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Howard Rheingold sobre «Colaboración» – Charla TED2005

Charla «Howard Rheingold sobre «Colaboración»» de TED2005 en español.

Howard Rheingold habla del mundo emergente de colaboración, medios de comunicación participativa y acción colectiva – y cómoWikipedia es realmente una consecuencia de nuestro instinto natural humano de trabajar en grupo.

  • Autor/a de la charla: Howard Rheingold
  • Fecha de grabación: 2005-02-02
  • Fecha de publicación: 2008-02-11
  • Duración de «Howard Rheingold sobre «Colaboración»»: 1171 segundos

 

Traducción de «Howard Rheingold sobre «Colaboración»» en español.

Estoy aquí para reclutarlos para ayudar a reestructurar la historia de cómo los seres humanos y otras criaturas hacen cosas.

Esta es la vieja historia.

Ya hemos escuchado un poco sobre ella.

La Biología es una guerra en la que sólo sobreviven los más feroces.

Las empresas y las naciones triunfan sólo derrotando, destruyendo y dominando a la competencia.

La política tiene que ver con que tu lado gane a cualquier costo.

Sin embargo, creo que podemos ver el inicio de una nueva historia comienza a emerger.

Es un relato que se extiende a través de diferentes disciplinas, en el cual la cooperación, la acción colectiva y las interdependencias complejas desempeñan un papel más importante Y el papel central, aunque no el más importante, de la competencia y la supervivencia del más apto, se encoge un poco para hacer espacio.

Empecé a pensar en la relación entre la comunicación, los medios y la acción colectiva cuando escribí «Multitudes Inteligentes», Y descubrí que cuando terminé el libro continuaba pensando en eso.

En realidad, si se mira hacia atrás, los medios de comunicación humana y las formas en las que nos organizamos socialmente han co-evolucionado durante bastante tiempo.

Los seres humanos han vivido durante mucho más tiempo que los aproximadamente 10.000 años de civilización sedentaria agricultora.

En pequeños grupos familiares, los cazadores nómadas aportan conejos, recolección de alimento.

La riqueza en esos días consistía en tener suficiente comida para mantenerse vivo Pero en algún momento se unieron en el juego de la caza mayor.

Y no sabemos exactamente cómo lo hicieron.

Aunque deben haber resuelto algunos problemas de acción colectiva.

Sólo tiene sentido que no se pueden cazar mastodontes mientras se está peleando contra otros grupos.

Y una vez más, no tenemos modo de saber, pero está claro que una nueva forma de riqueza debe haber surgido.

Más proteína que la que la familia del cazador podía comer antes de que se pudriera.

Entonces esto planteó un problema social que creo debe haber conducido a nuevas formas sociales.

¿La gente que comía la carne del mastodonte le debía algo a los cazadores y a sus familias? De ser así, ¿cómo hacían los acuerdos? Una vez más, no lo podemos saber, pero podemos estar bastante seguros de que existió alguna forma de comunicación simbólica.

Por supuesto, con la agricultura vinieron las primeras grandes civilizaciones, las primeras ciudades construidas de barro y ladrillo, los primeros imperios.

Y fueron los administradores de estos imperios quienes comenzaron a contratar gente para registrar el trigo y las ovejas y el vino que se les debía.

Y todos los impuestos que se les debía haciendo marcas, marcas en arcilla entonces.

No mucho después de esto se inventó el alfabeto.

Y esta potente herramienta fue reservada durante años a la elite de administradores que llevaban los registros de las cuentas del imperio.

Y después, otra tecnología de la comunicación posibilitó nuevos medios.

Llegó la imprenta y en décadas millones de personas se alfabetizaron.

Y a partir de la población alfabetizada nuevas formas de acción colectiva surgieron en los ámbitos del conocimiento, la religión y la política.

Vimos que revoluciones científicas, la Reforma Protestante, democracias constitucionales fueron posibles donde antes no lo había sido.

No es creado por la prensa de impresión, No creadas por la imprenta, pero posibles por la acción colectiva que emerge de la alfabetización.

Y una vez más, nuevas formas de riqueza emergieron.

Bien,el comercio es antiguo.

Los mercados, tan viejos como los cruces de caminos.

Pero el capitalismo, tal como lo conocemos, tiene sólo unos cientos de años, posibilitado por acuerdos cooperativos y tecnologías como las sociedades anónimas, seguro de responsabilidad compartida, contabilidad por partida doble.

Ahora, por supuesto, las tecnologías habilitantes están basadas en Internet.

Y en la era de de la comunicación de «muchos hacia muchos» cada escritorio es ahora una imprenta, una estación de radiodifusión, una comunidad o un mercado.

La evolución se está acelerando.

Más recientemente ese poder está desligando de los escritorios y yendo más allá de ellos Y muy, muy pronto veremos una significativa parte, o la mayoría, de la raza humana sosteniendo, llevando y vistiendo supercomputadoras enlazadas en velocidades mayores que las que ahora consideramos banda ancha.

Bien, cuando comencé a investigar la acción colectiva, la mayor parte de los textos sobre el tema está basada en lo que los sociólogos llaman «dilemas sociales».

Hay un par de relatos míticos sobre dilemas sociales.

Hablaré sobre ellos: el dilema del prisionero y la tragedia de los comunes.

Ahora, cuando hablé con Kevin Kelly sobre esto, me aseguró que todos en esta audiencia conocen bien los detalles del dilema del prisionero.

Así que me voy a referir a eso muy, muy rápidamente.

Si tienen más preguntas al respecto, pregunten a Kevin Kelly luego.

El dilema del prisionero es, en realidad, una historia de el modelo matemático de la teoría del juego cuando se comenzó a reflexionar sobre la guerra nuclear: dos jugadores que no podían confiar uno en el otro.

Permítanme decir que toda transacción no garantizada es un buen ejemplo del dilema del prisionero.

Una persona con bienes, una persona con dinero, al no poder confiar uno en el otro, no van a intercambiar.

Ninguno quiere ser el primero, o van a obtener la paga del primo.

Sin embargo, ambos pierden porque ninguno obtiene lo que quiere.

Si pudieran llegar a un acuerdo, si pudieran cambiar al dilema del prisionero a un modelo de pago diferente, denominado juego de garantía, podrían avanzar.

Hace 20 años Robert Axelrod usó el dilema del prisionero para sondear el interrogante biológico: Si estamos aquí porque nuestros antepasados fueron competidores tan feroces, ¿cómo puede existir la cooperación? Comenzó un torneo de computación en el que la gente proponía estrategias del problema del prisionero, y descubrió, para su sorpresa, que una estrategia muy.

muy simple ganó.

Ganó el primer torneo, e incluso después de que todos supieran que había ganado, ganó el segundo torneo.

Se lo conoce como estrategia ojo por ojo.

Otro juego económico, tal vez no tan conocido como el dilema del prisionero, es el juego del ultimátum.

Y es también un interesante sondeo sobre nuestros supuestos sobre la forma de hacer las transacciones económicas.

Así es el juego.

Hay dos jugadores.

Nunca antes lo jugaron.

No volverán a jugarlo.

No se conocen.

Están, en realidad, en cuartos diferentes.

Al primer jugador se le ofrecen cien dólares y se le pide que proponga una división: 50/50, 90/10.

Independientemente de lo que proponga el jugador, el segundo puede aceptar a los dos se les paga, el juego termina.

o rechazar.

No se le paga a ninguno y el juego termina.

Ahora, la base fundamental de la economía neoclásica nos diría que es irracional rechazar un dólar porque alguien que no conocemos, en otro cuarto, va a ganar 99.

Sin embargo, en miles de pruebas con estudiantes norteamericanos y europeos y japoneses, un porcentaje significativo rechazaría cualquier oferta no cercana a 50/50.

Y aunque estaban ocultos, y no conocían el juego, y nunca antes lo habían jugado, los oferentes parecían saberlo de forma innata porque la propuesta media fue sorprendentemente cercana al 50/50.

Ahora, la parte interesante aparece más recientemente cuando los antropólogos comenzaron a llevar este juego a otras cultura y descubrieron, para su sorpresa, que los agricultores de tala y quema del Amazonas o pastores nómades en Asia Central, o en una docena de culturas diferentes — cada uno tenía ideas radicalmente opuestas sobre lo que es justo.

Lo cual sugiere que, en lugar de existir un sentido innato de la justicia, de algún modo la base de nuestras transacciones económicas puede estar influida por nuestras instituciones sociales — lo sepamos o no.

El otro gran relato de dilemas sociales es la tragedia de los comunes.

Garrett Hardin la usó para hablar de la sobrepoblación al final de los 60.

Usó el ejemplo de una zona común de pastoreo en la cual cada persona, simplememte por la maximización de su propio rebaño causó sobrepastoreo y agotamiento del recurso.

Llegó a una conclusión bastante triste: los seres humanos devastarán inevitablemente cualquier fondo común de recursos en el cual el uso no sea restringido.

Ahora, Eleanor Ostrom, una científica política, en 1990 formuló una pregunta interesante que cualquier científico debe hacer, ¿es realmente verdad que los seres humanos siempre devastarán los bienes comunes? Entonces salió a buscar cuantos datos pudo.

Estudió miles de casos en los que se comparten cuencas hidrográficas, recursos forestales, pesqueros, y descubrió que, sí, caso tras caso, los seres humanos destruían las áreas comunes de las cuales dependían.

Pero también encontró muchos casos en los cuales la gente escapaba del dilema del prisionero.

En realidad, la tragedia de los comunes es el dilema del prisionero con míltiples jugadores.

Y dijo que las personas sólo son prisioneros si así se consideran.

Escapaban mediante la creación de instituciones de acción colectiva.

Y descubrió, lo que me parece más interesante, que entre aquellas intituciones que funcionaban había cierto número de principios de diseño colectivo.

Y aquellos principios parecen faltar en las instituciones que no funcionan.

Me muevo rápidamente en una serie de disciplinas.

En biología, las nociones de simbiosis, selección de grupo, psicología evolutiva, compiten, con seguridad.

Sin embargo, ya no hay un gran debate sobre el hecho de que los acuerdos cooperativos se han movido desde la periferia a un papel central.

En la biología, del nivel celular al ecológico Y una vez más, nuestras nociones de los individuos como seres económicos se han dado vuelta.

El interés personal racional no es siempre el factor dominante De hecho, la gente actúa para castigar a los tramposos, aún con un costo para ellos mismos.

Y más recientemente, medidas neurofiosologicas han demostrado que los que castigan a los tramposos en juegos económicos muestran actividad en los centros de recompensa de su cerebro.

Lo cual llevó a un científico a declarar que el castigo altruista puede ser lo que aglutina a las sociedades.

Ahora, he hablado sobre nuevas formas de comunicación y nuevos medios que en el pasado ayudaron a crear nuevas formas económicas El comercio es antiguo.

Los mercados, muy viejos.

El capitalismo es bastante reciente El socialismo surgió como una reacción a eso.

Y sin embargo, se ve muy poco debate sobre cómo puede surgir la próxima modalidad.

Jim Surowiecki menciona brevemente el escrito de Yochai Benkler sobre código abierto, que señala una nueva forma de producción: entre iguales .

Sólo quiero que tengan presente que, si en el pasado nuevas formas de cooperación facilitadas por nuevas tecnologías, crearon nuevas formas de riqueza, podemos estar dirigiéndonos a aún otro modelo económico que es significativamente diferente de las anteriores.

Muy brevemente, veamos algunas empresas.

IBM, como saben, HP, Sun — algunos de los competidores más feroces del mundo TI usan código abierto en su sofware, proporcionan una cartera de patentes para bienes universales.

Eli Lilly -de nuevo, el feroz competitivo mundo farnaceútico- creó un mercado de soluciones para problemas farmaceúticos.

Toyota, en lugar de tratar a sus proveedores como un mercado, los trata como una red y los entrena para producir mejor, a pesar de que también los está entrenando para producir mejor para sus competidores.

Ahora, ninguna de estas empresas hace esto por altruismo.

Lo están haciendo porque están aprendiendo que cierto modo de compartir hace a su propio interés.

La producción de código abierto nos ha mostrado que el sofware internacional, como Linux y Mozilla, puede ser creado sin la estructura burocrática empresarial, sin los incentivos del mercado tal como los conocemos.

Google se enriquece enriqueciendo a miles de bloggers a través de AdSense.

Amazon abrió su Interfaz de Aplicaciones de Programación a 60.000 desarrolladores, numerosas tiendas de Amazon.

Están enriqueciendo a otros, no por altruismo, sino para enriquecerse a ellos mismos.

Ebay resolvió el dilema del prisionero y creó un mercado donde ninguno hubiera existido, al crear un mecanismo de retroalimentación que convierte el juego del dilema del prisionero en un juego de garantía.

En lugar de «ninguno puede confiar en el otro, entonces tenemos que hacer movidas subóptimas,» se da, «usted me demuestra que es confiable y cooperaré.» Wikipedia tiene miles de voluntarios para crear una enciclopedia libre con un millón y medio de artículos en 200 idiomas en sólo un par de años.

Hemos visto que ThinkCycle ha permitido a las ONG in países en desarrollo presentar problemas para que los resolvieran estudiantes de todo el mundo incluído algo que está siendo utilizado para aliviar tsunamis ahora.

Es un mecanismo para rehidratar a las víctimas del cólera que es tan simple de usar que analfabetos pueden ser entrenados para usarlo.

BitTorrent convierte cualquier lugar de descarga en un lugar de subida, haciendo que el sistema sea más eficaz cuanto más se usa.

Millones de personas han contribuido con sus computadoras cuando no las usan a vincular a través de Internet colectivos supercomputarizados que ayudan a resolver el problema del plegamiento de proteínas para investigadores médicos.

Se trata de Folding at Home en Standford.

Para descifrar códigos.

Buscar vida en el espacio exterior.

No creo que aún sepamos lo suficiente No creo que ni siquiera hayamos empezado a descubrir los principios básicos.

Pero creo que podemos comenzar a pensar en ellos.

Y no tengo suficiente tiempo para hablar de todos ellos.

Pero, piensen en el interés personal.

Esto es interés personal, pero no sólo eso.

En El Salvador, las dos partes que se retiraron de su guerra civil se movieron con estrategias que reflejaban el dilema del prisionero.

En los EE.UU., en Filipinas, en Kenya, en todo el mundo, los ciudadanos han auto-organizado protestas políticas y campañas en contra usando dispositivos móbiles y SMS.

¿Es posible el Proyecto Apolo de cooperación? ¿Un estudio interdisciplinario de la cooperación? Creo que el beneficio sería grande.

Creo que necesitamos comenzar a desarrollar mapas de este territorio para poder hablar a través de las disciplinas.

No estoy diciendo que la comprensión de la cooperación nos hará mejores personas.

Y algunas veces la gente coopera para hacer cosas malas.

Pero les voy a recordar que hace unos cientos de años las personas vieron a sus seres queridos morir por enfermedades que pensaban fueron causadas por el pecado o extranjeros o malos espíritus.

Descartes dijo que necesitábamos una nueva forma de pensar.

Cuando el método científico aportó esa nueva forma y la biología demostró que los microorganismos causan enfermedades, el sufrimiento se alivió.

¿Qué formas de sufrimiento podrían aliviarse, qué formas de riqueza podrían crearse si supiéramos más sobre la cooperación? No creo que este discurso interdisciplinario vaya a ocurrir automáticamente.

Va a requerir esfuerzo.

Por lo tanto, los recluto para que me ayuden a iniciar el proyecto de cooperación.

Gracias.

(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/howard_rheingold_the_new_power_of_collaboration/

 

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