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Paul Conneally: Humanitarismo digital – Charla TEDxRC2

Charla «Paul Conneally: Humanitarismo digital» de TEDxRC2 en español.

El desastroso terremoto de Haití dio una lección inesperada a los grupos humanitarios: el poder de los dispositivos móviles para coordinar, informar y orientar los esfuerzos de socorro. En el TEDxRC2, Paul Conneally muestra extraordinarios ejemplos de medios de comunicación sociales y otras tecnologías que se están imponiendo en la ayuda humanitaria.

  • Autor/a de la charla: Paul Conneally
  • Fecha de grabación: 2011-11-27
  • Fecha de publicación: 2012-02-17
  • Duración de «Paul Conneally: Humanitarismo digital»: 657 segundos

 

Traducción de «Paul Conneally: Humanitarismo digital» en español.

El modelo humanitario ha cambiado poco desde principios del siglo XX.

Sus orígenes están profundamente arraigados a ese período.

Y se ve venir un gran cambio en el horizonte.

El catalizador de este cambio fue el gran terremoto que azotó a Haití el 12 de enero de 2010.

Haití cambió las cartas sobre la mesa.

El terremoto destruyó la capital Puerto Príncipe cobrando la vida de unas 320.000 personas, dejando sin casa alrededor de 1,2 millones de personas.

Se destruyeron totalmente las instituciones gubernamentales, incluyendo el palacio presidencial.

Recuerdo que estaba en el tejado del Ministerio de Justicia en el centro de Puerto Príncipe.

Estaba a unos dos metros de altura, completamente aplastado por la violencia del terremoto.

Para los que estábamos en tierra en esos primeros días, e incluso para los veteranos más acostumbrados a los desastres, era evidente que Haití era un caso particular.

Haití era algo que no habíamos visto antes.

Pero Haití nos trajo algo sin precedentes.

Nos permitió vislumbrar un futuro sobre la posible respuesta a los desastres en un mundo hiperconectado donde la gente tiene acceso a dispositivos móviles inteligentes.

Debido a la devastación urbana en Puerto Príncipe llegó un torrente de SMS: gente pidiendo ayuda, implorando asistencia, compartiendo información, ofreciendo apoyo, buscando a los seres queridos.

Era una situación que las agencias de ayuda tradicionales nunca antes habían experimentado.

Estábamos en uno de los países más pobres del planeta, sin embargo, el 80% de las personas tenía un dispositivo móvil.

No estábamos preparados para esto, y ellos daban forma a los esfuerzos de ayuda.

Fuera de Haití también las cosas se veían diferentes.

Miles de los llamados voluntarios digitales navegaban por Internet, convertían los tweets ya convertidos vía SMS y los ponían en mapas de código abierto, agregándoles todo tipo de información importante -gente como Crisis Mappers y Open Street Map- y poniéndola a disposición de todos en la Web -medios de comunicación, organizaciones de ayuda y las comunidades mismas- para que participaran y utilizaran.

Volviendo a Haití, la gente recurría cada vez más a los SMS.

La gente hambrienta y herida manifestaba su angustia y la necesidad de ayuda.

Por todos lados en las calles de Puerto Príncipe aparecieron empresarios ofreciendo estaciones de recarga de teléfonos móviles.

Entendieron mejor que nosotros la necesidad instintiva de estar conectados.

Como nunca antes nos habíamos enfrentado a este tipo de situaciones, queríamos tratar de entender cómo explotar este recurso increíble, cómo aprovechar realmente el uso increíble de la tecnología móvil y la tecnología SMS.

Empezamos hablando con Voilà, un proveedor local de telecomunicaciones que es una subsidiaria de la Trilogy International.

Básicamente teníamos tres requisitos.

Queríamos comunicarnos en ambas direcciones.

No queríamos gritar; también necesitábamos escuchar.

Queríamos ser capaces de identificar determinadas comunidades geográficas.

No necesitábamos hablar a todo el país al mismo tiempo.

Y queríamos que fuera fácil de usar.

De los escombros de Haití y de esta devastación surgió algo que llamamos TERA, un sistema de respuesta a emergencias, que desde entonces se ha empleado para apoyar la asistencia humanitaria y para ayudar a las comunidades a prepararse ante los desastres.

Se ha usado para advertir con anticipación en caso de desastres climáticos.

Se usa en campañas de sensibilización sanitaria como la prevención del cólera, e incluso en cuestiones delicadas como la construcción de conciencia en torno a la violencia de género.

Pero, ¿funciona? Acabamos de publicar una evaluación de este programa y la evidencia que se observa es sorprendente.

El 74% de las personas recibió los datos.

Entre aquellos que debían recibir los datos, el 74% los recibió.

Al 96% de ellos les parecieron útiles.

Un 83% entró en acción, prueba de que es realmente eficaz.

Y el 73% los compartieron.

El sistema TERA se desarrolló desde Haití con el apoyo de ingenieros de la región.

Es una tecnología fácil de manejar que se ha usado eficazmente para el bien de la humanidad.

La tecnología es transformacional.

En los países en vías de desarrollo los ciudadanos y las comunidades usan la tecnología para poder lograr el cambio, un cambio positivo en sus propias comunidades.

La gente común se ha fortalecido gracias al poder del intercambio social y está desafiando los viejos modelos, los viejos modelos analógicos de comando y control.

Un ejemplo del poder transformador de la tecnología se encuentra en Kibera, uno de los barrios marginales más grandes de África.

Está a las afueras de Nairobi, la capital de Kenia.

Es el hogar de un indefinido número de personas, algunos dicen entre 250.000 y 1,2 millones.

Si Uds.

llegaran hoy a Nairobi y miraran un mapa turístico, Kibera está representado como un frondoso parque nacional desprovisto de asentamiento humano.

Los jóvenes de Kibera en su comunidad, con simples dispositivos portátiles como GPS y teléfonos celulares con servicio SMS, literalmente se colocaron en el mapa.

Recogieron datos colectivos e hicieron visible lo invisible.

Gente como Josh y Steve siguen proporcionando información sobre información, información en tiempo real enviada por Twitter y SMS a estos mapas para uso de todos.

Pueden enterarse acerca de la última sesión de música improvisada.

Averiguar sobre el incidente de seguridad más reciente.

Encontrar información sobre los lugares de culto.

Obtener información sobre los centros de salud.

Se puede sentir el dinamismo de esta comunidad que vive y respira.

También tienen su propia red de noticias en YouTube con 36.000 visualizaciones hasta el momento.

Nos muestran lo que se puede hacer con las tecnologías móviles digitales.

Están mostrando que la magia de la tecnología puede hacer visible lo invisible.

Y se están dando voz.

Están contando su propia historia por encima de la versión oficial.

Y desde cualquier lugar del mundo vemos historias similares.

En Mongolia, por ejemplo, donde el 30% de la gente es nómada, los sistemas de información SMS se usan para seguir las migraciones y los patrones climáticos.

También se usan para celebrar reuniones de pastores a través de la participación a distancia.

Y si las personas emigran hacia zonas urbanas desconocidas, también pueden ser previamente asistidas con apoyos sociales preparados para ayudarlos gracias a los conocimientos SMS.

En Nigeria, herramientas SMS de código abierto se usan por los trabajadores comunitarios de la Cruz Roja para recabar información de la comunidad local en un intento por comprender mejor y mitigar la prevalencia de la malaria.

Mi colega Jason Peat, quien dirige este programa, me dice que es 10 veces más rápido y barato que la forma tradicional de hacer las cosas.

Y no solo le da más poder a las comunidades, la cosa importante es que esta información queda en la comunidad donde más se necesita para formular políticas de salud a largo plazo.

Estamos en un planeta de siete millones de personas, 5000 millones de suscripciones a telefonía móvil.

Para el 2015, habrá 3000 millones de smartphones en el mundo.

La comisión de banda ancha de la ONU recientemente ha fijado objetivos para ayudar el acceso a la banda ancha en 50% de los países en vías de desarrollo, frente al 20% actual.

Estamos precipitando hacia un mundo hiperconectado donde los ciudadanos de todas las culturas y todos los estratos sociales tendrán acceso a dispositivos móviles rápidos e inteligentes.

La gente está entendiendo, desde El Cairo a Oakland, que hay nuevas formas de unirse, nuevas formas de movilizarse, nuevas formas de influir.

Se acerca una transformación que deben entender las estructuras y modelos humanitarios.

La voz colectiva de la gente debe ser más integral a través de las nuevas tecnologías en las estrategias organizativas y planes de acción y no solo recicladas para la recaudación de fondos o de marketing.

Por ejemplo, tenemos que aceptar los datos importantes, los conocimientos brindados por los líderes del mercado que entienden lo que significa usar y aprovechar los datos importantes.

Una idea que me gustaría consideraran, por ejemplo, es dar un vistazo a nuestros departamentos TIC.

Por lo general son proveedores de hardware en cuartos traseros o en sótanos, pero deben ser ascendidos a estrategas de software.

Necesitamos gente en nuestras organizaciones que sepa lo que es trabajar con grandes datos.

Necesitamos la tecnología como principio organizativo central.

Necesitamos estrategas tecnológicos en las asambleas capaces de responder a la pregunta: «¿Qué harían Amazon y Google con todos estos datos y utilizarlos en bien de la humanidad?» Las posibilidades que están trayendo las nuevas tecnologías digitales puede ayudar a las organizaciones humanitarias, no solo a garantizar a la gente el derecho a la información o el derecho a comunicar, pero creo que en el futuro, las organizaciones humanitarias también tendrán que anticipar el derecho de la gente de acceder a tecnologías de comunicación críticas con el fin de asegurar que sus voces sean escuchadas, que estén realmente participando, que realmente tengan un papel en el mundo humanitario.

Siempre ha sido el ideal difícil de alcanzar asegurar la plena participación de la gente afectada por los desastres en el esfuerzo humanitario.

Ahora tenemos las herramientas y las posibilidades.

No hay más razones para no hacerlo.

Creo que tenemos que traer el mundo humanitario del analógico al digital.

Muchas gracias.

(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/paul_conneally_how_mobile_phones_power_disaster_relief/

 

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