones, y todavía no sabía que si iba allí, ni qué consecuencias podría tener si escribía un libro sólo tendría que enfrentarme a eso después, llegado el momento.

Todos nos preocupamos de cosas que vemos en el mundo de las que somos conscientes.

Llegamos a ese punto y decimos,

¿qué debo hacer como individuo?

No todos nosotros podemos ir a África, o trabajar en hospitales, así que,

¿qué hacer ante esa respuesta moral, ese sentimiento?

Además, creo que una de las cosas más grandes que observamos, y de las que hablamos hoy, es el genocidio.

Esto nos lleva a esta pregunta, cuando observo todas estas cosas que son ambiguas moralmente e incómodas, y pienso sobre cuales deberían ser mis intenciones, me remonto a las preguntas sobre mi identidad que me hacía cuando era niña:

¿por qué estoy aquí?

¿cuál es el significado de mi vida?

y

¿cuál es mi lugar en el universo?

Parece obvio, pero no lo es.

Todos odiamos la ambigüedad moral en cierto sentido, y, sin embargo, es absolutamente necesaria.

Escribir una historia, ese es el lugar donde yo empiezo.

A veces tengo la ayuda del universo, parece.

Mi madre diría que es el espíritu de mi abuela desde mi primer libro, porque parecía que supiera cosas que se suponía que no sé.

En lugar de escribir que la abuela murió accidentalmente, de una sobredosis de opio mientras pasaba un buen rato, en realidad anoté en la historia que la mujer se suicidó, y eso es en realidad lo que ocurrió.

Y mi madre decidió que esa información debía venir de mi abuela.

Hay también cosas, bastante extrañas, que me proporcionan información, que me ayudan en la redacción de un libro.

En una ocasión, estaba escribiendo una historia que incluía algún tipo de detalle, un periodo de la historia, cierto lugar.

Y tenía que encontrar algo que históricamente coincidiera con eso.

Y aproveché este libro, y yo en la primera página que abrí estaba exactamente la situación y el periodo de tiempo.

Y el tipo de personaje que necesitaba era la rebelión de Taiping, que tuvo lugar en la zona cercana a Qualin, fuera de ella, y un personaje que pensaba que era el hijo de Dios.

Pueden preguntarse,

¿estas cosas suceden oportunamente por azar?

Y bien,

¿qué es el azar?

¿qué es la oportunidad?

¿qué es la suerte?

¿Cuáles son las cosas que obtienes de un universo que no puedes explicar?

Y eso entra también en la historia.

Estas son las cosas en las que pienso constantemente día a día.

Especialmente cuando suceden cosas buenas, y en particular, cuando suceden cosas malas.

Pero pienso que hay una especie de serendipia, y quiero saber lo que son esos elementos, para poder agradecerles, y también para intentar encontrarlos en mi vida.

Porque de nuevo, creo que cuanto más consciente soy de ellos, más suceden.

Otro hallazgo oportuno ocurrió cuando fui a un lugar sólo estaba con unos amigos y viajamos por azar a un sitio distinto, y terminamos en este lugar no turístico, un hermoso pueblo, inexplorado.

Caminamos tres valles más allá, y en el tercer valle había algo bastante misterioso y abominable, Me sentía incómoda.

Y entonces supe que tenía que comenzar mi libro.

Y al escribir una de las escenas, sucedía en ese tercer valle.

Por alguna razón escribí sobre los montones de piedras que un hombre levantaba.

No sabía exactamente porqué lo escribía, pero era algo muy vívido.

Me quedé parada y una amiga me preguntó si iba a dar un paseo con sus perros, dije, «claro».

Y unos 45 minutos después, caminando por la playa, me encontré con esto.

Era un hombre, un hombre chino, que estaba apilando estas cosas, no con cola, sin nada.

Y le pregunté: «

¿cómo es posible hacer eso?

» Y me dijo: «bueno, supongo que, como todo en la vida, hay un punto de equilibrio.

Y ese era exactamente el significado de mi historia en ese punto.

Tengo muchos ejemplos – muchos ejemplos como este cuando escribo una historia, y no puedo explicarlos.

¿Es porque tengo una especie de filtro que busca fuertes coincidencias al escribir sobre estas cosas?

¿o es una especie de serendipia que no podemos explicar, como la constante cosmológica?

Otra gran cuestión sobre la que pienso son los accidentes.

Como ya dije, mi madre no creía en el azar.

¿Cuál es la naturaleza de los accidentes?

Y

¿cómo asignaremos cual es la responsabilidad y cuáles son las causas, fuera de un tribunal de justicia?

Lo pude ver de primera mano, cuando fui al hermoso pueblo de Dong, en Guizhou, la provincia más pobre de China.

Vi ese hermoso lugar.

Supe que quería regresar.

Tuve la oportunidad de hacerlo cuando el National Geographic me preguntó si quería escribir algo sobre China.

Y dije que sí, sobre este pueblo de Singing, de la minoría Singing Estuvieron de acuerdo y entre el momento que vi este lugar y la vez siguiente que fui, ocurrió un terrible accidente.

Un hombre, un anciano, se quedó dormido, y su edredón cayó en un brasero que lo mantenía caliente.

60 hogares se destruyeron y 40 sufrieron daños.

Se atribuyó la responsabilidad a la familia.

Sus hijos fueron desterrados a tres km de distancia, en un cobertizo de vacas.

Y por supuesto, como occidentales, decimos: «bueno, fue un accidente.

No es justo.

Ellos eran los hijos, no el padre.

Y cuando voy a la historia, debo abandonar ese tipo de pensamientos.

Se tarda un poco, pero tengo que dejarlos y simplemente ir allí, estar allí.

Por eso estuve allí en tres ocasiones, en diferentes épocas.

Y empecé a sentir algo distinto sobre esa historia y sobre lo que había pasado antes, y sobre la forma de vida en un pueblo tan pobre y lo que allí se encuentra, como alegrías, rituales, tradiciones, vínculos con otras familias.

Vi como había una especia de justicia en esa responsabilidad.

Pude conocer también la ceremonia que utilizaban, una ceremonia que no se había usado en 29 años.

Consistía en enviar algunos hombres – un maestro de Feng Shui envió hombres al inframundo en caballos fantasma.

Ahora ustedes, como occidentales, y yo, como occidental, diríamos «bueno, eso es una supersitición.

Pero después de pasar allí un tiempo, y ver las cosas asombrosas que ocurrieron, empiezas a preguntarte de quién son las creencias que operan en el mundo, determinando como suceden las cosas.

así que permanecí con ellos, y cuanto más avanzaba en esa historia, mucho más entraba en esas creencias, y creo que eso es importante para mí – asumir creencias, porque es donde la historia es real, y ahí es donde encontraré las respuestas sobre cómo me siento acerca de ciertas cuestiones que hay en mi vida.

Pasan los años, por supuesto, y escribir no ocurre de forma instantánea, de eso intento convencerles aquí en TED.

El libro viene y se va.

Cuando se termina, ya no es mi libro.

Está en manos de los lectores y ellos lo interpretan de forma distinta.

Pero vuelvo a esta pregunta de

¿cómo creo algo de la nada?

y

¿cómo crear en mi propia vida?

y pienso que es preguntándomelo, y diciéndome que no hay verdades absolutas.

Creo en los detalles, los detalles de la historia, y en el pasado, los detalles de ese pasado, y lo que sucede en la historia en ese punto.

También creo que pensando en esas cosas, mis pensamientos sobre la suerte, el destino, las coincidencias y los accidentes, la voluntad de Dios y la sincronía con las fuerzas misteriosas, llegaré a la idea de qué es, de cómo crear.

Tengo que pensar en mi papel.

¿Dónde estoy en el universo, y alguien piensa que sea así para mí, o sólo es algo con lo que vengo?

También puedo descubrir que si imagino completamente y se cumple lo que se imagina, y está en ese mundo real, el mundo ficticio.

Así es como encuentro partículas de la verdad, no la verdad absoluta, o la verdad completa.

Tienen que existir en todas las posibilidades, incluso las que nunca he considerado antes.

Por tanto no hay nunca respuestas completas.

O mejor, si hay una respuesta, es que tengo que recordarme a mí misma que no hay certidumbre en nada, y que eso es bueno.

Porque entonces descubriré algo nuevo.

Si hay una respuesta parcial, una respuesta mía más completa, es simplemente imaginar.

Imaginar es colocarme en esa historia hasta que exista de forma única – hay una transparencia entre la historia que estoy creando y yo misma.

Así es como descubrí que siento lo que hay en la historia – en la única historia – entonces me acerco mucho más, creo, a saber lo que es la compasión, sentir esa compasión.

Porque respecto a todo, en esa pregunta de cómo suceden las cosas, tiene relación con el sentimiento.

Me convierto en la historia para comprender mucho de ella.

Hemos llegado al final de la charla, y voy a revelar lo que hay en la bolsa, es la musa, son las cosas que transforman nuestras vidas, que son maravillosas y permanecen con nosotros.

Ahí está.

Muchas gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/amy_tan_where_does_creativity_hide/

 

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