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Bill Strickland realiza el cambio con una presentación de diapositivas – Charla TED2002

Charla «Bill Strickland realiza el cambio con una presentación de diapositivas» de TED2002 en español.

Bill Strickland narra una historia íntima y asombrosa de redención a través de las artes, la música y asociaciones improbables.

  • Autor/a de la charla: Bill Strickland
  • Fecha de grabación: 2002-02-02
  • Fecha de publicación: 2008-01-20
  • Duración de «Bill Strickland realiza el cambio con una presentación de diapositivas»: 2128 segundos

 

Traducción de «Bill Strickland realiza el cambio con una presentación de diapositivas» en español.

Es un gran honor estar aquí con ustedes.

La buena noticia es que Yo estoy muy conciente de mi responsabilidad de sacarlos de aquí, porque yo soy lo único que esta entre ustedes y el bar.


(Risas)
Y la buena noticia es que no tengo un discurso preparado, pero tengo una caja de diapositivas.

Tengo algunas fotos que representan mi vida y a lo que me dedico.

He aprendido por experiencia que la gente recuerda imágenes mucho después de olvidar las palabras.

Así que espero que recuerden algunas de las fotos que voy a compartir con ustedes por unos minutos.

La historia empieza en realidad conmigo como estudiante de secundaria en Pittsburg, Pensilvania, en un barrio difícil al que todos dieron por muerto.

Y en un miércoles por la tarde estaba caminando por un corredor de mi secundaria, metido en mi cosas, y ahi estaba este artista dando clases, quien estaba haciendo un gran jarrón de cerámica.

Y yo justo estaba mirando por la puerta del aula de arte.

Si alguna vez han visto cómo se trabaja la arcilla, es mágico, y yo nunca antes había visto algo igual en mi vida.

Entonces, entré al aula y dije: “

¿Qué es eso?

” Y él dijo: “Cerámica –

¿ y tú quién eres?

” Yo dije: “Soy Bill Strickland.

Quiero que me enseñes a hacer eso.” Y él dijo: “Bueno, consigue un papel firmado por tu profesor que diga que puedes venir y yo te enseñaré.” Y entonces, los últimos dos años de la secundaria, falté a todas mis clases.


(Risas)
Pero tuve la astucia de darles la cerámica que hice a los profesores de las clases a las que falté—
(Risas)
y me aprobaron.

Y así terminé la secundaria.

Y el Sr.

Ross dijo: “Eres demasiado listo para morir, y no quiero eso pesando en mi conciencia, así que estoy dejando esta escuela y te llevo conmigo.” Y me llevó a la Universidad de Pittsburg donde llené la solicitud de ingreso y entré a prueba.

Bueno, ahora soy Miembro del Consejo de la Universidad y en la ceremonia de instalacion dije: “Soy el tipo que vino del barrio quien entró en el lugar a prueba.

No se den por vencidos con los jóvenes pobres porque nunca saben qué les va a pasar a esos jóvenes en la vida.” Lo que les voy a mostrar por unos minutos es un complejo que construí en el peor barrio de Pittsburg con la más alta tasa de crimen.

Uno se llama Centro de Capacitación Bidwell, es una escuela vocacional para ex trabajadores siderúrgicos y padres solteros y madres con asistencia social.

¿Recuerdan que solíamos producir acero en Pittsburg?

Bueno, ya no producimos mas acero y la gente que solía producir el acero está pasando por un momento muy duro por esto.

Y yo los reconstruyo y les doy vida nueva.

La Asociación de Artesanos Manchester se llama así por mi barrio.

Y fui adoptado por el Obispo de la Diócesis Episcopal durante los disturbios.

Y él donó una casa adosada y en esa casa fundé la Asociación de Artesanos Manchester.

Y aprendí rápidamente que donde hay Episcopales, hay dinero en las proximidades.


(Risas)
Y el Obispo me adoptó como a un hijo.

Y el año pasado hablé en su ceremonia conmemorativa y le deseé lo mejor en esta vida.

Salí y contraté a un estudiante de Frank Lloyd Wright, el arquitecto, y le pedí que me construyera un centro de alto nivel en el peor barrio de Pittsburg.

Mi edificio es un modelo a escala del aeropuerto de Pittsburg.

Y cuando vengan a Pittsburg – y están todos invitados– Van a aterrizar en la versión ampliada de mi edificio.

Ese es el edificio.

Construido en un barrio difícil donde a la gente se les habia dada por muerta.

Y mi opinión es que si uno se quiere involucrar en la vida de gente a la que se les ha dado por perdida, uno tiene que ser como la solución y no el problema.

Como pueden ver, hay una fuente en el patio y la razón por la cual hay una fuente en el patio es que yo quería una.

Y yo tenia la chequera asi que yo compre una y la puse ahi.


(Risas)
Y ahora que doy charlas en conferencias como TED, me pusieron en el directorio del Museo Carnegie y en la recepción en su patio, noté que tenían una fuente porque ellos creen que la gente que va al museo merece una fuente.

Bueno, yo creo que las madres con asistencia social y jóvenes en riesgo y ex trabajadores sidelúrjicos merecen una fuente en su vida.

Así que lo primero que se ve en mi centro en primavera es agua que te da la bienvenida — agua es vida y agua de posibilidad humana.

Y establece una actitud y expectativas sobre lo que uno siente de la gente, aun antes de darles un discurso.

Así que a partir de esa fuente construí este edificio.

Como pueden ver, tiene arte de alto nivel y todo esta mi a gusto porque yo conseguí todo el dinero.


(Risas)
Le dije a mi hijo: “Cuando tú juntes el dinero pondremos tu gusto en la pared.” Pero tenemos edredones y arcilla y caligrafía y por donde miren, hay algo hermoso devolviéndote la mirada.

Eso es deliberado.

Eso es adrede.

En mi opinión, es este tipo de mundo el que puede redimir el espíritu de la gente pobre.

También creamos una sala de reuniones.

Y contraté a un ebanista nipón de Kyoto, Japón, a quien le comisioné 60 muebles para nuestro edificio.

Desde entonces, le hemos dado un giro a su propio negocio.

Está haciendo mucho dinero haciendo muebles sobre pedido para gente adinerada.

Y yo conseguí 60 piezas para mi escuela porque sentí que madres con asistencia social y ex trabajadores siderúrgicos y padres solteros merecían venir a una escuela donde hubieran muebles artesanales dándoles la bienvenida todos los días porque promueve un tono y una actitud sobre lo que uno siente de la gente mucho antes de darles el discurso.

Hasta tenemos flores en los pasillos y no son de plástico— esas son de verdad y están en mi edificio todos los días.

Y ahora que he dado muchos discursos, tuvimos a un grupo de directores de secundarias y vinieron a verme y dijeron: “Sr.

Strickland, qué gran historia y qué gran escuela.

Y nos conmovieron especialmente las flores y nosotros tenemos curiosidad de como las flores llegaron aquí.” Yo dije: “Bueno, subí a mi auto y fui a un invernadero y las compré y las traje y las puse allí.” No necesitas un grupo de trabajo o un grupo de estudio para comprarle flores a tus jóvenes.

Lo que necesitan saber es que los niños y los adultos merecen tener flores en su vida.

El costo es fortuito pero el gesto es enorme.

Y entonces en mi edificio, el cual está lleno luz de sol y lleno de flores, creemos en la esperanza y la posibilidad humana.

Esto sucedio en Navidad.

Así que lo próximo que van a ver es una cocina de un millón de dólares que fue construida por la empresa Heinz.

¿Han oido hablar de ellos?

Les fue muy bien con el negocio del ketchup.

Y casualmente conozco muy bien a esta empresa porque John Heinz, quien fue nuestro senador –quien murió trágicamente en un accidente de aviacion– se enteró de mi deseo de construir un nuevo edificio porque yo tenía una caja de cartón y la puse en una bolsa de plastico y caminé por todo Pittsburg tratando de juntar dinero para este lugar.

Y me llamó a su oficina –que es como ir a ver al Mago de Oz–
(Risas)
Y John Heinz tenía 600 millones de dólares y yo en ese entonces tenía como 60 centavos.

Y él dijo: “Pero hemos oido acerca de Ud.

Hemos oido sobre su trabajo con jóvenes y ex trabajadores siderúrgicos, y estamos dispuestos a apoyar su aspiración de construir un nuevo edificio.

Y usted nos podria hacer un gran servicio si pudiera incluir un programa culinario en su programa”— porque en ese entonces estábamos armando un programa de oficios.

Dijo: “Así podremos cumplir nuestros objetivos de acción afirmativa para la compañia Heinz.” Yo dije: “Senador, estoy reacio a entrar en un campo del cual no sé mucho, pero le prometo que si apoya a mi escuela, yo la construiré y en un par de años volveré a considerar este programa que Ud.

quiere.” El senador Heinz estaba sentado en silencio y dijo: “Bueno,

¿cuál sería su reacción si yo dijera que le daré un millón de dólares?

” Yo dije: “Senador, parece que vamos a dedicarnos a la capacitación gastronómica.”
(Risas)
Y John Heinz me dio un millón de dólares.

Y lo más importante, me prestó al director de investigación de la compañia Heinz.

Y más o menos tomamos prestado el programa de estudio del Instituto Culinario de America, el cual es para ellos es como el Harvard de las escuelas culinarias.

Y creamos un programa de chefs gourmet para madres en asistencia social en esta cocina de millón de dólares en medio de un barrio marginal.

Y nunca más miramos atrás.

Ahora me gustaría mostrarles algo de la comida que estas madres en asistencia social hacen en esta cocina de millón de dólares.

Esta es nuestra cafetería.

Ese es día del hojaldre.

¿Por qué?

Porque los estudiantes hicieron hojaldre y eso es lo que la escuela come todos los días.

Pero el concepto era que quería quitarle el estigma a la comida.

Que la buena comida no es para jente rica— la buena comida es para todos en el planeta y no hay excusas para que no podamos comerla todos.

Asi que en mi escuela, subsidiamos un programa de almuerzo gourmet para madres con asistencia social en medio de un barrio marginal porque descubrimos que es bueno para sus estómagos, pero es mejor para sus cabezas.

Porque yo quería que supieran todos los días de su vida que tienen valor en este lugar que yo llamo mi centro.

Tenemos estudiantes que se sientan juntos, negros y blancos, y lo que descubrimos es que puedes resolver un problema racial creando un entorno de alto nivel.

Porque la gente tenderá a mostrarte un comportamiento de alto nivel si la tratas en esa forma.

Estos son muestras que las madres en asistencia socias esta haciendo después de seis meses en el programa de capacitación.

Sin sofisticación y sin clase, no hay dignidad ni historia.

Lo que descubrimos es que lo único malo con la gente pobre es que no tienen dinero, lo cual es una condición curable.

Todo esta en como uno piensa uno de la jente lo suele determinar su comportamiento.

Esto fue hecho por una estudiante después de siete meses en el programa, hecho por una muchacha muy brillante quien aprendió de nuestro maestro pastelero.

Yo comí siete de esas canastas y son muy buenas.


(Risas)
No tienen calorías.

Eso es nuestro comedor.

Parece la cafetería promedio de cualquier secundaria en un pueblo promedio en Estados Unidos.

Pero esta es mi visión de cómo se debe tratar a los estudiantes, particularmente cuando han sido hechos a un lado.

Capacitamos técnicos para la industria farmacéutica.

Capacitamos técnicos para la industria médica.

Y podemos capacitar técnicos químicos para empresas como Bayer y Calgon Carbon y Fisher Scientific y Exxon.

Y les garantizo que si vienen a mi centro en Pittsburg –y están todos invitados– verán madres con asistencia social haciendo química analítica con calculadoras logarítmicas, 10 meses después de comenzar el programa.

No hay absolutamente razón alguna por la cual la gente pobre no pueda aprender tecnologia de alto nivel.

Lo que descubrimos es que hay que darles flores y luz de sol y comida y expectativas y música de Herbie y se puede siempre curar un cáncer espiritual.

Capacitamos agentes para corporaciones de la industria de viajes.

Hasta podemos enseñarle a la gente a leer.

El joven con la raya roja estaba en el programa hace dos años— ahora es instructor.

Y tengo jóvenes de secundaria con diplomas que no pueden leer.

Así que deben hacerse la pregunta – cómo es posible que en el siglo XXI graduemos de la escuela a jóvenes quienes no pueden leer los diplomas que tienen en sus manos.

La razon es que el sistema es reembolsado por los jóvenes que avientan por el otro lado, no por los que leen.

Yo puedo tomar a estos jóvenes y en 20 semanas, aptitud demostrada, les consigo una equivalencia de secundaria.

No es gran cosa.

Esta es nuestra biblioteca con más muebles artesanales.

Y este es el programa de arte que yo comencé en 1968.

Recuerden yo soy joven negro de los 60’s quien salvó su vida con cerámica.

Bueno, cuando decidí reproducir mi experiencia con otros jóvenes en el barrio, bajo la teoría de que si les das flores y les das comida y les das luz de sol y entusiasmo, les puedes devolver la vida.

Tengo 400 jóvenes provenientes de la educación pública de Pittsburg que vienen a mi todos los días de la semana para recibir educacion artística.

Y estos son jóvenes quienes están reprobando en la escuela pública.

Y que el año pasado puse 88% de esos jóvenes en la universidad y he promediado arriba del 80% por los últimos 15 años.

Hemos hecho un descubrimiento fascinante – no hay nada mal con los jovenes que el afecto y luz de sol y la comida y el entusiasmo y música de Herbie no pueda curar.

Por eso gané una gran placa—Hombre del Año en Educación.

Les gané a todos los doctorados porque me di cuenta que si tratas a los jóvenes como seres humanos, ello aumenta la probablidad de que se comporten en esa manera.

Y por qué no podemos instituir esta política en toda escuela y en toda ciudad y todo pueblo es aún un misterio para mí.

Déjenme mostrarles lo que esta gente hace.

Tenemos cerámica y fotografía y computación gráfica y estos son todos jóvenes sin habilidad artística, sin talento, sin imaginación, y traemos a los mejores artistas del mundo –Gordon Parks estuvo aquí, Chester Higgins estuvo aquí– y lo que aprendimos es que los niños serán como la gente que les enseña.

De hecho, yo traje a un artista del mosaico del Vaticano, y una mujer afro-americana quien estudió las antiguas técnicas de mosaico del Vaticano, y déjenme mostrarles lo que hicieron con el trabajo.

Estos son jovenes a quienes el mundo entero habia hecho a un lado quienes estaban reprobando en la escuela pública, y esto es de lo que son capaces de hacer con afecto y luz del sol y comida y buena música y confianza.

Enseñamos fotografía.

Y esto es un ejemplo del trabajo de los jóvenes.

Este joven ganó una beca de 4 años por esta foto.

Esta es nuestra galería.

Tenemos una galería de alto nivel porque creemos que los jóvenes pobres necesitan una galería de alto nivel.

Así yo que diseñé esto.

Tenemos salmón ahumando en las inauguraciones.

Tenemos una invitación formal impresa.

y hasta encontré la manera de hacer que los padres vengan.

Hace 15 años, no podía conseguir un sólo padre.

Así que contraté a un tipo que realmente se regocijaba en Jesús.

Sacaba tipos de los bares y salvaba esas vidas para el Señor.

Y dije: “Bill, quiero contratarte.

Tienes que bajarle un poco el tono a lo de Jesús, pero mantén el entusiasmo.


(Risas)
No puedo hacer que estos padres vengan a la escuela.” Él dijo: “Yo los haré venir a la escuela.” Entonces se subió en la camioneta, fue a la casa de la Sra.

Jones y dijo: “Sra.

Jones, sé que Ud.

quisiera venir a la exhibicion de arte de su hijo, pero probablemente no tenga quien la lleve.

Así que la vine a buscar.” Y consiguió 10 padres y luego 20 padres.

Para la última exhibición que hicimos, vinieron 200 padres y no fuimos a buscar a ninguno.

Porque ahora ya no es socialmente aceptable no venir a apoyar a sus hijos en la Asociación de Artesanos Manchester porque la gente creería que son malos padres.

Y no hay diferencia estadística entre los padres blancos y los padres negros.

Las madres irán a donde sus hijos sean celebrados, todo el tiempo, en todo pueblo, en toda ciudad.

Quería que ustedes vieran esta galería porque es de lo mejor que hay.

Y cuando estos jóvenes terminan la secundaria, tienen 4 exhibiciones en su currículum antes del ingreso a la universidad porque está todo aquií.

Hay que cambiar la manera en que la gente se ve a sí misma antes de cambiar su comportamiento.

Y ha funcionado bastante bien hasta ahora.

Hasta agregué otra aula a este edificio, la cual me gustaría mostrarles.

Es totalmente nueva.

Hicimos esta diapositiva justo a tiempo para la Conferencia de TED.

Presenté estas diapositivas en un lugar llamado Silicon Valley y me fue bien.

Y una mujer salió del público, ella dijo: “Esa es una gran historia y me impresionó mucho su presentación.

Mi única crítica es que sus computadoras se están poniendo viejas.” Y yo dije: “Bueno,

¿a qué se dedica Ud.?

” Ella dijo: “Bueno, trabajo para una compañía llamada Hewlett Packard.” Y yo dije: “

¿Está usted en la industria informática, es asi?

” Ella dijo: “Sí, señor.” Y yo dije: “Bueno, hay una solución simple a ese problema.” Bueno, me complace anunciarles que HP y una compañía mobiliaria llamada Steelcase nos adoptaron como modelo de demonstración de toda su tecnología y todo su mobiliario para los Estados Unidos.

Y esta es el aula.

Eso es empezar una relación.

Lo terminamos justo a tiempo para mostrárselos.

Esto sería el debut mundial de nuestro centro de computación gráfica.


(Aplausos)
(Música) Sólo tengo un par más de diapositivas y aquí es donde la historia se pone interesante.

Así que quiero que me escuchen por unos minutos más y comprenderán por qué él está ahí y yo aquí.

En 1986, tuve la astucia de agregar un teatro al extremo norte del edificio mientras lo estaba contruyendo.

Y un tipo llamado Dizzy Gillespie fue a tocar ahí porque conocía a este hombre, Marty Ashby.

Y me paré en el escenario con Dizzy Gillespie probando el sonido un miércoles a la tarde y dije: “Dizzy,

¿por qué vendrías tu a un centro manejado por negros en medio de un parque industrial con alta tasa de crimen que ni siquiera tiene una reputación musical?

” Él dijo: “Porque escuché que construiste el centro y no lo podía creer, y quise verlo yo mismo.

Y ahora que lo vi, quiero darte un regalo.” Yo dije: “Tú eres el regalo.” Él dijo: “No, señor.

Tú eres el regalo.

Y te voy a permitir grabar el concierto y te voy a dar la música.

Y si algún día eliges venderla, debes firmar un acuerdo que diga que el dinero volvera para apoyar la escuela.” Y yo grabé a Dizzy, y falleció un año más tarde, pero no antes de decirle a un tipo llamado McCoy Tyner lo que estábamos haciendo.

Y él apareció y dijo: “Dizzy está hablando de ti por todo el país, hombre, y yo quiero ayudarte.” Y luego un tipo llamado Wynton Marsalis apareció.

Luego un bajista llamado Ray Brown y un tipo llamado Stanley Turrentine y un pianista llamado Herbie Hancock y una banda llamada Count Basie Orchestra y un tipo llamado Tito Puente y un tipo llamado Gary Burton y Shirley Horn y Betty Carter y Dakota Stanton y Nancy Wilson.

Todos vinieron a este centro en medio de un parque industrial, con llenos completos, en medio de un barrio marginal.

Me complace mucho decirles, con su permiso, que he acumulado 600 grabaciones de los mejores artista del mundo, incluyendo a Joe Williams, quien falleció habiendo hecho su última grabación en mi escuela.

Y Joe Williams se me acercó y puso su mano sobre mi hombro y dijo: “Hombre, Dios te eligió para hacer este trabajo y quiero que mi música esté contigo.” Y eso funcionó muy bien .

Cuando la banda Basie vino, la banda se entusiasmaron tanto con la escuela que votaron para darme los derechos de la música.

Y la grabé y ganamos algo llamado Grammy.

Y como un tonto, no fui a la ceremonia porque no pensé que fuéramos a ganar.

Bueno, sí ganamos.

Y tuvimos nuestro nombre literalmente en luces en Madison Square Garden.

Luego nos visitó la Orquesta de Jazz de las Naciones Unidas y los grabamos y los nominaron a un segundo Grammy, uno atrás del otro.

Así nos convertimos en uno de los estudios de jazz más nuevos y populares de los Estados Unidos—
(Risas)
en medio de un barrio marginal con alta tasa de crimen.

Ese es el lugar lleno de Republicanos.


(Risas)
(Aplasos) Si hubieran tirado una bomba en ese salón, hubieran eliminado todo el dinero de Pensilvania porque estaba todo sentado ahí; incluyendo a mi madre y a mi padre, que vivieron lo suficiente para ver a su hijo construir este edificio.

Y ahí está Dizzy, como les dije, estuvo ahí.

Y él estuvo ahí, Tito Puente, y Pat Metheny y Jim Hall estuvieron ahí y grabaron con nosotros.

Este fue nuestro primer estudio de grabación, que era el armario de la limpieza.

Y pusimos los trapeadores en el pasillo y rediseñamos la cosa y ahí es donde grabamos el primer Grammy.

Este es nuestro nuevo estudio, con toda la tecnología en video.

Y esta sala fue construida a nombre de una mujer llamada Nancy Wilson, quien grabó ese álbum en nuestra escuela la última Navidad.

Y si alguno de ustedes estaba viendo Oprah Winfrey en Navidad, él estaba ahí y Nancy estaba ahí, cantando partes de este álbum, cuyos derechos donó a nuestra escuela.

Y ahora les puedo decir con toda certeza que aparecer en Oprah Winfrey vende 10.000 CDs.


(Risas)
En este momento somos el n˚4 en la lista de éxitos de Billboard, justo detrás de Tony Bennett.

Y creo que nos va a ir bien.

Esto se incendió durante los disturbios—está al lado de mi edificio.

Así que mandé a hacer otra caja de cartón, y caminé por las calles de nuevo.

Este es el edificio y este es el modelo, y a la derecha está el invernadero de alta tecnología y en el medio está el edificio de tecnología médica.

Estoy muy complacido de decirles que el edificio está terminado.

También está lleno de inquilinos de base a 20 dólares el pie— el triple de lo usual en medio de un barrio marginal.

Y hay una fuente.


(Risas)
Todo edificio tiene una fuente.

Y el Centro Médico de la Universidad de Pittsburg es un inquilino de base y tomó la mitad del edificio.

Y ahora capacitamos técnico médicos a través de todo su sistema.

Y el Mellon Bank es inquilino.

Y me encantan porque pagan el alquiler a tiempo.


(Risas)
Como resultado de la asociación, ahora soy un director de la Mellon Financial Corporation que compró Dreyfus.

Esto está en proceso de ser construido en este preciso momento.

Multipliquen la imagen por cuatro y verán el invernadero que abrirá en octubre de este año porque vamos a cultivar esas flores en medio de un barrio marginal.

Y vamos a tener jóvenes de la secundaria cultivando orquídeas phalaenopsis en medio de un barrio marginal.

Y tenemos un trato con uno de los grandes supermercados para vender nuestras orquídeas en 240 tiendas en 6 estados.

Nuestros socios son Zuma Canyon Orchids de Malibu, California, una compañía de hispanos.

Así los hispanos y los negros se asociaron para cultivar orquídeas con alta tenología en medio de un barrio marginal.

Y le dije a mi senador que había una muy alta probablidad de que si nos conseguía fondos para esto, seríamos una columna en el lado izquierdo en el Wall Street Journal.

A lo que el de inmediato estuvo de acuerdo.

Conseguimos los fondos y abrimos en el otoño.

Y tienen que venir a verlo—va a ser una gran historia.

Esto es lo que quiero hacer cuando crezca.


(Risas)
El edificio marrón es el que ustedes han estado viendo y les diré donde cometí mi gran error.

Tuve la oportunidad de comprar todo el parque industrial –el cual está a menos de 1.000 pies de la ribera– por 4 millones de dólares y no lo hice.

Y construí el primer edificio y adivinen qué pasó.

Revaloricé el terreno más allá de lo esperado y los dueños del parque rechazaron mi oferta de 8 millones de dólares el año pasado.

Y dijeron: “Sr.

Strickland, debería ganarse el Premio al Líder Cívico del Año porque Ud.

revalorizó nuestras propiedades mucho más allá de nuestras expectativas.

Muchas gracias por eso.” La moraleja es que uno debe estar preparado para actuar tus sueños, por si acaso se realizan.

Y finalmente, está esta foto.

Esto es un lugar llamado San Francisco.

Y el motivo por el cual esta foto esta aqui es que yo presenté estas diapositivas hace un par de años en una gran cumbre económica y había un tipo en el público que se me acercó.

Él dijo: “Hombre, esta es una gran historia.

Yo quiero uno de esos.” Yo dije: “Bueno, me siento halagado.

¿A qué se dedica usted?

Él dice: “Yo manejo la ciudad de San Francisco.

Mi nombre es Willie Brown.” Así que más o menos acepté el halago y el elogio y lo olvidé.

Ese fin de semana, estaba volviendo a casa y Herbie Hancock tocaba esa noche en nuestro centro— la primera vez que lo conocí.

Pero entró y dijo: “Qué es esto?

” Y yo dije: “Herbie, este es mi concepto para un centro de capacitación para gente pobre.” Y él dijo: “Como Dois es mi testigo, yo he tenido un centro así en mente por 25 años y tú lo construiste.

Y ahora de verdad quiero construir uno.” Yo dije: “Bueno,

¿dónde lo construirías?

” Él dijo: “San Francisco.” Yo dije: “

¿De casualidad conoces a Willie Brown?


(Risas)
De hecho, sí lo conocía a Willie Brown y Willie Brown y Herbie y yo cenamos juntos hace 4 años, e hicimos un bosquejo del centro sobre el mantel.

Y Willie Brown dijo: “Tan seguro como que soy el alcalde de San Francisco, yo voy a construir esto como un legado a la gente pobre de esta ciudad.” Y me consiguió 2 hectáreas sobre la Bahía de San Francisco y conseguimos un arquitecto y un contratista general y pusimos a Herbie en el directorio y a nuestros amigos de HP y a nuestros aigos de Steelcase y a nuestros amigos de Cisco y a nuestros amigos de Wells Fargo y Genentech.

En el transcurso, conocí a un tipo bajito en la presentación de Silicon Valley.

Más tarde el me busco.

Dijo: “Hombre, es una historia fabulosa.

Quiero ayudarlo.” Y yo dije: “Bueno, muchas gracias.

¿A qué se dedica?

” Dijo: “Bueno, armé una compañía llamada eBay.” Yo dije: “Bueno, eso está muy bien.

Muchas gracias, deme su tarjeta y hablaremos en algún momento.” Yo no distinguía eBay de esa jarra de agua sobre el piano.

Pero tuve la astucia de volver y hablar con uno de los técnicos de mi centro.

Dije: “Ey,

¿qué es eBay?

” Él dijo: “Bueno, es la red de comercio electrónico.” Dije: “Bueno, hoy conocí al tipo que lo armó y me dio su tarjeta.” Así que lo llamé y dije: “Sr.

Skoll, he adquirido un mayor entendimiento de quién es Ud.


(Risas)
y me gustaría ser su amigo.”
(Risas)
Y Jeff y yo nos hicimos amigos, y él organizó un equipo de gente y vamos a construir este centro.

Y fui al barrio, llamado Bayview-Hunters Point y dije: “El alcalde me envió para que trabajara con ustedes y quiero que construyamos un centro juntos, pero no voy a contruir nada si ustedes no lo quieren.

Y lo único que tengo son unas diapositivas.” Entonces me pare frente a 200 personas muy enojadas y desilusionadas en una noche de verano y el aire acondicionado se habia roto y hacían 38˚C afuera y comencé a mostrar estas fotos.

Después de 10 fotos, se calmaron, y les conté la historia y dije: “

¿Qué piensan?

” Y al fondo de la sala, una mujer se paró y dijo: “En 35 años de vivir en este lugar olvidado de la mano de Dios, Ud.

es la única persona que vino aquí y nos trató con dignidad.

Yo estoy con Ud.” Y le dio vuelta a la audiencia por completo.

Le prometí a esta gente que iba a construir esto y lo vamos a construir.

Creo que vamos a empezar con los cimientos este año, como la primera reproducción del centro de Pittsburg.

Pero en el transcurso conocí a un tipo por el nombre de Quincy Jones y le mostré las diapositivas.

Y Quincy dijo: “Hombre, quiero ayudarte.

Hagamos uno en Los Angeles.” Entonces armó un grupo de gente.

Y yo me he enamorado de él, como lo he hecho con Herbie y su música.

Y Quincy dijo: “

¿De dónde vino la idea de hacer centros como estos?

” Y yo dije: “Vino de tu música,hombre porque el Sr.

Ross solía traer tus discos, cuando yo tenía 16 años en clase de cerámica, cuando el mundo estaba todo oscuro, y tu música me llevó a la luz.” Y yo dije: “Si puedo seguir esa música, saldré al sol y estaré bien.

Y si eso no es verdad,

¿cómo llegué aquí?

” Quiero que todos ustedes sepan que yo pienso que el mundo es un lugar donde vale la pena vivir.

Y creo en ustedes.

Yo creo en sus esperanzas y sus sueños.

Yo creo en su inteligencia.

Y creo en su entusiasmo.

Y estoy cansado de vivir así, yendo de ciudad en ciudad con gente parada en las esquinas con agujeros donde sus ojos solían estar, su espíritus quebrados.

No sobreviviremos como país, a no ser que cambiemos de dirección.

Y Pensilvania, cuesta 60.000 dólares mantener gente en la carcel, la mayoría de los cuales se parece a mí.

Son 40.000 dólares para construir la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburg.

Cuesta 20.000 dólares menos construir un centro médico que mantener gente presa.

Hagan la cuenta, nunca va a funcionar.

Estoy contando con ustedes y estoy contando con gente como Herbie y Quincy y Hackett y Richard y gente muy decente que todavía cree en algo.

En mi vida, quiero hacer esto en toda ciudad y en todo pueblo.

Y no pienso que esté loco.

Yo pienso que podemos lograrlo y pienso que podemos construir estos por todo el país, por menos dinero que el que gastamos en cárceles.

Y creo que podemos convertir esta historia en una de celebración y esperanza.

Mi trabajo es muy difícil— siempre se lucha contra la corriente como un salmón, nunca hay suficiente dinero, hay demasiada necesidad.

Así que hay una tendencia de tener una depresión ocupacional que acompaña mi trabajo.

Y con el tiempo, encontré una solusión a la depresión— hace un amigo en cada ciudad y nunca te sentirás solo.

Mi esperanza es haber hechos algunos aquí esta noche.

Y gracias por escuchar lo que tenía para decir.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/bill_strickland_rebuilding_a_neighborhood_with_beauty_dignity_hope/

 

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