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Eve Ensler: Abraza a tu chica interna – Charla TEDIndia 2009

Charla «Eve Ensler: Abraza a tu chica interna» de TEDIndia 2009 en español.

En esta apasionada charla, Eve Ensler declara que hay una célula de chica en todos nosotros – una célula que a todos nos han enseñado a suprimir. Ella nos relata conmovedoras historias de chicas alrededor del mundo quienes han superado la terrible adversidad y la violencia para revelar la asombrosa fuerza de ser una chica.

  • Autor/a de la charla: Eve Ensler
  • Fecha de grabación: 2009-11-06
  • Fecha de publicación: 2010-01-27
  • Duración de «Eve Ensler: Abraza a tu chica interna»: 1194 segundos

 

Traducción de «Eve Ensler: Abraza a tu chica interna» en español.

Namaste.

Buenos días.

Estoy muy contenta de estar aquí en India.

Y he estado pensando mucho de lo que he aprendido a lo largo, particularmente, de los últimos 11 años con el Día-V y «Los Monólogos de la Vagina» viajando alrededor del mundo, esencialmente conociendo a mujeres y chicas en todo el planeta para detener la violencia contra las mujeres.

De lo que quiero hablarles hoy es de esta célula en particular, o agrupamiento de células, que está en todos y cada uno de nosotros.

quiero llamarle la célula de chica.

Y está en hombres tanto como en mujeres.

Quiero que imaginen que este particular agrupamiento de células es central a la evolución de nuestra especie y a la continuación de la raza humana.

Y quiero que imaginen que en algún punto en la historia un grupo de personas poderosas interesadas en adueñarse y controlar el mundo entendió que la supresión de esta célula particular, la opresión de estas células, la re-interpretación de estas células, el socavar estas células, haciendo que creyéramos en la debilidad de estas células, y el aplastar, erradicar, destruir, reducir esas células, básicamente comenzó con el proceso de matar la célula de chica, lo que fue, por cierto, el patriarcado.

Quiero que imaginen que la chica es un fragmento en el enorme macrocosmos de la conciencia colectiva.

Y que es esencial para el equilibrio, la sabiduría, y de hecho para el futuro de todos nosotros.

Y entonces quiero que imaginen que esta célula de chica es compasión, y es empatía y es la pasión misma, y es vulnerabilidad, y es apertura y es intensidad y es asociación y es relación, y es intuitiva.

Y ahora pensemos cómo la compasión informa a la sabiduría, y que la vulnerabilidad es nuestra mayor fuerza, y que las emociones tienen una lógica inherente, las cuales llevan a acciones radicales, apropiadas, salvadoras.

Y entonces recordemos que nos han enseñado el opuesto exacto que por su fuerza es, que la compasión empaña el pensamiento, que estorba, que la vulnerabilidad es debilidad, que no debemos confiar en las emociones, ni tomar las cosas personalmente, la cual es una de mis favoritas.

Pienso que todo el mundo ha sido esencialmente criado para no ser una chica.

¿Cómo criamos a los chicos?

¿Qué significa ser un chico?

Ser un chico realmente significa no ser una chica.

Ser un hombre significa no ser una chica.

Ser una mujer significa no ser una chica.

Ser fuerte significa no ser una chica.

Ser un líder significa no ser una chica.

De hecho pienso que ser una chica es tan poderoso que hemos tenido que entrenar a todos a no ser eso.


(Risas)
Y quiero decir también que la ironía desde luego, es que negar a la chica, suprimir a la chica, suprimir las emociones, rehusar el sentimiento, nos ha conducido hasta aquí.

Donde ahora hemos llegado a vivir en un mundo donde las más extremas formas de violencia, la más horrible pobreza, genocidio, violaciones masivas, la destrucción de la Tierra, están completamente fuera de control.

Y porque hemos suprimido a nuestras células de chica, y suprimido nuestra chica interior, y no sentimos lo que sucede.

Así que no se nos inculpa con la respuesta adecuada a lo que está pasando.

Quiero hablar un poco acerca de la República Democrática del Congo.

Para mí, fue un momento crucial en mi vida.

He pasado mucho tiempo allí en los últimos tres años.

Sentía que hasta ese punto había visto mucho en el mundo, mucha violencia.

Esencialmente viví en las minas de violación del mundo los últimos 12 años.

Pero la República Democrática del Congo realmente fue la encrucijada de mi alma.

Fui y pasé tiempo en un lugar llamado Bukavu, en un hospital llamado Hospital Panzi, con un doctor quien está más cerca de ser un santo que cualquier persona que haya conocido.

Su nombre es Dr.

Denis Mukwege.

Y en el Congo, para aquellos que no lo sepan, ha habido una furiosa guerra durante los últimos 12 años, una guerra que ha matado a casi seis millones de personas.

Se estima que entre 300 y 500 mil mujeres han sido violadas allí.

Cuando pasé mis primeras semanas en el Hospital Ponzi me senté con mujeres quienes se sentaban y hacían fila diariamente para decirme sus historias.

Y sus historias eran tan horrendas y tan alucinantes, tan del otro lado de la existencia humana que para ser perfectamente honesta con ustedes, me hice pedazos.

Y les diré lo que pasó, es que a través de ese quebranto, escuchando las historias de niñas de ocho años quienes fueron evisceradas, a quienes les metieron bayonetas y cosas dentro, así que tenían agujeros, realmente, dentro de ellas por donde su orín y caca se les salían.

Escuchando la historia de mujeres de 80 años quienes fueron encadenadas en círculo, y donde grupos de hombres venían y las violaban periódicamente, todo en nombre de la explotación económica para robar los minerales para que el Occidente los tuviera y se beneficiara.

Mi mente estaba tan hecha pedazos.

Pero lo que me pasó es que ese quebranto de hecho me animó en una forma que nunca me animé.

Ese quebranto, esa apertura de mi célula de chica, esa clase de descubrimiento masivo de mi corazón me permitió tener más coraje y ser más brava, y de hecho más inteligente de lo que fui en mi vida pasada.

Y quiero decir que pienso que los poderosos saben que la construcción de imperios es de hecho que los sentimientos estorban la construcción de imperios.

Los sentimientos estorban en la adquisición masiva de la Tierra, y en excavar la Tierra, y destruyendo cosas.

Recuerdo, por ejemplo cuando mi padre, quien era muy, muy violento, me golpeaba.

Y él de hecho decía, cuando me golpeaba, ‘No llores.

No te atrevas a llorar.’ Porque mi llanto de alguna manera le mostraba su brutalidad a él mismo.

Y aun en el momento en que él no quería que le recordaran lo que estaba haciendo.

Se que hemos aniquilado sistemáticamente a la célula de chica.

y quiero decir que la aniquilamos tanto en hombres como en mujeres.

Y pienso que de algunas maneras, hemos sido mucho más duros con los hombres en la aniquilación de su célula de chica.


(Aplausos)
Veo cómo hemos criado a los chicos, y lo veo en todo el planeta, para ser fuertes, para ser duros, para distanciarse de su propia ternura, para no llorar.

De hecho me di cuenta en Kosovo cuando vi a un hombre quebrarse, que las balas son de hecho lágrimas endurecidas, que cuando no permitimos a los hombres tener su ‘yo chica’ y tener su vulnerabilidad, y tener su compasión, y tener sus corazones, que se endurecen y se vuelven hirientes y violentos.

Y creo que hemos enseñado a los hombres a ser seguros cuando son inseguros, a pretender que saben cuando no saben, o

¿por qué estaríamos aquí entonces?

Pretender que están bien cuando están desechos.

Y les diré una historia muy divertida.

Camino aquí en el avión, estaba caminando por el pasillo del avión.

Y todos estos hombres, literalmente al menos 10 hombres estaban es sus pequeños asientos mirando películas de chicas.

Y estaban solos, y pensé, «Esta es la vida secreta de los hombres.»
(Risas)
He viajado, como dije, a muchos, muchos países, y he visto, si le hacemos lo que hacemos a la chica dentro de nosotros entonces es obviamente horripilante pensar en lo que hacemos a las chicas en el mundo.

Y como escuchamos de Sunitha ayer.

y Kavita acerca de lo que hacemos a las chicas.

Pero sólo quiero decir que he conocido chicas con heridas de cuchillo y quemaduras de cigarro, quienes literalmente fueron tratadas como ceniceros.

He visto chicas tratadas como basureros.

He visto chicas quienes eran golpeadas por sus madres, y hermanos y padres y tíos.

He visto chicas en Estados Unidos hambrease hasta la muerte en instituciones para verse como una versión idealizada de ellas mismas.

He visto que mutilamos a las chicas y las controlamos y las mantenemos analfabetas, o hacemos que sientan mal por ser demasiado listas.

Las acallamos.

Las hacemos sentirse culpables por ser inteligentes.

Hacemos que se comporten, que bajen de tono, no sean muy intensas.

Las vendemos, las matamos como embriones.

Las esclavizamos.

Las violamos.

Estamos tan acostumbrados a robarle a las chicas del sujeto de ser el sujeto de sus propias vidas que ahora de hecho las hacemos objetos y las convertimos en mercadería.

La venta de chicas es rampante en todo el planeta.

Y en muchos lugares ellas valen menos que cabras y vacas.

Pero quiero hablar del hecho que si uno de cada ocho gentes en el planeta es una chica de 10 a 24 años, ellas son la llave, en verdad, en el mundo en desarrollo, tanto como en el mundo entero, para el futuro de la humanidad.

Y si las chicas están en problemas es porque enfrentan desventajas sistémicas que las mantienen en donde la sociedad quieren que estén, incluyendo falta de acceso al cuidado de la salud, educación, comida sana, participación en la fuerza laboral.

La carga de las tareas del hogar usualmente recae en las chicas y hermanos menores.

Lo cual asegura que nunca sobrepasarán esas barreras.

El estado de las chicas, la condición de las chicas, será, en mi opinión, y esa es la chica dentro de nosotros y la chica en el mundo, la que determine si la especie sobrevive.

Y quiero sugerir que.

habiendo hablado con chicas, porque acabo de terminar un libro llamado «Soy una criatura emocional: La Vida Secreta de Chicas Alrededor del Mundo,» he estado hablando con chicas durante cinco años, y una de las cosas que he visto es verdad en todas partes es que el verbo que se impone a una chica es el verbo «complacer».

A las chicas se les entrena para complacer.

Quiero cambiar el verbo.

Quiero que todos nosotros cambiemos el verbo.

Quiero que el verbo sea «educar» o «activar» o «participar» o «confrontar» o «desafiar» o «crear».

Si enseñamos a las chicas a cambiar el verbo de hecho impondremos a la chica dentro de nosotros y a la chica dentro de ellas.

Y ahora tengo que compartir algunas historias de chicas que he visto alrededor del planeta quienes han enganchado su chica [interna], quienes han tomado su chica a pesar de todas las circunstancias alrededor de ellas.

Conozco a una chica de 14 años en Holanda, por ejemplo, que está demandando su derecho a tomar un bote e ir alrededor del mundo entero por sí misma.

Hay una chica adolescente quien recientemente salió y supo que necesitaba 56 estrellas tatuadas en la parte derecha de su cara.

Hay una chica, Julia Butterfly Hill, quien vivió durante un año en un árbol porque quería proteger los robles silvestres.

Hay una chica a quien conocí hace 14 años en Afganistán a quien adopté como mi hija porque su madre fue asesinada.

Su madre fue una revolucionaria.

Y esta chica, cuando tenía 17 años vistió una burca [vestido completo] en Afganistán y fue a los estadios y documentó las atrocidades que se cometían contra las mujeres, bajo su burca, con un video.

Y ese video es el video que salió a todo el mundo después del 11 de Septiembre para mostrar las cosas que sucedían en Afganistán.

Quiero hablar de Rachel Corrie quien era una adolescente cuando se paró frente a un tanque israelí para decir «acaben con la ocupación.» Y ella sabía que arriesgaba la vida y fue literalmente ametrallada y atropellada por ese tanque.

Y quiero hablar de una chica que conocí recientemente in Bukavu, a quien embarazó su violador.

Y ella estaba cargando a su bebé.

Y le pregunté que si amaba a su bebé.

Y ella miró a los ojos de su bebé y dijo, «Desde luego que amo a mi bebé.

¿Cómo podría no amarlo?

Es mi bebé y está lleno de amor.» La capacidad de las chicas para sobrepasar situaciones y moverse en niveles, para mí, es asombrosa.

Y hay una chica llamada Dorcas.

Y la conocí recientemente en Kenia.

Y Dorcas tiene 15 años.

Y ella estaba entrenada en defensa personal.

Y hace unos meses la levantaron en la calle por tres hombres mayores.

La secuestraron, la metieron a un auto.

Y a través de su defensa personal, ella agarró sus tráqueas, y les golpeó los ojos, y se liberó y salió del auto.

En Kenia, en agosto fui a visitar una de las casas de seguridad del Día-V para chicas, una casa que abrimos hace siete años con una mujer asombrosa llamada Agnes Pareyio.

Agnes es una mujer que fue mutilada cuando era pequeña, ella fue mutilada genitalmente.

Y ella tomó la decisión como muchas mujeres lo hacen, alrededor del planeta, que lo que le hicieron a ella no sería forzado y hecho a otras mujeres y chicas.

Así, durante años Agnes caminó por el valle Rift.

Le enseñó a las chicas cómo se ve una vagina saludable, y cómo se ve una vagina mutilada.

Y durante ese tiempo salvó a muchas chicas.

Y cuando la conocimos le preguntamos qué podíamos hacer por ella, y ella dijo, «Bueno, si me consiguen un Jeep puedo desplazarme más rápido.» Así, le conseguimos un Jeep.

Y entonces ella salvó a 4,500 chicas.

Y entonces le preguntamos, «Bien,

¿qué otra cosa necesitas?

» Y ella dijo, «Bueno, ahora, necesito una casa.» Así, hace siete años Agnes construyó la primer casa de seguridad Día-V en Narok, Kenia, en territorio Masai.

Y esta era una casa a donde podían huír las chicas, ellas podían salvar su clítoris, no serían mutiladas, podrían ir a la escuela.

Y en los años que Agnes ha tenido la casa ella ha cambiado la situación allí.

Ella se ha convertido literalmente en alcalde suplente.

Ella ha cambiado las reglas.

La comunidad entera se ha enganchado con lo que ella hace.

Cuando estuvimos allí ella estaba haciendo un ritual, donde ella reconcilia a las chicas que han huido, con sus familias.

Y había una chica joven llamada Jaclyn.

Jaclyn tenía 14 años y estaba con su familia Masai y hubo una sequía en Kenia.

Y así que las vacas estaban muriendo, y las vacas son la más valiosa posesión.

Y Jaclyn escuchó a su padre hablar con un hombre mayor acerca de cómo él estaba por venderla por dos vacas.

Y ella sabía que sería mutilada.

Ella sabía que eso significaba que no iría a la escuela.

Ella sabía que eso significaba que no tendría un futuro.

Ella sabía que tendría que casarse con el hombre mayor, y ella tenía 14 años.

Así, una tarde, ella escuchó de la casa de seguridad.

Jaclyn dejó la casa de su padre y caminó durante dos días, dos días, a través del territorio Masai.

Dormía con la hienas.

Se escondía por las noches.

Se imaginaba a su padre matándola, por un lado, y a Mamá Agnes recibiéndola, con la esperanza que ella la recibiría cuando llegara a la casa.

Y cuando ella llegó a la casa fue recibida.

Y Agnes la recibió.

Y Agnes la amó.

Y Agnes la mantuvo durante el año.

Y ella fue a la escuela y encontró su voz y encontró su identidad y encontró su corazón.

Y entonces, llegó el momento cuando debería ir de vuelta y hablar con su padre acerca de la reconciliación, después de un año.

Y tuve el privilegio de estar en la choza cuando ella fue reunida con su padre y reconciliada.

Y en esa choza, cuando entramos, y su padre y sus cuatro esposas estaban sentados allí, y sus hermanas quienes recién regresaron porque todas ellas habían huido cuando ella huyó, y su madre primaria, quien había sido golpeada al encarar por ella a los ancianos [de la tribu].

Y cuando su padre la miró y vio en lo que se había convertido, en su total yo de chica, el la abrazó y comenzó a llorar.

Y él dijo, «Eres hermosa.

Has crecido para ser una mujer espléndida.

No te mutilaremos.

Y te doy mi palabra, aquí y ahora, que tampoco mutilaremos a tus hermanas.» Y lo que ella le dijo fue, «Estabas dispuesto a venderme por cuatro vacas y un becerro, y algunas sábanas.

Pero yo te prometo, ahora que tendré educación que siempre me ocuparé de ti, y regresaré y te construiré una casa.

Y estaré de tu lado el resto de mi vida.» Para mi, ese el poder de la chicas.

Y es el poder de transformar.

Quiero cerrar hoy con una nueva pieza de mi libro.

Y quiero hacerlo esta noche para la chica dentro de todos aquí.

Y quiero hacerlo por Sunitha.

Y quiero hacerlo por las chicas de quienes Sunitha habló ayer, las chicas que sobreviven, las chicas quienes se convierten en alguien diferente.

Pero realmente quiero hacerlo por todas y cada persona aquí, para que valoren la chica dentro de nosotros, para valorar la parte que llora, para valorar la parte que es emocional, para valorar la parte que es vulnerable, para entender que ahí está el futuro.

Esto se titula «Soy una Criatura Emocional.» Y sucedió cuando conocí a una chica en [el barrio de] Watts, en Los Ángeles.

Yo le preguntaba a las chicas si les gustaba ser chicas, y todas las chicas decían, «No; lo odio…

no puedo aguantarlo.» Todo es malo.

Mis hermanos obtienen todo.» Y esta chica se sentó y dijo, «Me encanta ser una chica.

¡Soy una criatura emocional!»
(Risas)
Esto es para ella.

Me encanta ser una chica.

Puedo sentir lo que tú sientes como tu sientes dentro el sentimiento anterior.

Soy una criatura emocional.

Las cosas no me llegan como teorías intelectuales o ideas duras.

Pulsan a través de mis órganos y piernas y queman mis orejas.

Oh, yo se cuando tu novia está realmente enojada, aun cuando parece que ella te da lo que quieres.

Sé cuándo se aproxima una tormenta.

Puedo sentir las invisibles agitaciones en el aire.

Puedo decirte que él no devolverá tu llamada.

Es una vibración que comparto.

Soy una criatura emocional.

Amo el no tomar las cosas a la ligera.

Todo me parece intenso, la manera en que camino por la calle, la forma en que mami me despierta, la manera en que no soporto perder, mi manera de escuchar malas noticias.

Soy una criatura emocional.

Estoy conectada a todo y a todos.

Nací de esa forma.

No digas todo negativo que es una cosa de adolescentes, o que es sólo porque soy una chica.

Estos sentimientos me hacen mejor.

Me hacen presente.

Me preparan.

Me hacen fuerte.

Soy una criatura emocional.

Hay un modo particular de saber, que parece que las ancianas olvidaron de alguna manera.

Me regocijo de que aún esté en mi cuerpo.

Oh, yo sé cuando un coco está a punto de caer.

Sé que hemos llevado a la Tierra demasiado lejos.

Sé que mi padre no regresará, y que nadie está preparado para el fuego.

Sé que el lápiz labial es más que apariencia, y que los chicos son súper-inseguros, y que los llamados terroristas se hacen, no nacen.

Sé que un beso puede llevarse toda mi habilidad para decidir.


(Risas)

¿Y saben qué?

Algunas veces debería.

Esto no extremo.

Es una cosa de chicas, qué seríamos todos si la gran puerta dentro de nosotros se abriera.

No me digas que no llore, que me tranquilice, que no sea extrema, que sea razonable.

Soy una criatura emocional.

Así se hizo la tierra, es como el viento sigue polinizando.

No se le dice al océano Atlántico que se comporte.

Soy una criatura emocional.

¿Por qué querrías callarme o apagarme?

Soy tu memoria restante.

Puedo llevarte de regreso.

Nada se ha diluido.

Nada se ha escurrido.

Amo, escúchame, amo el poder sentir los sentimientos dentro de ti, aun si detienen mi vida, aun si rompen mi corazón, aun si me desvían del camino, ellos me hacen responsable.

Soy emocional, soy una criatura incondicional y devota.

Y amo, escúchame, amo ser una chica.

¿Puedes decirlo conmigo?

Amo, amo, amo, amo, ¡Ser una chica! Muchas gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/eve_ensler_embrace_your_inner_girl/

 

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