El comercio luso-español desde la adhesión a la cee: un análisis del comercio intrasectorial y de la competitividad bilateral

Tesis doctoral de Dina María MoÁ§o Santos Machado Rocha

Conclusiones las conclusiones que se presentan a continuación se derivan fundamentalmente del análisis descriptivo y empírico que constituye el fundamento de nuestro trabajo. Sin embargo, las primeras reflexiones deben referirse a los supuestos teóricos que justifican y delimitan el objeto de estudio. de acuerdo con la teoría de heckser-ohlin-samuelson, la liberalización de los intercambios comerciales aumenta las posibilidades de explotación de las ventajas comparativas. En la medida en que la dotación de factores portugueses y españoles fuese significativamente diferente de la europea, el desmantelamiento de las barreras al comercio debería conducir a una acentuación de la especialización tradicional de ambos países. En este caso, portugal y españa debían especializarse en bienes complementarios a los producidos por sus principales socios comerciales, dando lugar a una especialización de tipo interindustrial, a la vez que podrían existir mayores posibilidades de que se produjesen pérdidas asociadas a efectos de desviación del comercio, ya que los bienes producidos y exportados competirían principalmente con los de países terceros. por otro lado, varios autores (por ejemplo, lancaster (1980), helpman (1981) y krugman (1980)) sugieren que, antes de la liberalización comercial, un país puede presentar una elevada (o falsa) desventaja comparativa en bienes diferenciados que exigen una elevada escala de producción. Después de la integración de varios mercados en uno solo, esta desventaja desaparecería promoviéndose la expansión de los sectores escala intensivos debido a la eliminación de la limitación impuesta por la reducida dimensión de los mercados nacionales. Este efecto tenderá a ser mayor en las economías pequeñas. Desde esta óptica, la integración europea promovería la modificación de la estructura sectorial de las exportaciones portuguesas y españolas, aproximándola a la de los países más desarrollados, lo que conduciría a un aumento de la especialización intraindustrial y a una convergencia de la estructura de los intercambios de ambos países con los demás países de la unión. En este escenario, de aproximación de las exportaciones portuguesas y españolas a las comunitarias, se limitaría fuertemente la posibilidad de pérdidas asociadas a los efectos de desviación de comercio. hasta aquí hemos destacado como factor determinante del comercio intraindustrial las economías de escala pero también se explica en términos de innovación y de diferencias tecnológicas y, especialmente, en términos de diferenciación de productos. La literatura ofrece una serie de factores que están correlacionados positivamente con el comercio de productos diferenciados. Así, linder (1961) sugirió que a niveles más altos de desarrollo económico, el comercio internacional requerirá, cada vez más el intercambio de productos diferenciados. Lancaster (1989) mostró que, debido a economías de escala, el comercio de productos diferenciados será mayor cuanto mayor sea el tamaño del mercado. Los resultados de varios estudios confirman que el comercio intraindustrial entre países es más intenso cuanto mayores son el nivel de desarrollo económico y el tamaño del mercado. También se asocia positivamente con la convergencia de renta y tamaño de mercado, con la proximidad geográfica y con el grado de apertura. Según estas evidencias, el mayor grado de apertura y la convergencia de renta como consecuencia de la adhesión a la unión de españa y portugal debería conducir a un incremento del comercio intraindustrial. siendo españa y portugal, en el momento de la adhesión, unos países con un nivel de desarrollo y un grado de apertura inferior al comunitario, la teoría no es concluyente en cuanto al patrón de especialización que ambos países fuesen a desarrollar. Por lo que este trabajo de investigación pretende analizar la especialización comercial y sobre qué factores se asientan nuestras ventajas competitivas. Sin embargo, antes de abordar las conclusiones extraídas en este ámbito, sintetizamos alguna información relevante sobre el proceso de liberalización comercial acometido por los dos países y algunos rasgos generales del comercio exterior de cada uno. en los últimos años, el comercio internacional ha experimentado un impulso extraordinario contribuyendo a la creciente integración e interdependencia entre las economías. España y portugal no han sido ajenos a este proceso y, aunque con cierto retraso respecto a los países de su entorno, han acometido un proceso de liberalización espectacular, mostrando el comercio exterior de ambos un dinamismo muy intenso, que está incidiendo en sus correspondientes sectores productivos, registrándose una cierta adaptación a un entorno cada vez más competitivo. aunque españa y portugal han vivido durante muchos años de espaldas uno del otro por circunstancias históricas y por la orientación de portugal más atlántica y transoceánica que continental (guy clausse, 1985), evidencian muchas afinidades en distintos aspectos macroeconómicos. De economías agrarias y con fuertes desequilibrios internos, han pasado a ser economías basadas en el sector industrial y especialmente en el sector servicios, con impactos positivos en sus niveles de productividad y bienestar. También, en el discurrir de ambas economías hacia la apertura comercial se observa un cierto paralelismo derivado de la proximidad cultural y geográfica. En los dos países ha sido un proceso gradual, aunque con altibajos, en el que los impulsos liberalizadores más importantes se acometieron con ocasión de la participación en organizaciones internacionales. El primer rasgo diferencial es que este proceso arrancó antes en portugal, en gran medida, por imperativo de la dimensión de su mercado. así, este país fue uno de los miembros fundadores de la organización europea de cooperación económica (oece) en 1948. La entrada en el fondo monetario internacional y en el banco mundial en 1960 y la adhesión a la efta (a pesar de mantenerse dos circunstancias adversas a su admisión como eran el subdesarrollo de la economía y su régimen político) también en 1960, constituyeron un salto importante en el proceso de apertura al exterior que prosiguió con la participación en el gatt en 1962, la celebración del acuerdo de libre comercio con la cee en 1972. españa se incorpora al fmi y al banco mundial en 1958, le siguió la entrada en la ocde en 1959 (diez años más tarde que portugal). El proceso de liberalización comercial continuó con la incorporación al gatt, la firma del acuerdo preferencial con la cee en 1970 y con la efta en 1979. una vez superada la hipoteca política que les impedía una mayor vinculación con la cee que la estrictamente comercial, a la vez que ambas economías se aproximaban al modelo europeo, inician su acercamiento hacia esa área que culmina con la entrada en el mismo momento en la entonces ce. También la incorporación al mecanismo de cambios del sistema monetario europeo en 1989 (españa) y en 1992 (portugal), la finalización del periodo transitorio y la entrada en vigor del mercado único europeo fueron hechos relevantes en la apertura exterior de las economías portuguesa y española. Este nuevo marco constituye la razón de que ambos países compartan un cuadro político-institucional similar en distintos aspectos y que la soberanía y la autonomía de políticas, instituciones y normas se han cedido a instituciones y normas supranacionales. a pesar de la convergencia nominal asociada al proceso de integración monetaria, la convergencia real con los países de la unión europea y de los dos países ibéricos entre sí, se ha caracterizado por mostrarse como un proceso lento e irregular. entrando ya en el ámbito específico del comercio exterior de ambos países, destacamos los siguientes rasgos: españa presenta un mayor peso en el comercio mundial y se incrementó en los quinquenios posteriores a la adhesión a la cee, pasando de representar el 1,4% al 2,3%, veinte años más tarde. Portugal registró un incremento de su participación hasta 1995 seguido de una ligera disminución. El incremento fue superior para la economía española tanto en las importaciones como en las exportaciones. El peso de españa en las importaciones mundiales es cinco veces mayor que el de las portuguesas, en lo que respecta a las exportaciones, el peso es cuatro veces superior. el dinamismo del comercio exterior, superior al de otros países, y por encima de la producción nacional, ha sido responsable del crecimiento del grado de apertura. El grado de apertura es mayor en el caso de portugal (53,6% frente al 43% de españa), pero ha registrado un mayor crecimiento en esta última (este ratio era del 27,5% en 1988), incrementándose especialmente desde la consecución del mercado único europeo, alcanzando un máximo en 2000. portugal y españa presentan un déficit comercial estructural que muestra una tendencia a la corrección en las fases de recesión o tras registrarse devaluaciones de las monedas. La tasa de cobertura en el primero se mantuvo relativamente estable en el periodo de análisis cubriendo las exportaciones entre el 60% y el 70% de las importaciones. La tasa de cobertura se muestra especialmente desfavorable en el comercio de españa. Desde la adhesión a la cee, el crecimiento real de las importaciones ha sido superior al de las exportaciones excepto en la etapa que abarca desde 1993 a 1997 . Los factores que determinaron el deterioro del déficit comercial fueron, básicamente, el ritmo de crecimiento de la demanda nacional (tanto de consumo como de inversión) que alcanzó una intensidad extraordinaria, superando ampliamente a la de los países de nuestro entorno, el diferencial de inflación con nuestros socios comunitarios (en especial en el periodo 1986 a 1992), la apreciación del tipo de cambio nominal de la peseta y la apertura comercial derivada de la adhesión. en las cuatro últimas décadas, el comercio exterior español se ha saldado siempre con déficit llegando a alcanzar la cifra de casi 100.000 millones de euros en 2007. Relativizando su importancia hay que decir que, el déficit comercial representó casi el 10% del pib en 2007, el más elevado de los últimos 40 años. Un déficit, que ni el saldo positivo del turismo ni las transferencias recibidas de la ue han sido capaces de financiar en los últimos años y que ha significado un importante endeudamiento de españa con el exterior. En 2007, españa fue el séptimo país del mundo con mayor deuda exterior. La tasa de cobertura (en qué medida los ingresos por exportaciones financian los pagos por importaciones de mercancías), tras alcanzar un máximo del 85% en 1997 ha venido descendiendo siendo del 64% en 2007. la composición de las exportaciones españolas ha registrado cambios espectaculares desde los sesenta hasta la actualidad. Así, por ejemplo, los alimentos que representaban más de la mitad de toda la exportación española en los sesenta, aporta en la actualidad aproximadamente el 14%. El sector del automóvil es uno de los principales sectores de las ventas españolas (alrededor del 19% de las totales). Las semimanufacturas representan el 26%, dentro de las cuales destacan las exportaciones de los productos químicos (un 13% de la exportación española). Los bienes de equipo, fundamentalmente maquinaria mecánica y eléctrica y aparatos de oficinas y telecomunicaciones, representan alrededor del 22% (datos de 2007). la composición de las importaciones españolas también muestra grandes cambios. En la actualidad, los bienes de equipo constituyen el sector más destacado de la importación española, la cuarta parte (fundamentalmente, la maquinaria para industrias y equipos de oficinas y telecomunicaciones). La importación de automóviles representa casi el 15% de las totales. Un porcentaje similar suponen los productos energéticos. Dentro de las semimanufacturas (un 21% de las compras) destacan las compras de productos químicos. si fijamos la atención en los saldos comerciales, desde la adhesión a la cee, se registra un deterioro importante generalizado. Sectores en los que tradicionalmente se asentaban parte de las ventajas comparativas de la economía española como la alimentación, textil y confección, caucho y plásticos, productos metálicos y otras manufacturas de consumo, como vestido, madera y muebles, y más recientemente el calzado y los automóviles han pasado a una situación de desventaja, poniendo de relieve la vulnerabilidad de una parte de estos sectores ante la competencia de países menos desarrollados que cuentan con un sector exterior muy competitivo en determinadas manufacturas de consumo intensivas en mano de obra barata. En la actualidad, el comercio exterior español solo presenta saldo comercial positivo en frutas y hortalizas, aceite y productos cerámicos. en cuanto a la composición sectorial del comercio de portugal destaca su elevada concentración en un número reducido de capítulos, tanto por el lado de las exportaciones como de las importaciones. El sector de vehículos automóviles es el principal capítulo de las importaciones del país, representando el 14% de las compras totales y el 12% de las procedentes de españa, valores que se han reducido en términos relativos por cuanto en 1988 los porcentajes eran el 18% y el 26% respectivamente. Maquinaria eléctrica y electrónica y maquinaria mecánica representaban en 2005 el 12% y el 10% de las importaciones totales y el 8% de las procedentes de españa. óleos de petróleo han ganado peso en las importaciones portuguesas y en los quinquenios más recientes se acentuó la participación de los sectores de polímeros y el metalúrgico y, más recientemente, el de los productos farmacéuticos. las exportaciones portuguesas, están concentradas en siete sectores: vehículos automóviles, maquinaria eléctrica y electrónica, maquinaria mecánica, prendas, calzado, caucho y oleos de petróleo y productos de su destilación. Los trés primeros sectores han incrementado su peso en la estructura de las exportaciones portuguesas hacia el mundo y también para españa. Sin embargo, desde 1995, en la relación comercial con españa, se observa una tendéncia decreciente del peso de algunos de estos sectores, como es el caso de los de mayor intensidad tecnológica relativa – vehículos automóviles, maquinaria eléctrica y electrónica, maquinaria mecánica – en las exportaciones portuguesas para españa por compensación del crecimiento del peso de otros sectores mas tradicionales como es el caso del textil, prendas y calzado. También se señalan las exportaciones de los sectores de caucho y sus manufacturas, oleos de petróleo y productos de su destilación y productos del sector metalúrgico cuya representatividad se ha incrementado tanto en las exportaciones para el mundo como en las exportaciones para españa, bien como, en este último caso, de los sectores de plástico, papel y maderas. desde la adhesión se produce una mayor concentración del comercio exterior de ambos países con los socios comunitarios. Portugal empezó a comprar a países miembros productos que antes compraba a otros proveedores. El factor frontera tuvo particular relieve en la composición de las relaciones comerciales de portugal. En efecto, en 1985, el 74% de las exportaciones portuguesas y el 69% de las importaciones se realizan con esta zona. En 2005, casi el 80% de las importaciones proceden de la ue. El quinquenio que siguió a la adhesión fue fundamental en este ascenso. Los principales proveedores de portugal son españa, alemania, francia, países bajos, italia y reino unido. El crecimiento de las importaciones portuguesas procedentes de españa fue superior al registrado por las importaciones del resto de los socios de la unión. Así, las compras a españa pasaron de representar el 13% en 1988 al 29% en 2005, en detrimento de los demás socios comerciales que han perdido peso como proveedores de portugal destacando, en particular, reino unido que históricamente fue un socio político y comercial muy importante para portugal. como destino de las exportaciones portuguesas, españa no tiene un papel tan destacado hasta los años más recientes. Sólo después de 2000, españa se convierte en el principal destino, seguido de alemania, francia y reino unido. Aún así, la tasa de crecimiento de las exportaciones hacia españa fue superior en el periodo inmediatamente posterior a la adhesión. españa, alemania e francia, representan casi mitad del comercio internacional de portugal. En 2008, la suma de las exportaciones y importaciones para estos países, representó 48,4% de las ventas totales con el exterior. í  continuación se encuentran italia, reino unido, países bajos, angola, eua, nigeria, china y brasil. las relaciones de comercio internacional de portugal, siguen estando determinadas por la proximidad geográfica o cultural, señal de que la internacionalización de la economía portuguesa aún esta poco desarrollada. Entre los doce mayores socios comerciales, siete son europeos y los tres más importantes españa, alemania y francia son grandes economías. Angola y brasil son países con los cuales portugal comparte lazos históricos y culturales, incluso el idioma. Estados unidos y china son la primera e tercera mayores economías del mundo, y nigeria presenta el comercio con portugal, reducido casi exclusivamente a las compras de productos petrolíferos. las exportaciones españolas están también muy concentradas en los socios de la unión europea, hacia donde se dirige el 70% de las ventas. Por países, los principales clientes de españa vienen encabezados por francia, seguida de alemania, portugal e italia. Latinoamérica, estados unidos y áfrica reciben aproximadamente el mismo porcentaje de las exportaciones, alrededor del 5%. Asia es el destino del 6% de las ventas. en cuanto a las importaciones, un 60% proceden de la unión europea, siendo alemania y francia los principales proveedores. Por su dinamismo destacan las importaciones procedentes de asia que ya representa más del 17% de las totales, destacando el ascenso de china (de donde proceden casi el 7% de las importaciones). De la opep procede el 7,5% de las compras y de áfrica un porcentaje similar (destacando argelia, país que suministra el 60% del gas natural). en relación al comercio de españa con portugal, destaca el crecimiento de las exportaciones por encima del crecimiento de las ventas totales, consolidándose como uno de los principales destinos. El valor de las exportaciones españolas al país vecino casi triplica el valor de las importaciones procedentes de ese mercado, siendo este un rasgo distintivo y peculiar del comercio exterior español caracterizado, como hemos señalado, por saldos deficitarios. las relaciones comerciales entre españa y portugal se caracterizan por un persistente déficit comercial de portugal con relación al país vecino y que se viene deteriorando desde la incorporación simultánea en la cee. España presentó tasas de cobertura en el comercio con portugal que sobrepasa el 200% y pasó a convertirse en el primer proveedor de portugal y en el primer cliente, mientras que 1988 era el segundo proveedor y el cuarto cliente. Sin embargo, esto no debe desmerecer el mercado portugués ya que ha desempeñado un papel dinamizador de las exportaciones españolas. De hecho, la posición superavitaria que arroja el comercio de españa con portugal no se observa en las relaciones comerciales de aquel país con ningún otro país de la esfera comunitaria. las exportaciones hacia españa crecieron a una tasa del 17% en los años posteriores a la adhesión, el 6% entre 1995-2000 y el 16% entre 2000 y 2005. En los mismos periodos, las importaciones procedentes de españa crecieron respectivamente a unas tasas del 18%, 11% y un 8%, poniendo de relieve una mayor importancia de españa como proveedor que como cliente hasta 2000 y una creciente importancia como cliente desde entonces. ya hemos destacado que el grado de penetración de la economía española como proveedora de la portuguesa se acentuó desde la adhesión sintiéndose especialmente en los sectores textil, caucho, pesca, leche y derivados, papel y derivados, hierro y acero, plásticos y oleos de petróleo. Se trata de sectores con un peso relevante en la estructura de las importaciones procedentes de españa. entre los principales sectores exportadores destacan los vehículos automóviles, maquinaria mecánica y eléctrica y los combustibles minerales. Los tres primeros sectores van perdiendo peso en la estructura de las exportaciones españolas hacia portugal en tanto que el último gana participación. También merece mencionarse el crecimiento de las exportaciones de plásticos y caucho, papel y cartón, metalurgia, farmacéutico, vestido, calzado y pesca, sectores que presentan un crecimiento muy moderado al resto del mundo. En cuanto a las importaciones españolas procedentes de portugal son especialmente relevantes el sector del automóvil, la maquinaria mecánica y eléctrica, metalurgia, vestido, calzado y plásticos. Desde la adhesión a la cee se crearon grandes oportunidades en los sectores de la metalurgia, textil, plásticos y mobiliario en consonancia con un crecimiento elevado de la demanda del sector de la construcción. Por el contrario, pierden peso los sectores de la maquinaria eléctrica que sufren la competencia directa de países como china. el comercio de bienes entre españa y portugal ha crecido significativamente en el periodo posterior a la adhesión, sobretodo hasta 1992. Además, la gran expansión del comercio bilateral se basó fundamentalmente en el crecimiento del comercio intrasectorial. Los estudios empíricos en esta materia presentan una predominancia de la diferenciación vertical negativa del comercio español con los demás socios comunitarios (gordo y martín, 1996), excepto con portugal, en el que la diferenciación es vertical positiva. Portugal, presenta una diferenciación vertical negativa del comercio intrasectorial con los demás países comunitarios con la excepción de italia y grecia, en que el cir presenta diferenciación vertical positiva (crespo y fontoura, 2001). algunas conclusiones del estudio, que hemos realizado, de este tipo de especialización se presentan a continuación. ha sido en el ámbito de este último concepto en el que nuestro trabajo introduce algunas innovaciones. Así, la consideración conjunta de las dos metodologías alternativas para la medición del comercio intrasectorial y asimismo, de los costes de ajuste que están asociados, nos permiten observar algunas alteraciones tanto en la estructura del comercio bilateral y del patrón de especialización, como de los costes de ajuste que se han sucedido en virtud de la progresiva liberalización del comercio y de la profundización del comercio bilateral. según la consideración simultánea de la representatividad de los factores de competitividad y del patrón de especialización del comercio, se podría decir que el aumento del comercio intrasectorial, habría impulsado una mejora relativa de la competitividad de las exportaciones hacia españa frente a las importaciones procedentes del socio comercial. Los flujos de carácter intersectorial se han reducido y la descomposición del comercio intrasectorial ha permitido constatar que la especialización española se orientó, en un ámbito bilateral, hacia flujos caracterizados por diferenciación vertical con mayor calidad relativa. la comercialización de bienes horizontalmente diferenciados, tiene menor peso que la comercialización de bienes verticalmente diferenciados y, en estos últimos, destacan los flujos donde la calidad de las exportaciones españolas hacia portugal, supera la calidad de las exportaciones portuguesas hacia españa. de acuerdo con las teorías tradicionales, el incremento del comercio intrasectorial podría traducirse en una convergencia del desarrollo de las dos economías. Sin embargo, el estudio del comercio intrasectorial nos indica que más de la mitad del incremento de este tipo de comercio se dio en la gama de diferenciación horizontal y de diferenciación vertical negativa. Esta última tipología predomina en el comercio bilateral, lo que significa que predomina la exportación de variedades de calidad inferior frente a las importaciones procedentes de españa. asimismo, es de resaltar que el crecimiento del comercio intrasectorial con diferenciación horizontal se incrementó significativamente en el último quinquenio de nuestro análisis. Aunque se haya mantenido la tendencia del mayor peso del comercio intrasectorial con diferenciación vertical negativa, es muy significativo el aumento relativo de las variedades de gama alta en las exportaciones portuguesas hacia españa. las economías de escala son el factor de competitividad más representativo en el comercio bilateral; los recursos naturales han perdido peso relativo en tanto que la investigación y desarrollo ha asumido una mayor representatividad como factor de competitividad. Estas mismas tendencias son las que caracterizan el patrón de especialización de las exportaciones de españa hacia portugal aunque, en el caso de este último, se observe un mayor peso de algunos factores de competitividad como es el trabajo. los menores costes de ajuste están asociados al sector textil, vidrio, corcho e maderas. Los datos indican también una pérdida de competitividad en el sector de la pasta y del papel y en la metalurgia, a pesar de la representatividad creciente que presentan en las exportaciones portuguesas hacia españa. Lo mismo se puede decir con relación a gran parte de los sectores de textil y confección, en los que la diferenciación del comercio intrasectorial se caracteriza por diferenciación negativa aunque la gran mayoría se distingue por tasas de crecimiento de las exportaciones portuguesas superiores a las de las importaciones a la vez que se produce un incremento del nivel del cir. En virtud de las características de los factores de competitividad asociados a estos sectores, se concluye que dos décadas después de la incorporación a la cee, sigue predominando la dependencia portuguesa de sectores intensivos en trabajo no cualificado. es de resaltar también que españa presenta ventajas comparativas reveladas en los sectores agroalimentarios, maquinaria y material eléctrico, combustibles minerales, bebidas y otros productos de las industrias químicas en tanto que portugal presenta ventajas en el sector de plásticos, metalurgia, textil y confección, papel y cartón, muebles, maderas, calzado, vidrio y productos cerámicos y corcho. la economía portuguesa se caracteriza por una estructura industrial donde sigue predominando sectores y actividades orientadas hacia mercados saturados y poco dinámicos que se basan en la utilización intensiva del factor trabajo, con sus características de baja cualificación y baja productividad y, en menor medida, en los recursos naturales. A pesar de que algunos sectores tradicionales hayan perdido peso, como es el caso del sector textil, en detrimento del incremento de sectores como el automóvil y la maquinaria eléctrica, el análisis sobre la especialización comercial y algunos factores de competitividad, permite deducir que se tratan de sectores mayoritariamente caracterizados por comercio intrasectorial con diferenciación negativa, es decir, mayor calidad relativa de las importaciones procedentes de españa que de las exportaciones portuguesas hacia españa. De hecho, no se puede ignorar que los gastos en capital humano y en investigación y desarrollo son reducidos comparados con los realizados por la economía española. también a nivel sectorial, se deben subrayar algunos cambios después de la adhesión a la cee. Desde la perspectiva de las exportaciones portuguesas, se observa una pérdida relativa de peso de los sectores tradicionales como el textil y confección frente a otros de mayor intensidad tecnológica, como es el caso del automóvil y de la maquinaria y, más recientemente, de los combustibles y de los plásticos. en los sectores metalúrgicos y plásticos, en los que el peso del comercio bilateral se viene incrementando a lo largo del tiempo, se presentan con frecuencia, sectores con diferenciación vertical negativa, es decir calidad relativamente inferior de las exportaciones portuguesas hacia españa que de las importaciones procedentes de aquel país y costes de ajuste significativos. Al mismo tiempo, el sector de la madera y los que están asociados presentan problemas de ajuste que, a pesar de un saldo comercial positivo, permite caracterizar el comercio por diferenciación vertical negativa. siendo difícil establecer una tendencia generalizada de los sectores industriales, se observa que los que están asociados al corcho, vidrio y maderas, son los que presentan menores costes de ajuste, no solo por un crecimiento de las exportaciones relativamente superior a las importaciones, sino en virtud del incremento del cir y de su calificación. a pesar de asistir a una mejora del comercio bilateral con españa, traducida en el incremento de las variedades de más alta calidad en las exportaciones portuguesas frente a españa, se detecta que la mayor parte de los sectores registran una pérdida generalizada de competitividad que se incrementó desde el final de los noventa. la ventaja de las exportaciones portuguesas para españa está asociada al concepto de la ventaja comparativa, basado en factores de competitividad como los recursos naturales y el trabajo. Aunque la incorporación en la cee y la creciente dependencia comercial de los dos países haya determinado un mayor peso de factores más dinámicos de la competitividad, algunos sectores presentan una deslocalización de la actividad industrial a escala ibérica dejando a la economía portuguesa un papel subsidiario de su único y gran vecino. de hecho, aunque hayan sido los años ochenta y noventa los que más determinaron la definición del patrón de especialización de las dos economías, la evidencia empírica subraya una mejora relativa de las exportaciones portuguesas en el sentido de incrementar el peso de la investigación y el desarrollo, que se tradujo, en algunos sectores, entre los que destacan el electrónico y ordenadores, en la reducción del diferencial de competitividad frente a españa. en el caso de subsidiaridad, se podrán registrar efectos perversos por dos razones. En primer lugar, del análisis desagregado del comercio intrasectorial bilateral, se concluye que el incremento del cir entre las dos economías, se manifiesta, en primer lugar, en comercio intrasectorial con diferenciación vertical negativa, es decir, genéricamente, menor calidad relativa de las exportaciones portuguesas que de las importaciones procedentes de españa. Así, se considera la posibilidad del comercio como un estímulo de un modelo en el que la economía portuguesa presenta una dependencia creciente frente a la economía española. En segundo lugar, porque la reducción de los costes de transacción podrá originar concentración de actividades intensivas en rentas crecientes en el país de mayor dimensión y con más facilidad en generar economías externas de acuerdo con los argumentos de la nueva geografía económica. el estudio empírico de los flujos comerciales desagregados permite concluir que el incremento del comercio intrasectorial después de la incorporación en la cee podría no haber contribuido a una convergencia de las dos economías. A pesar de la similitud y las tendencias observadas en los factores de competitividad asociados a las exportaciones bilaterales, la desagregación del comercio bilateral, evidencia que el crecimiento del comercio intrasectorial se fundamentó en diferenciación vertical negativa y diferenciación horizontal. En el primer caso, la convergencia no ocurre porque las exportaciones portuguesas se caracterizan por calidad más baja que las importaciones. En el segundo caso, la convergencia no ocurre porque el comercio es diferenciado por sus atributos. en el caso de aproximación del patrón de especialización de la economía portuguesa, la estrategia debería se la de privilegiar las relaciones con las autonomías españolas a través de las ventajas comparativas y competitivas de cada una per si y con el conjunto de españa. Aunque esto pueda ser un modelo de subsidiaridad de las dos economías, puede, a la vez, constituir un refuerzo de la complementariedad regional intra-ibérica en la que los dos países salen ganando.

 

Datos académicos de la tesis doctoral «El comercio luso-español desde la adhesión a la cee: un análisis del comercio intrasectorial y de la competitividad bilateral«

  • Título de la tesis:  El comercio luso-español desde la adhesión a la cee: un análisis del comercio intrasectorial y de la competitividad bilateral
  • Autor:  Dina María MoÁ§o Santos Machado Rocha
  • Universidad:  Extremadura
  • Fecha de lectura de la tesis:  18/12/2009

 

Dirección y tribunal

  • Director de la tesis
    • Luís Fernando De La Macorra Cano
  • Tribunal
    • Presidente del tribunal: antonia Calvo hornero
    • José Da cunha barros (vocal)
    • María Maesso corral (vocal)
    • Miguel ángel Díaz mier (vocal)

 

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