Saltar al contenido
Deberes escolares » Charlas educativas » Sarah Kay: Si tuviera una hija… – Charla TED2011

Sarah Kay: Si tuviera una hija… – Charla TED2011

Charla «Sarah Kay: Si tuviera una hija…» de TED2011 en español.

«Si tuviera una hija, en vez de mamá, me llamaría Punto B…» comienza recitando Sarah kay, poeta de spoken word, en una charla que inspiró dos ovaciones de pie en TED2011. Cuenta su propia historia de metamorfosis – desde una adolescente de ojos abiertos empapándose en verso en el Club de Poesía Bowery de Nueva York, hasta ser una maestra que conecta a los niños con el poder de la libre expresión a través del Proyecto V.O.I.C.EC – y nos da 2 actuaciones cautivadoras de «B» y «Hiroshima».

  • Autor/a de la charla: Sarah Kay
  • Fecha de grabación: 2011-03-03
  • Fecha de publicación: 2011-03-18
  • Duración de «Sarah Kay: Si tuviera una hija…»: 1105 segundos

 

Traducción de «Sarah Kay: Si tuviera una hija…» en español.

Si tuviera una hija, en vez de mamá, me llamaría Punto B, porque de esa manera sabe que no importa lo que pase, al menos, siempre puede encontrar su camino hacia mí.

Y voy a pintar los sistemas solares en las palmas de sus manos, para que tenga que aprender todo el universo antes que pueda decir, «Oh, conozco eso como la palma de mi mano».

Y ella va a aprender que esta vida te golpeará duro en la cara, esperará que te repongas sólo para patearte el estómago.

Pero quedarte sin aire es la única forma de recordarle a tus pulmones lo mucho que les gusta el sabor del aire.

Aquí hay heridas que no pueden curarse con curitas o poesía.

Entonces cuando ella comprenda que la Mujer Maravilla no vendrá, me aseguraré que sepa que no tiene que llevar la capa ella sola Porque no importa cuan ancho extiendas tus dedos, tus manos siempre serán muy pequeñas para abarcar todo el dolor que quieres sanar.

Créanme, lo he intentado.

«Y, cariño», voy a decirle, no lleves la nariz levantada en el aire.

Conozco ese truco; lo hice millones de veces.

Sólo estás oliendo el humo para poder seguir el camino de regreso a una casa en llamas, para poder encontrar al chico que perdió todo en el fuego para ver si puedes salvarlo.

O bien encontrar al chico que comenzó el incendio, para ver si puedes cambiarlo» Pero se que ella lo hará de todos modos, por eso siempre tendré cerca una ración extra de chocolate y botas de lluvia, porque no hay angustia que el chocolate no pueda curar.

Bueno, hay algunas angustias que el chocolate no puede curar.

Pero para eso están las botas de lluvia.

Porque si la dejas, la lluvia se lleva todo.

Quiero que ella mire el mundo a través del fondo de vidrio de un barco, que a través de un microscopio mire las galaxias que existen en ese puntito que es la mente humana porque esa es la forma en que mi mamá me enseñó Que habrá días como este.

♫ Habrá días como este, mi mamá dijo.

♫ Cuando abres tus manos para atrapar y terminas sólo con moretones y ampollas; Cuando sales de la cabina telefónica y tratas de volar y las mismas personas que quieres salvar son los que están pisando tu capa; cuando tus botas se llenarán de agua, y estarás desilusionada hasta las rodillas Y son precisamente esos días en que tienes más razones para decir gracias.

Porque no hay nada más hermoso que la forma en que el océano se niega a dejar de besar la costa, No importa cuántas veces se aleja.

Pondrás el viento en ganar algo, perder algo.

Pondrás la estrella en comenzar una y otra vez.

Y no importa cuántas minas estallen en un minuto, asegúrate que tu mente aterrize en la belleza de este raro lugar llamado vida.

Y si, en una escala de uno a exceso de confianza, soy bastante ingenua.

Pero quiero que ella sepa que este mundo está hecho de azúcar.

Puede derrumbarse fácilmente, pero no tengas miedo de sacar la lengua y saborearlo.

«Cariño», voy a decirle, «recuerda que tu mamá se preocupa y tu papá es un luchador, y tú eres la niña con manos pequeñas y ojos grandes quien nunca se cansa de pedir más».

Recuerda que las cosas buenas vienen de a tres, y las cosas malas también.

Y siempre discúlpate cuando hayas hecho algo mal.

Pero nunca te disculpes por la forma en que tus ojos se niegan dejar de brillar.

Tu voz es pequeña, pero nunca dejes de cantar.

Y cuando finalmente la tristeza te embargue, cuando el odio y la guerra se deslicen bajo tu puerta y te ofrezcan folletos en las esquinas de cinismo y derrota, les dices que realmente deberían conocer a tu madre.

Gracias.

Gracias.


(Aplausos)
Gracias.


(Aplausos)
Gracias.


(Aplausos)
Gracias.


(Aplausos)
Bien, ahora quiero que se tomen un momento, y piensen en tres cosas que saben que son ciertas.

Puede ser acerca de lo que quieran — tecnología, entretenimiento, diseño, su familia, lo que desayunaron.

La única regla es no pensar demasiado.

Bien,

¿listos?

Vamos.

Bien.

Aquí van las tres cosas que yo sé que son verdad.

Sé que Jean-Luc Godard tenía razón cuando dijo que, «una buena historia tiene un comienzo, un desarrollo y un final, aunque no necesariamente en ese orden».

Sé que estoy muy nerviosa y emocionada de estar aquí, lo cual está inhibiendo mi habilidad para mantenerme tranquila.


(Risas)
Y sé que estuve esperando toda la semana para contarles este chiste.


(Risas)

¿Por qué el espantapájaros fue invitado a TED?

Porque sobresalió en su campo.


(Risas)
Lo siento.

Bien, entonces hay 3 cosas que sé que son ciertas.

Pero hay un montón de cosas que tengo problemas para entender.

Así que escribo poemas, para entender las cosas.

A veces la única forma en que sé cómo manejar algo es escribiendo un poema.

Y a veces llego al final del poema y lo leo y digo, «Ah, de eso se trata todo esto».

Y a veces llego al final del poema y no he resuelto nada, pero al menos hago de esto un nuevo poema.

La poesía «Spoken Word» es el arte de la poesía representada.

Le digo a la gente que implica crear poesía que no sea sólo para quedarse en el papel, que algo de esto exige que se escuche en voz alta o sea presenciada en persona.

Cuando cursaba el primer año de la escuela secundaria, yo era un manojo de nervios.

Y estaba poco desarrollada y facilmente irritable.

Y a pesar de mi temor de que me observasen por mucho tiempo, estaba fascinada con la idea de la poesía spoken word.

Sentí que mis dos amores secretos, la poesía y el teatro, se unieron, tuvieron un bebe, un bebe que necesitaba conocer.

Asi que decidí darle una oportunidad.

Mi primer poema spoken word, lleno de toda la sabiduría de los 14 años, fue acerca de la injusticia deser vista como poco femenina.

El poema era de mucha indignación y principalmente exagerado, pero la única poesía spoken word que había visto hasta entonces era principalmente de indignación asi que pensé que era eso lo que se esperaba de mi.

La primera vez que hice la representación la audiencia de adolescentes clamaron y gritaron su simpatía, y cuando salí del escenario, estaba temblando.

Sentí que tocaron mi hombro, me dí vuelta para ver salir de la multitud esta chica gigante de buzo con capucha.

Quizás medía más de 2 metros y parecía que podía darme una paliza con una mano, pero en cambio, sólo asintió con su cabeza y dijo, «Hey, realmente lo sentí.

Gracias».

Y me cayó un rayo.

Me enganché.

Descubrí este bar en el Lower East Side de Manhattan que semanalmente ofrecía poesía con micrófono abierto, y mis padres desconcertados, pero incondicionales, me llevaron para empaparme de cada átomo de spoken word que podía.

Yo era al menos una década más joven que el resto pero de alguna forma, a los poetas del Club de poesía Bowery no parecía molestarles que alguien de 14 años anduviera por ahí de hecho, me recibieron bien.

Y fue aquí, escuchando a estos poetas compartir sus historias que aprendí que la poesía spoken word no tenía que estar llena indignación podía ser divertida o triste o seria o tonta.

El Club de Poesía Bowery se convirtió en mi salón de clases y en mi hogar.

Y los poetas que representaban me alentaban a compartir también mis historias.

No importaba el hecho de que tuviese 14 años — me dijeron, «Escribe sobre tener 14 años».

Así lo hice y me sorprendía cada semana cuando estos brillantes poetas adultos se reían conmigo y simpatizaban y aplaudiéndome me decían, «Hey, yo también siento eso».

Puedo dividir mi camino a través del spoken word en 3 pasos.

El primer paso, fue el momento en que dije, «Yo puedo.

Puedo hacer esto».

Y eso fue gracias a la chica del buzo con capucha.

El segundo paso, fue el momento en que dije, «Lo haré.

Continuaré.

Me encanta el spoken word.

Continuaré volviendo cada semana».

Y el tercer paso comenzó cuando comprendí que no tenía que escribir poemas que fueran de enojo si eso no es lo que yo era.

Había cosas que eran específicas para mí, y cuanto más me enfocaba en esas cosas, más extraña se volvía mi poesía, pero más la sentía como mía.

No es sólo el adagio de «escribe lo que sabes», se trata de reunir todos los conocimientos y la experiencia que recogiste hasta el momento que te ayudan a sumergirte en las cosas que no sabes.

Utilizo la poesía para lidiar con las cosas que no entiendo, pero con cada nueva poesía aparezco con una mochila llena de todos los lugares en los que he estado.

Cuando entré a la universidad, me encontré con un compañero poeta quien compartía mi creencia en la magia de la poesía spoken word.

Y en realidad, Phil Kaye y yo coincidentemente también compartimos el mismo apellido.

Cuando estaba en la escuela secundaria había creado el Proyecto V.O.I.C.E.

como una forma de alentar a mis amigos a que hagan conmigo spoken word.

Pero Phil y yo decidimos reinventar el proyecto V.O.I.C.E.

— esta vez cambiando la misión para usar la poesía spoken word como una forma de entretener, educar e inspirar.

Éramos estudiantes de tiempo completo, pero en el medio viajábamos, actuando y enseñando a niños desde 9 años hasta candidatos en Master en Bellas Artes, desde California hasta Indiana, y hasta India, hasta en una escuela secundaria pública, en la misma calle del campus.

Y veíamos una y otra vez la forma en que la poesía spoken word entreabría las cerraduras.

Pero resultó que a veces, la poesía puede ser realmente aterradora.

Resultó que a veces, tienes que engañar a los adolescentes para que escriban poesía.

Así que se me ocurrieron las listas.

Todo el mundo puede escribir listas.

Y la primera lista que asigno es la de «10 cosas que sé que son ciertas».

Y esto es lo que sucede, y esto es lo que ustedes descubrirían también si todos empezamos a compartir nuestras listas en voz alta.

En cierto punto, se darían cuenta que alguien tiene exactamente lo mismo o una cosa muy parecida, a algo de tu lista.

Y luego alguien más tiene algo totalmente opuesto a las tuyas.

Un tercero tiene algo que nunca antes has oído hablar.

Y un cuarto tiene algo de lo que tú pensabas que sabías todo, pero ellos introdujeron una nueva perspectiva para analizarlo.

Y le digo a la gente que es aquí donde las grandes historias empiezan — en estas 4 intersecciones en lo que te apasiona y de lo que otros podrían emplear.

Y la mayoría de la gente responde muy bien a este ejercicio.

Pero una de mis estudiantes, de primer año llamada Charlotte, no estaba convencida.

Charlotte era muy buena escribiendo listas, pero se negaba a escribir poemas.

«Señorita», me diría, «Simplemente no soy interesante No tengo nada interesante para decir».

Así que le asignaba lista tras lista, y un día le asigné la lista «10 Cosas que ya deberíamos haber aprendido».

El tercer punto de la lista de Charlotte decía, «Debería haber aprendido a no enamorarme de chicos que me triplican en edad».

Le pregunté qué significaba eso, y me dijo, «Señorita, es una larga historia».

Y le dije, «Charlotte, para mí suena muy interesante».

Y entonces ella escribió su primer poema, un poema de amor diferente a cualquier otro que yo hubiese escuchado antes.

Y el poema comenzaba, «Anderson Cooper es un hombre magnífico».


(Risas)

¿Lo vieron en 60 Minutos, compitiendo con Michael Phelps en una piscina — sólo con un traje de baño — buceando en el agua, decidido a vencer a este campeón de natación?

Luego de la carrera, sacudió su platinado y mojado cabello y dijo, «Eres un dios».

No, Anderson, tú eres el dios»:
(Risas)

(Aplausos)
Ahora, sé que la regla número uno para ser interesante es parecer imperturbable, no admitir nunca que algo te atemoriza o te impresiona o te entusiasma.

Una vez alguien me dijo es como caminar por la vida así.

Te proteges a tí mismo de todas las miserias y dolores inesperados que puedan aparecer.

Pero yo intento caminar por la vida así.

Y sí, eso significa agarrar todas esas miserias y dolores, pero también significa que cuando las cosas hermosas y maravillosas caen del cielo, estoy lista para tomarlas.

Uso spoken word para ayudar a mis alumnos a redescubrir las maravillas, a luchar contra sus instintos de ser esquivos e imperturbables y, en cambio, buscar activamente estar comprometidos con lo que sucede a su alrededor, para que pueden reinterpretar y crear algo de eso.

No es que yo piense que la poesía spoken word sea la forma de arte ideal.

Siempre estoy tratando de encontrar la mejor forma de contar cada historia.

Escribo musicales, hago cortometrajes junto con mis poemas.

Pero enseño poesía spoken word porque es accesible.

No todo el mundo puede leer música o tener una cámara, pero todos pueden comunicarse de alguna forma, y todos tienen historias de la cuales el resto de nosotros podemos aprender.

Además, la poesía spoken work facilita la conexión inmediata.

No es extraño que las personas sientan que están solas o que nadie las entiende, pero la poesía spoken word enseña que si tienes la habilidad para expresarte y la valentía para mostrar esas historias y opiniones, puedes ser recompensado con una sala llena de compañeros, o de la comunidad, que te escucharán.

Y quizás hasta una chica gigante de buzo con capucha se conectará con lo que compartiste.

Y lograr ese descubrimiento es increible, en especial cuando tienes 14 años.

Además, ahora con YouTube, esa conexión no se limita a la sala en la que estamos.

Soy tan afortunada de que haya archivos de actuaciones que puedo compartir con mis alumnos.

Les permite tener más oportunidades de encontrar un poeta o una poesía para conectarse.

Es tentador – una vez que se hayan dado cuenta de esto – es tentador seguir escribiendo el mismo poema, o seguir contando la misma historia, una y otra vez, una vez que descubriste que vas a ser aplaudido.

No basta con enseñar que puedes expresarte; tienes que crecer y explorar y arriesgarte y desafiarte a tí mismo.

Y ese es el tercer paso: inculcar en el trabajo que estás haciendo con las cosas específicas que te hacen quien eres incluso cuando las cosas estén siempre cambiando.

Porque el tercer paso nunca termina.

Pero no llegas a comenzar el tercer paso, si primero no tomas el primero: Yo puedo.

Mientras enseño viajo mucho, y no siempre llego a ver a todos mis estudiantes alcanzar su tercer paso, pero fuí muy afortunada con Charlotte, que llegué a ver desarrollar su camino de la forma en que lo hizo.

La vi descubrir que al poner las cosas que sabe que son ciertas en el trabajo que está haciendo, puede crear poesías que sólo Charlotte puede escribir — sobre los globos oculares y los ascensores y Dora la Exploradora.

Y estoy tratando de contar historias que sólo yo puedo contar — como esta historia.

Pasé mucho tiempo pensando en la mejor forma de contar esta historia, y me pregunté si la mejor forma era un PowerPoint o un cortometraje — y

¿dónde estaban exactamente el comienzo o el desarrollo o el final?

Y me preguntaba si llegaría al final de esta charla y, finalmente, lo habría descubierto todo, o no.

Y siempre pensé que mi comienzo fue en el Club de Poesía Bowery, pero es posible que haya sido mucho antes.

Mientras me preparaba para TED, descubrí esta página en un diario antiguo.

Creo que el 54 de diciembre, probablemente fuese 24 de diciembre.

Es evidente que cuando yo era una niña, definitivamente caminaba por la vida así.

Creo que todos lo hicimos.

Me gustaría ayudar a que otros redescubran esa maravilla que quieran comprometerse con esto y aprender, y compartir lo que aprendieron, lo que descubren que es cierto y lo que todavía están tratando de entender.

Así que me gustaría terminar con este poema.

Cuando bombardearon Hiroshima, la explosión formó una pequeña supernova, y entonces cada ser vivo, humano o planta que recibió contacto directo de los rayos de ese sol inmediatamente se convirtió en cenizas.

Y lo mismo pasó con lo que quedaba en la ciudad.

El daño duradero de la radiación nuclear convirtió en polvo a una ciudad entera y su población.

Mi mamá me contó que cuando nací yo miraba todo a mi alrededor en la habitación del hospital con una mirada que decía: «

¿Esto?

Yo hice esto antes».

Ella dice que yo tengo ojos de vejez.

Cuando mi abuelo Genji murió, yo sólo tenía 5 años, pero tomé de la mano a mi mamá y le dije, «No te preocupes, él volverá como un bebe».

Y, sin embargo, para alguien que al parecer ya había hecho esto, Todavía no he entendido nada.

Mis rodillas siguen aflojándose cada vez que subo al escenario.

Mi autoconfianza puede ser medida con cucharaditas mezcladas en mi poesía, y aún así, siempre tiene un sabor raro en mi boca.

Pero en Hiroshima, algunas personas fueron borradas, dejando sólo un reloj de pulsera o una página de diario.

Así que no importa que yo tenga inhibiciones para llenar todos mis bolsillos, continúo intentando, esperando que algún día escriba un poema del que esté orgullosa que se exhiba en un museo como la única prueba de que he existido.

Mis padres me llamaron Sarah, que es un nombre bíblico.

En la historia original Dios le dijo a Sara que podía hacer algo imposible y ella se echó a reír, porque la primera Sarah, no sabía qué hacer con lo imposible.

¿Y yo?

Bueno, tampoco lo sé, pero veo lo imposible todos los días Imposible es tratar de conectarse en este mundo, tratando de sostener a los demás, mientras que todo a tu alrededor estalla sabiendo que mientras estás hablando, no están a la espera de su turno para hablar — te escuchan.

Sienten exáctamente lo que tú sientes en el mismo momento en que tú lo sientes.

Es lo que me esfuerzo por lograr cada vez que abro mi boca – esa conexión imposible.

Existe un parte de pared en Hiroshima que quedó negra, quemada completamente por la radiación.

Pero una persona que estaba sentada en la escalera del frente evitó que los rayos llegaran a la piedra.

Lo único que queda ahora es una sombra permanente, de luz positiva.

Luego de la bomba A, los especialistas dijeron que llevaría 75 años para que en el suelo de la ciudad de Hiroshima dañado por la radiación volviera a crecer algo.

Pero esa primavera, hubo nuevos brotes surgiendo de la tierra.

Cuando te conozco, en ese momento, ya no soy parte de tu futuro.

Rápidamente comienzo a convertirme en parte de tu pasado.

Pero en ese instante, llego a compartir tu presente.

Y tú compartes el mío.

Y de todos, ese es el mejor presente.

Así que si me dices que yo puedo hacer lo imposible, probablemente me ría de tí.

Todavía no sé si puedo cambiar el mundo, porque no sé mucho sobre esto — y tampoco sé mucho sobre la reencarnación, pero si me haces reir lo suficiente, a veces me olvido en qué siglo estoy.

Esta no es mi primera vez aquí.

Esta no es mi última vez aquí.

Estas no son las últimas palabras que compartiré.

Pero por si acaso, hago mi mayor esfuerzo por hacerlo bien esta vez.

Gracias.


(Aplausos)
Gracias.


(Aplausos)
Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/sarah_kay_if_i_should_have_a_daughter/

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *