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Jonathan Eisen: Conoce a tus microbios – Charla TEDMED 2012

Charla «Jonathan Eisen: Conoce a tus microbios» de TEDMED 2012 en español.

Nuestros cuerpos están cubiertos por un mar de microbios, los patógenos que nos enferman y los «buenos» microbios, sobre los que poco sabemos y que podrían mantenernos saludables.
En TEDMED, el microbiólogo Jonathan Eisen nos comparte el estado actual del conocimiento, incluyendo algunas formas sorprendentes de poner a esos buenos microbios a trabajar.

  • Autor/a de la charla: Jonathan Eisen
  • Fecha de grabación: 2012-04-16
  • Fecha de publicación: 2012-07-10
  • Duración de «Jonathan Eisen: Conoce a tus microbios»: 863 segundos

 

Traducción de «Jonathan Eisen: Conoce a tus microbios» en español.

Comenzaré con una pequeña historia.

Yo crecí en este vecindario.

Cuando tenía 15 años, pasé de ser un atleta joven y fortachón a consumirme, en cuatro meses, hasta convertirme en una víctima de la hambruna con una sed insaciable.

Prácticamente me había comido mi cuerpo.

Y todo esto me vino de frente, cuando empacaba para un campamento, el primero, de hecho, a la montaña Old Rag, en Virginia del Oeste, y yo metía la cabeza en charcos de agua y bebía como un perro.

Esa noche, me llevaron a la sala de urgencias y me diagnosticaron diabetes tipo 1 con un ataque de cetoacidosis.

Me recuperé gracias a los milagros de la medicina moderna, a la insulina y a otras cosas, recuperé mi peso, e incluso más.

Y algo se quedó marcado en mí después de lo que ocurrió.

Lo que pensaba era:

¿qué causó la diabetes?

Verán, la diabetes es una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo pelea consigo mismo; algunos pensaron que tal vez la exposición a algún patógeno había provocado que mi sistema inmune combatiera el patógeno y matara las células que producen insulina.

Y eso mismo pensé yo durante mucho tiempo, de hecho, es en lo que la medicina se ha centrado bastante, en los microbios que hacen cosas malas.

Y es aquí donde necesito a mi ayudante.

Puede que la reconozcan.

Ayer me fui, lo siento.

Me salté algunas de las conferencias, y fui hasta el edificio de la Academia Nacional de Ciencias, donde venden juguetes, microbios gigantes.

¡Y allá vamos! Si lo cogieron, acaban de contraer una fascitis necrotizante.

Tengo que recuperar mis habilidades de lanzador.


(Risas)
Desgraciadamente, aunque no es ninguna sorpresa, la mayoría de los microbios que venden en la Academia Nacional de Ciencias son patógenos.

Todo el mundo se centra en las cosas que nos matan, y es en lo que yo me había centrado.

Pero resulta que estamos cubiertos por una nube de microbios, y esos microbios nos ayudan la mayor parte del tiempo, en lugar de matarnos.

Hace tiempo que lo sabemos.

La gente ha usado microscopios para ver los microbios que nos rodean.

Sé que no me están poniendo atención, pero…


(Risas)
Los microbios que nos cubren.

Y si los miran al microscopio, podrán ver que tenemos 10 veces más microbios de lo que tenemos de células humanas.

Nuestros microbios pesan más que todo nuestro cerebro.

Somos literalmente un ecosistema de microorganismos.

Desafortunadamente, si deseas aprender de los microorganismos, verlos al microscopio no es suficiente.

Acabamos de escuchar sobre la descodificación del ADN.

Resulta que una de las mejores maneras de ver a los microbios y de entenderlos, es ver su ADN.

Y eso es lo que he venido haciendo por 20 años, usando la descodificación del ADN, recolectando muestras de varios lugares, incluyendo el cuerpo humano, leyendo el código del ADN y después usando ese código para ver qué nos dice acerca de los microbios que hay en una parte específica.

Y lo que es asombroso, es que cuando usas esta tecnología, por ejemplo, al ver a los humanos, no sólo estamos cubiertos por un mar de microbios.

Hay miles y miles de microbios de diferentes clases en nosotros.

Tenemos millones de genes de microbios en el microbioma humano que nos cubre.

Es la diferencia entre la población de microbios de diferentes personas, sobre lo que los científicos han reflexionado en los últimos 10, tal vez 15 años, quizá estos microbios, esta nube de microbios, en y a nuestro alrededor, y las variaciones entre nosotros, sean responsables de algunas de las diferencias en salud y enfermedad entre nosotros.

Lo que nos devuelve a la historia de diabetes que les estaba contando.

Resulta que la gente cree ahora que uno de los detonantes de la diabetes tipo 1 no es la lucha contra un patógeno, sino la mala comunicación entre los microbios que viven dentro y fuera de nosotros.

Tal vez la comunidad microbiana que vive dentro y fuera de mí, cambió, y esto detonó algún mecanismo de respuesta inmune que me llevó a matar las células que fabricaban la insulina.

De lo que quiero hablar con ustedes por algunos minutos es de lo que la gente ha aprendido usando las técnicas de descodificación de ADN en particular, al estudiar la nube de microbios que vive dentro y fuera de nosotros.

Quiero contarles acerca de un proyecto personal.

Mi primera experiencia personal al estudiar los microbios en el cuerpo humano, vino de una conferencia que dicté, justo a la vuelta de la esquina de aquí, en Georgetown.

Di una charla, y un amigo de la familia que resultó ser el Director de la Escuela de Medicina de Georgetown estaba allí, y se me acercó después a decirme que estaban haciendo un estudio de trasplantes ileales en personas.

Y querían ver los microbios después del trasplante.

Así que empecé a trabajar con ellos, Michael Zasloff y Thomas Fishbein, a revisar los microbios que vivían en el íleon después de haberlo trasplantado al receptor.

Y puedo compartir los detalles del estudio microbiano que hicimos allí, pero la razón por la que quiero contarles esta historia es algo realmente sorprendente que hicieron al inicio del proyecto.

Tomaron el íleon, que está lleno de microbios del donador y tenían un receptor que podría tener un problema con su comunidad microbiana, digamos enfermedad de Crohn, y esterilizaban el íleon del donador.

Lo limpiaban de microbios y después lo ponían en el receptor.

Hacían esto porque era una práctica común en medicina, aún cuando era obvio que esto no era una buena idea.

Afortunadamente en el curso del proyecto, los cirujanos de trasplantes y las otras personas decidieron, «olvidémonos de la práctica común, tenemos que cambiar».

De hecho cambiaron a dejar algunos de los microbios de la comunidad en el íleon.

Dejaban los microbios en el donador, y en teoría eso podría ayudar a las personas que eran receptores de este trasplante ileal.

Así que, este es un estudio que hice ahora.

En los últimos años ha habido una gran expansión al usar tecnología de ADN para estudiar a los microbios y a las personas.

Hay algo llamado el proyecto «Microbioma Humano» que se está haciendo en EE.UU., MetaHIT lo trabaja en Europa, y muchos otros proyectos.

Y cuando la gente ha hecho muchos estudios, ha aprendido cosas como que, cuando nace un bebé, al salir por el conducto vaginal, el bebé queda colonizado por los microbios de su madre.

Hay factores de riesgo asociados a las cesáreas, algunos de esos factores de riesgo pueden deberse a una mala colonización cuando extrae a un bebé de su madre en lugar de dejarlo nacer por el conducto del parto.

Y muchos otros estudios han mostrado que la comunidad microbiana que vive en nosotros ayuda al desarrollo del sistema inmune, ayuda a combatir patógenos, ayuda en nuestro metabolismo, y a determinar nuestra velocidad metabólica, probablemente determine nuestro olor, y tal vez moldee nuestra conducta de muchas formas.

Estos estudios han documentado o sugerido una gran variedad de funciones importantes para la comunidad microbiana, esta nube, estos no patógenos que viven en y alrededor de nosotros.

Y esta es un área que considero muy interesante.

al igual que muchos de ustedes, ahora que les hemos lanzado microbios; es algo que llamo «germofobia,» Las personas son obsesivas con la limpieza,

¿no es cierto?

Tenemos antibióticos en las repisas de la cocina, la gente se lava todo el cuerpo todo el tiempo, le inyectamos antibióticos a nuestra comida, a nuestras comunidades, tomamos antibióticos en exceso.

El matar patógenos es algo bueno si estás enfermo, pero debemos entender que cuando inyectamos químicos y antibióticos en nuestro mundo, también estamos matando la nube de microbios que vive dentro y fuera de nosotros.

Y un uso excesivo de antibióticos, en particular en los niños, ha sido asociado a factores de riesgo para obesidad, para enfermedades autoinmunes, para una variedad de problemas que son causados probablemente por trastornar nuestras comunidades microbianas.

La comunidad microbiana puede degradarse sin importar si lo deseamos o no, o podemos acabarla con antibióticos, pero,

¿cómo podemos restaurarla?

Estoy seguro de que muchos de ustedes han escuchado de los probióticos.

Los probióticos son lo que pueden usar para restaurar la comunidad microbiana dentro y fuera de ustedes.

Se ha demostrado que son efectivos en algunos casos.

Hay un proyecto en la Universidad de California en Davis en donde las personas usan probíoticos para ensayar y tratar, prevenir, la enterocolitis necrotizante en infantes prematuros.

Los niños prematuros tienen verdaderos problemas con su comunidad microbiana.

Y puede ser que los probióticos ayuden a prevenir el desarrollo de esta horrible enterocolitis necrotizante en estos niños prematuros.

Pero los probióticos son una solución muy simple.

Muchas de las pastillas que pueden tomar o de los yogures que pueden comer tienen una o dos especies en ellos, tal vez hasta cinco, y la comunidad humana consta de miles y miles de especies.

Así que,

¿qué podemos hacer para restaurar nuestra comunidad microbiana cuando tenemos miles y miles de especies en nosotros?

Una de las cosas que los animales hacen es esta, se comen sus heces —coprofagia—.

Resulta que muchos veterinarios, veterinarios de la vieja escuela en particular, han estado haciendo lo que llaman «té de heces», para tratar los cólicos y otras enfermedades en caballos y vacas y cosas como esas, donde haces un té de heces de un animal sano y a partir de allí alimentas a un animal enfermo.

Aunque, a menos que tengan una vaca con una fístula y un gran agujero en un lado, y que puedan tomar en la mano un poco de su rumen, es difícil imaginar que llevar la dosis de microbios directamente a la boca y a través del tracto digestivo superior sea el mejor sistema de suministro, así que tal vez hayan oído de personas que están haciendo trasplantes fecales, donde en lugar de suministrar un par de microbios probióticos por la boca, suministran una comunidad de probióticos, una comunidad de microbios de un donador sano, a través del otro extremo.

Esto ha resultado muy efectivo para combatir algunas enfermedades infecciosas intransigentes como el Clostridium difficile, infecciones que pueden permanecer en las personas por años y años.

El trasplante de las heces, de los microbios de las heces de un donador sano, ha demostrado curar las infecciones sistémicas de C.

dif en algunas personas.

Ahora bien, estos trasplantes fecales o los tés de heces me sugieren, y muchas otras personas han llegado a la misma idea, que la comunidad microbiana dentro y fuera de nosotros es un órgano.

Deberíamos verlo como un órgano operativo, parte de nosotros mismos.

Deberíamos tratarlo con delicadeza y respeto, y no maltratarlo haciendo cesáreas o usando antibióticos o limpieza excesiva, sin una justificación válida.

Y lo que la tecnología de descodificación de ADN le permite hacer a la gente es hacer estudios detallados de, digamos, 100 pacientes que tenían enfermedad de Crohn y 100 personas que no tenían enfermedad de Crohn.

O 100 personas que tomaron antibióticos cuando eran pequeños, y 100 personas que no tomaron antibióticos.

Y podemos entonces comparar la comunidad de microbios y sus genes para descubrir las diferencias.

Eventualmente seremos capaces de entender si no son solo diferencias correlacionadas, sino causales.

Los estudios en sistemas modelo, como el ratón y otros animales nos ayudan a hacer esto, pero las personas ahora están usando estas tecnologías porque se han vuelto económicas para estudiar los microbios en y sobre una variedad de personas.

Para terminar, quiero contarles, una parte que no les conté de la historia de mi diabetes.

Resulta que mi papá era médico, de hecho estudiaba hormonas.

Le dije muchas veces que estaba cansado, sediento, que no me sentía bien.

Él se encogía de hombros, supongo que pensaba que era un quejumbroso o era el típico médico: «nada puede estar mal con mis hijos».

Incluso fuimos en familia a la Reunión Internacional de la Sociedad de Endocrinología en Quebec.

Yo me levantaba cada cinco minutos para orinar, y me tomaba el agua de todo el mundo en la mesa, creo que todos pensaban que era drogadicto.


(Risas)
Pero la razón por la que les cuento esto es que la comunidad médica, por ejemplo mi padre, algunas veces no ve lo que está frente a sus ojos.

La nube de bacterias está justamente frente a nosotros.

No podemos verla la mayor parte del tiempo, es invisible.

Son microbios.

Son pequeños.

Pero podemos verlos bien a través de su ADN.

podemos verlos a través de los efectos que provocan en las personas.

Y lo que necesitamos ahora es empezar a pensar acerca de esta comunidad en el contexto de todo en la medicina humana.

No significa que afecte cada parte de nuestras vidas, pero podría.

Lo que debemos hacer es crear una guía completa sobre los microbios que viven en y de la gente, de manera que podamos entender qué es lo que hacen en nuestras vidas.

Somos ellos.

Ellos son nosotros.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/jonathan_eisen_meet_your_microbes/

 

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