Saltar al contenido
Deberes escolares » Charlas educativas » Aimee Mullins y sus 12 pares de piernas – Charla TED2009

Aimee Mullins y sus 12 pares de piernas – Charla TED2009

Charla «Aimee Mullins y sus 12 pares de piernas» de TED2009 en español.

Atleta, actriz y activista, Aimee Mullins habla de sus piernas prosteticas — tiene una docena de pares asombrosos — y los superpoderes que le dan: velocidad, belleza y 15 cm más de altura … Sencillamente, ella redefine lo que el cuerpo puede ser.

  • Autor/a de la charla: Aimee Mullins
  • Fecha de grabación: 2009-02-05
  • Fecha de publicación: 2009-03-11
  • Duración de «Aimee Mullins y sus 12 pares de piernas»: 598 segundos

 

Traducción de «Aimee Mullins y sus 12 pares de piernas» en español.

Estaba hablando con un grupo de unos 300 niños, de seis a ocho años de edad, en un museo para niños, y traje conmigo una bolsa llena de piernas, similares a las que ven aquí, y las puse sobre una mesa, para los niños.

Y, en mi experiencia, ya saben, los niños son curiosos por naturaleza sobre las cosas que no saben, o no entienden, o aquello que les es extraño.

Sólo aprenden a temer a esas diferencias cuando un adulto influye en ellos para comportarse de ese modo, y tal vez censure esa curiosidad natural, o, ya saben, aplacar esos cuestionamientos con la intención de que sean niños bien educados.

Yo me imaginaba a la maestra de primer grado en el pasillo con estos niños revoltosos, diciendo, «Ahora, no importa lo que hagan, pero no se queden mirando sus piernas».

Pero, por supuesto, esa era mi intención.

Para eso estaba yo ahí, quería invitarlos a mirar y explorar.

De modo que hice un acuerdo con los adultos que los niños podían entrar, sin adultos, por dos minutos, ellos solos.

Las puertas se abren, y los niños se abalanzan sobre la mesa con piernas, y están hurgando y manoseando, y están moviendo los dedos de los pies, y están tratando de poner todo su peso sobre la pierna para correr para ver que pasa con ella.

Y les dije, «Chicos, rápido — me desperté esta mañana, y decidí que quería poder saltar sobre una casa — nada demasiado grande, dos o tres pisos — pero, si pudiesen pensar en cualquier animal, superhéroe o dibujo animado, cualquier cosa que puedan imaginar ahora mismo, ¿qué tipo de piernas me construirían?» E inmediatamente una voz gritó, «¡Canguro!» «¡No, no, no! ¡Debería ser un sapo!» «No.

¡Debería ser el Inspector Gadget!» «¡No, no, no! Debería ser Los Increíbles.» Y otras cosas que no — que no conozco.

Y entonces, uno de ocho años dijo, «Hey, ¿porque no querrías volar también?» Y todos, incluyéndome, estábamos como, «Siiii».


(Risas)
Y así de sencillo, pasé de ser una mujer a la que estos niños hubieran sido entrenados a ver como «discapacitada» a ser alguien con un potencial que sus cuerpos aún no tenían.

Alguien que inclusive podría ser super-capacitada.

Interesante.

Algunos de ustedes me vieron en TED, hace 11 años, y se ha dicho mucho sobre cuánto te cambia la vida esta conferencia para presentadores y asistentes, y yo no soy la excepción.

TED fue el lanzamiento de la siguiente década de la exploración de mi vida.

En ese momento, las piernas que mostré eran un cambio radical en prostética.

Tenía piernas de carrera hechas de fibra de carbono trenzada.

modeladas a las patas traseras de un chita (guepardo), que pueden haber visto en el escenario ayer.

y también estas piernas casi-reales, de silicona pintada cuidadosamente.

En ese entonces, tuve la oportunidad de hacer un llamado a innovadores externos a la comunidad tradicional de la medicina prostética para que trajesen su talento a la ciencia y al arte de hacer piernas.

De manera de evitar compartimentalizar forma, función y estética, y asignarles distintos valores.

Bueno, para mi suerte, mucha gente contesto ese llamado.

Y el viaje comenzó, sorprendentemente, con un asistente a TED — Chee Pearlman, que espero esté entre el público hoy.

Ella era por entonces la editora de una revista llamada ID, y ella me dio una nota de portada.

Esto inició un viaje increíble.

Unos encuentros curiosos me pasaban por entonces; había aceptado numerosas invitaciones a hablar sobre el diseño de las piernas de chita por todo el mundo.

La gente se me acercaba después de la conferencia, después de mi charla, hombres y mujeres.

Y la conversación iba más o menos así, «Sabes Aimee, eres muy atractiva.

No pareces discapacitada».


(Risas)
Yo pensaba, «Bueno, eso es asombroso, porque no me siento discapacitada».

Y realmente me abrió los ojos a esta conversación que puede ser explorada, sobre la belleza ¿Cómo tiene que verse una mujer atractiva? ¿Qué es un cuerpo sexy? E interesantemente, desde el punto de vista de la identidad, ¿Qué quiere decir tener una discapacidad? Es decir, gente — Pamela Anderson tiene más prótesis en su cuerpo que yo.

Nadie le dice discapacitada a ella.


(Risas)
Entonces esta revista, a través del diseñador gráfico Peter Saville, fue al diseñador de modas Alexander McQueen, y al fotógrafo Nick Knight, que también estaban interesados en explorar esa conversación.

Así, tres meses después de TED me encontré en un avión a Londres, haciendo mi primera sesión de fotos de moda, que resultó en esta portada — Fashion-able? (juego de palabras en inglés usando moda y dis-capacidad) Tres meses después, hice mi primer desfile de modas para Alexander McQueen.

en un par de piernas talladas a mano en madera sólida de fresno Nadie se dio cuenta —- todos pensaron que eran botas de madera.

De hecho, las tengo aquí en el escenario: Vides, magnolias, realmente asombrosas.

La poesía importa.

La poesía es lo que eleva el objeto banal y olvidado al reino del arte.

Puede transformar la cosa que podría haber asustado a la gente en algo que los invita a mirar, y mirar un poco más, y tal vez hasta entender.

Yo entendí esto de primera mano en mi siguiente aventura.

El artista Matthew Barney, en su obra fílmica llamada «The Cremaster Cylce».

Aquí es donde realmente me di cuenta — que mis piernas podrían ser esculturas usables.

Y en este punto, comencé a alejarme de la necesidad de replicar lo humano como el único ideal estético.

Así que hicimos lo que la gente cariñosamente llama las piernas de cristal aunque son en realidad poliuretano translúcido, también llamado material de bola de boliche.

¡Pesado! Y luego hicimos estas piernas con tierra con un sistema de raíces de papa en ellas y remolachas saliendo por arriba, y con un hermoso dedo de bronce.

Allí tienen una buena imagen de esa.

Después otro personaje era mitad-mujer, mitad-chita — un pequeño homenaje a mi vida como atleta.

14 horas de maquillaje prostético para ser una criatura con piernas articuladas, garras y una cola que se movía lado a lado como una lagartija.


(Risas)
Y luego otro par de piernas en que colaboramos fueron estas…

parecen piernas de medusa.

También de poliuretano.

Y el único propósito que estas piernas pueden servir, fuera del contexto de la película, es provocar los sentidos y encender la imaginación.

Lo antojadizo importa.

Hoy, tengo más de una docena de piernas prostéticas que distintas personas han hecho para mí, y con ella tengo distintas negociaciones con el terreno bajo mis pies.

Y puedo cambiar mi altura — tengo una variación de cinco alturas distintas.


(Risas)
Hoy, mido 1,85 m.

Y estas piernas las mandé hacer hace poco más de un año en Dorset Orthopaedic en Inglaterra y cuando las traje a casa en Manhattan, la primera noche que salí, fui a una fiesta muy elegante.

Y una mujer estaba allí que me conoce hace años a mi altura normal de 1,73 m.

Quedó boquiabierta cuando me vio, y me dijo, «¡Pero estás tan alta!» Y dije, «Lo sé.

¿No es divertido?» Quiero decir, es un poco como usar zancos sobre tacos, pero tengo una relación totalmente nueva con los marcos de las puertas que nunca imaginé que tendría.

Y me estaba divirtiendo con eso.

Y ella me mira, y me dice, «Pero, Aimee, eso no es justo».


(Risas)
(Aplauso) Y lo increíble es que ella realmente lo sentía.

No es justo que puedas cambiar tu altura, como se te antoje.

Y entonces lo supe — entonces supe que la conversación con la sociedad ha cambiado profundamente en esta última década.

No es más una conversación sobre superar deficiencias.

Es una conversación sobre aumento.

Es una conversación sobre potencial.

Un miembro prostético ya no representa la necesidad de reemplazar una pérdida.

Puede ser un símbolo que el usuario tiene el poder de crear cualquier cosa que quiera crear en ese espacio.

De modo que gente que la sociedad antes consideraba discapacitada pueden ahora ser los arquitectos de sus propias identidades e inclusive continuar cambiando esas identidades al diseñar sus cuerpos desde una posición de poder.

Y lo que me entusiasma tanto ahora mismo es que al combinar la tecnología de avanzada — robótica, biónica — con la antigua poesía, nos acercamos a la comprensión de nuestra humanidad colectiva.

Creo que si queremos descubrir el potencial completo en nuestra humanidad, debemos celebrar esas fortalezas conmovedoras y esas gloriosas discapacidades que todos tenemos.

Pienso en Shylock de Shakespeare: «¿Si nos pinchan, no sangramos? ¿y si nos hacen cosquillas, no reímos?» Es nuestra humanidad, y todo el potencial dentro de ella, lo que nos hace hermosos.

Muchas Gracias.

(Aplauso)

https://www.ted.com/talks/aimee_mullins_my_12_pairs_of_legs/

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *