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La luz y las ondas magnéticas

Desde la Prehistoria, el hombre ha venerado la luz como a un fenómeno extraordinario.
Luz era el dios SOL, el resplandor de las estrellas, el relámpago que acompaña al trueno, el incendio destructor y, posteriormente, la hoguera.

 

¿Qué es la luz?

Gracias a los ojos podemos percibir la luz.
La luz está compuesta por rayos electromagnéticos.
Más tarde hablaremos sobre este tema.
Los biólogos dicen: «Luz es todo lo que podemos captar con los ojos».
Tanto la luz como el sonido son vibraciones de características distintas, pero con varios puntos comunes.

 

Isaac Newton fue uno de los más importantes fisicos, astrónomos y matemáticos de la historia de la ciencia. Entre sus mayores descubrimientos, se encuentra la descomposición de la luz solar (luz blanca) en rayos luminosos de diferentes colores.
Para ello, empleó un prisma a través del que proyectó un haz luminoso.
Con gran sorpresa, constató que, tras el prisma, se veia una clara representación del arco iris hecha de los siguientes colores: rojo, naranja, verde, azul, amarillo, violeta e indigo. Newton experimentó, asimismo, con lentes y catalejos. Posteriormente, profundizó en el tema de la gravedad.

 

 

¿Qué es una fuente luminosa?

La principal fuente luminosa natural es el Sol.
Esta fuente desaparece regularmente al hacerse de noche.

Tras difíciles y complicadas investigaciones, los cientificos de la antiguedad llegaron a descubrir que la Tierra no emite luz ni que tampoco lo hace la Luna.

También demostraron que, en nuestro sistema solar, los planetas, como la Tierra y su satélite, la Luna, giran alrededor del Sol siguiendo una órbita perfectamente regular.

Mediante experimentos muy simples pero, no obstante, geniales, Isaac Newton, un científico británico, del siglo XVlll llegó a definir la composición de la luz solar, llamada «luz blanca»: está formada por un conjunto de colores muy variados.

Con la ayuda de un trozo de vidrio, llamado «prisma», consiguió descomponerla y de esta manera descubrir el «espectro solar», que comprende siete colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, indigo (especie de azul noche) y violeta.

De todas maneras, no es necesario un prisma para poder ver todos estos colores, basta con contemplar el arco-iris.

Este espectro es el de la luz visible para el hombre.

 

Antoni van Leeuwenhoek

Antoine van Leeuwenhoek, nacido en los Países Bajos, donde murió el año 1723.
No era un sabio, sino un simple ciudadano que jamás había puesto los pies en la universidad.
Desde 1660, era portero de la regiduría de Delft.
Inventó el microscopio, que, entonces, se parecía muy poco a los sofisticados aparatos de nuestros días.
Sin embargo, gracias a él, Van Leeuwenhoek llegó a descubrir muchas cosas y fueron numerosos los príncipes y sabios que visitaron a este humilde portero del que, todavía hoy, se desconocen gran parte de su vida.

 

 

 

 

¿Cómo definir exactamente la luz?

Se trata de un problema sumamente controvertido en el que los sabios no han llegado todavía a encontrar su respuesta.
Pero volvamos a efectuar de nuevo un experimento parecido al que ya realizamos con las ondas sonoras.
«Vaciemos una campana de vacío del aire que contiene e intentemos hacer pasar por ella un haz luminoso: las partículas luminosas, al contrario que las sonoras, atraviesan sin desviarse el espacio vacío de aire.

Por lo tanto, pueden atravesar el vacío. Pueden, incluso, atravesar el vidrio, pero se ven absorbidas total o parcialmente por la niebla, nubes, bruma, una densa lluvia o grandes cantidades de nieve.
Las materias sólidas, como paredes o árboles, no permiten que se filtre ni una sola de estas partículas.
Tampoco pueden dar la vuelta a una esquina: el haz luminoso se propaga siempre en línea recta a no ser que un espejo contribuya a su reflexión, como en el conocido caso del sistema de espejos.

Las hojas de los árboles son verdes por el mero hecho de que detienen todos los colores del haz luminoso, excepto el verde.

Una tela negra absorbe todos los colores mientras que la nieve los refleja.

 

 

 

¿Existen organismos que capten los rayos ultravioletas?

Es una pregunta que reviste cierta importancia, ya que, en algunos casos, los mencionados rayos pueden ser nocivos para el ser humano.

A pesar de ello, no podemos percibirlo a simple vista, aunque se ha probado que las abejas, por ejemplo, pueden verlos perfectamente; para ellas, por lo tanto, los rayos ultravioletas son luz.

El experimento es muy sencillo: introduzcamos unas cuantas abejas en un caja que, a continuación, cerramos herméticamente, aunque dejando un pequeño agujero.

Si colocamos una bombilla roja ante el orificio, no ocurre nada.

Fijemos, entonces, una fuente de rayos ultravioletas. Inmediatamente, las abejas darán muestras de agitación, intentando dirigirse hacia el orificio.

La luz roja no parece constituir una fuente luminosa visible para las abejas, mientras que los rayos ultravioletas las atraen porque pueden verlos.

El vehiculo que transporta a los rayos ultravioletas es la luz solar.

Gracias a la vitamina D de que son portadores, alimentan la piel. Esta vitamina, nos preserva de una terrible enfermedad: el raquitismo, si bien su abuso puede producir otras.

Tampoco los rayos infrarrojos son perceptibles por el ojo humano.

Reciben este nombre por su longitud de onda, mayor que lade la luz.

En medicina, son empleados con fines terapéuticos en razón a su poder de penetración en los tejidos del cuerpo humano.

Tanto la luz, como los rayos X, los ultravioletas y los infrarrojos pertenecen a la gran familia de las radiaciones electromagnéticas, de las que también forman parte las ondas de la radio.

Todas se propagan a través de cualquier medio, incluidos el vacío v los espacios interestelares, a la impresionante velocidad de 300.000 kilómetros por segundo.

Los rayos ultravioletas, que se encuentran en la luz solar en cantidades ínfimas, son dañinos tanto para la vista como para la piel.

Al tomar baños de sol, es conveniente, como los médicos recomiendan, tomar algunas precauciones, pues de lo contrario se producen graves quemaduras y enfermedades de la piel.

 

 

 

¿Qué tipo de fuentes luminosas conocemos?

Habida cuenta del fantástico avance de la técnica moderna en los últimos tiempos, el número de fuentes luminosas conocidas ha aumentado considerablemente.

El ejemplo mas sencillo es el de una cerilla encendida.
La luz brota por un proceso químico de frotación: una chispa enciende una materia combustible, cualquiera que ésta sea.

Antiguamente, nuestros antepasados se servían de antorchas para iluminarse.

Para mantener la llama, tenían que empapar frecuentemente estas antorchas en resina o aceite.

Por supuesto, en aquélla época había que someterlas a grandes cuidados ya que las antorchas no servían solamente para alumbrar, sino también para calentar y muchos otros usos.

Posteriormente, emplearon pequeños recipientes de greda que llenaban con una grasa combustible de origen animal.

En ciertos lugares de nuestro planeta, se descubrió un aceite muy especial: el petróleo.

Este espeso líquido proporcionaba mayor luminosidad a las lámparas de la época.
Con el transcurso del tiempo, se inventaron lámparas más atractivas, algunas dotadas de mechas regulables y otras, de pantallas que filtraban la luz, difundiéndola hacia abajo.

Pero, aunque en la mayoría de los hogares, se seguían empleando lámparas de aceite o de petróleo, en los medios mejor dotados económicamente empleaban ya el alumbrado de gas y, en las casas delos ricos, las bujías o velas que seguimos hoy en día empleando en las fiestas de fin de año.

 

 

 

 

Llega la luz eléctrica.

Otro espectacular adelanto hizo su aparición en el campo de la iluminación: la bombilla eléctrica, inventada, como va se mencionó anteriormente, por Edison. Es verdad que es ésta mucho más estetica v practica que todos los sistemas de alumbrado hasta ahora descritos; sin embargo, el paso de la iluminación por gas a la eléctrica no se realizo en un día.

Las compañías productoras de energía eléctrica emplean motores electricos que funcionan mediante máquinas de vapor que emplean carbón, Desgraciadamente, cada dia es más palpable que la energía en general se vá haciendo cada vez más escasa.

Efectivamente, ¿como suministrar combustible y electricidad a esas ciudades que crecen sin cesar, a tantos hospitales, inmensos edificios v cada día más numerosos apartamentos?

Hace algunos años, se creia que, al remplazar el gas natural al carbón -de difícil explotación- se había localizado una fuente inagotable de energía, pero, pronto, el gozo se vio en un pozo.

Es verdad que decir «energía» es, algo muy abstracto, pero intentemos comprender lo que representa; intentemos imaginarnos las enormes cantidades de electricidad que puede consumir un hospital para iluminar todas sus salas, habitaciones, quirófanos e innumerables aparatos. ¿Qué podemos hacer? Hay ya mucha gente que dirige su mirada hacia Ia energia solar que, efectivamente, constituye una inmensa reserva, pero que es de dificil captación todavía.

Hasta ahora el hombre ha venido utilizando fuentes de energía terrestres, como por ejemplo el gas, el carbón o el petróleo, pero si el consumo energetico, sigue creciendo, y lo hará, tendrá que recurrir pronto a otras fuentes externas, como la solar, o bien aprovechar al máximo las que tiene, pues actualmente el rendimiento de estas fuentes es bajo todavía.

También se habla de la energía nuclear, un tema espinoso del que muchos hablan sin conocer en profundidad y que, para muchos otros, es fuente de temores.
Parece, sin embargo, ineludible que, algún dia, tengamos que llegar a utilizarla para que sigan funcionando los engranajes de nuestra moderna sociedad.

 

 

 

radar

La fotografía muestra un militar al frente de un  radar.
La palabra «radar» es la abreviatura de cuatro palabras inglesas: «Radio Detection And Ranging», lo que significa: ¿»interpretación de la dirección de objetos sólidos y de la distancia a la que se encuentran».
Los objetos sólidos pueden estar constituidos por aviones, buques, cohetes, etc.
Al principio de la Segunda Guerra Mundial, los aliados hicieron uso del radar, lo que les procuró una apreciable ventaja y aumentó sus posibilidades de victoria.
El principio del radar es muy simple: la instalación emite unas ondas de radio muy cortas que, en cuanto chocan con cualquier objeto sólido, vuelven a su punto de procedencia.
De hecho, funcionan con el mismo principio del eco.
La emisora de ondas se encuentra siempre en un lugar elevado.
La mayoría de los barcos poseen radar, lo que les permite nevegar con seguridad en medio de nieblas opacas.
En lo alto de estos buques, solemos ver un extraño objeto que gira sin cesar; es elemento emisor-receptor del radar.
En el interior del buque, en el puente, un haz luminoso muestra en una pantalla las ondas que la instalación envía al espacio, mientras que unos luminosos muestran los impactos producidos por ellas.

 

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