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Anil Gupta: El semillero de invención oculto en India – Charla TEDIndia 2009

Charla «Anil Gupta: El semillero de invención oculto en India» de TEDIndia 2009 en español.

Anil Gupta está a la caza de inventores anónimos en los países en desarrollo, emprendedores autóctonos cuyo ingenio, oculto tras la pobreza, podría cambiar la vida de muchas personas. Muestra cómo la Red Abeja les ayuda a establecer las conexiones que necesitan y a lograr el reconocimiento que merecen.

  • Autor/a de la charla: Anil Gupta
  • Fecha de grabación: 2009-11-06
  • Fecha de publicación: 2010-05-06
  • Duración de «Anil Gupta: El semillero de invención oculto en India»: 1375 segundos

 

Traducción de «Anil Gupta: El semillero de invención oculto en India» en español.

Les traigo un mensaje de diez mil personas, de los pueblos y los suburbios pobres de la India profunda, que han resuelto los problemas empleando su propio ingenio, sin ninguna ayuda exterior.

Cuando nuestro ministro del Interior anuncia hace unas semanas una guerra contra un tercio de India, mencionó unos 200 distritos, que eran ingobernables, no captó la idea esencial, la idea sobre la que llevamos haciendo hincapié durante los últimos 21 años, la idea de que la gente puede ser pobre económicamente, pero no son pobres de mente.

Dicho de otro modo, las mentes al margen no son las mentes marginales.

Ese es el mensaje, con el que comenzamos hace 31 años.

¿Y qué comenzó? Permítanme que les cuente, brevemente, mi viaje personal, que me condujo hasta aquí.

En los años 85 y 86 estuve en Bangladesh aconsejando al gobierno y al consejo de investigaciones de allí sobre cómo colaborar con los científicos en los campos de los pobres y cómo desarrollar tecnologías de investigación, que se basen en el conocimiento popular.

Volví en el 86.

Me habían llenado de un vigor extraordinario el conocimiento y la creatividad que encontré en aquel país, en el que un 60 por ciento no tenía tierra, pero una creatividad asombrosa.

Comencé a observar mi propio trabajo.

El trabajo que había hecho durante los 10 años anteriores, casi continuamente, había tenido ejemplos de conocimiento que la gente había compartido.

Me pagaban en dólares, como consultor, miraba la devolución de mi impuesto sobre la renta y me preguntaba: «¿Hay algo en mi devolución, que muestre qué proporción de los ingresos han ido a la gente cuyo conocimiento lo ha hecho posible?» ¿Es porque soy excelente por lo que me recompensan así? ¿Es que escribo muy bien? ¿Es que me expreso muy bien? ¿Es que analizo los datos muy bien? ¿Es porque soy profesor, y, por tanto, tengo derecho a esta recompensa de la sociedad? Intenté convencerme de que «No, no, He trabajado en favor de los cambios políticos.

La política pública dará una mejor respuesta a las necesidades de los pobres, y, por lo tanto, me parece bien».

Pero me pareció que todos esos años que llevaba trabajando en la explotación, la explotación por parte de los terratenientes, los prestamistas, los comerciantes, me hizo ver que probablemente yo también fuera un explotador, porque no había ninguna línea en mi devolución que mostrara que ese ingreso se acumuló gracias a la excelencia de la gente, esa gente que ha compartido su conocimiento, su buena fe y su confianza en mí, y no se les ha devuelto nada a cambio.

Gran parte de mi trabajo hasta entonces se desarrollaba en inglés.

La mayoría de la gente de la que aprendí no sabían inglés.

¿Entonces qué clase de colaboradora era yo? Hablaba de justicia social, y era un profesional que perpetuaba el acto más injusto, de arrebar el conocimiento a la gente, de dejarlos en el anonimato, de enriquecerse con él compartiéndolo, realizando consultorías, artículos, publicándolos en los periódicos, siendo invitado a conferencias, obteniendo consultorías y demás.

Entonces, surgió en mi mente un dilema, si también soy un explotador, eso no está bien; la vida no puede continuar así.

Fue un momento de un gran dolor y trauma porque ya no podía vivir así más tiempo.

Así que revisé los conflictos de valores, y los dilemas éticos en las ciencias sociales y en la investigación de gestión, escribí, leí unos 100 artículos.

Y llegué a la conclusión de que, mientras el dilema sea único, el dilema no es único, es la solución la que es única.

Un día…

no sé qué ocurrió…

mientras volvía a casa de la oficina, tal vez vi una abeja, o se me ocurrió que si pudiera ser como una abeja, la vida sería maravillosa.

Lo que la abeja hace es: poliniza, toma el néctar de la flor, poliniza otra flor, hace una polinización cruzada.

Y cuando toma el néctar, las flores no se sienten defraudadas.

De hecho, invitan a las abejas con sus colores.

Y las abejas no se quedan con toda la miel.

Esos son los tres principios rectores de la Red Abeja…

que siempre que aprendemos algo de los demás debemos compartirlo con ellos en su idioma.

No deben permanecer en el anonimato.

Debo decirles que, tras 20 años, no he variado ni un uno por ciento de la práctica profesional de este arte.

Es una gran tragedia que continúo arrastrando, y espero que todos ustedes se convenzan de esto, de que la profesión continúa legitimando la publicación de conocimiento sin atribución de autoría, dejándola en el anonimato.

La guía de investigación de la Academia de las Ciencias de EE.

UU.

o el Consejo de Investigaciones del Reino Unido o el Consejo de Investigación Científica de India no requieren, que lo que aprendes de los demás debas compartirlo con ellos.

Hablamos de una sociedad responsable, una sociedad que es honesta y justa.

Y ni siquiera hacemos justicia en el mercado del conocimiento.

India desea ser una sociedad del conocimiento.

¿Cómo será una sociedad del conocimiento? Obviamente, no puede haber dos principios de justicia, uno para uno mismo y otro para los otros.

Debe ser lo mismo.

No se puede discriminar.

No puedes estar a favor de tus propios valores, que no tienen que ver con los valores que propugnas.

Es decir, la honestidad para uno y para el otro no es divisible.

Observen esta imagen.

¿Pueden decirme de dónde se ha tomado, y que propósito tiene, alguien? Soy profesor, tengo que preguntarles.

¿Alguien? ¿Alguna sugerencia? ¿Perdón? (Miembro de la audiencia: Rajasthan.) Anil Gupta: Pero, ¿para qué se utiliza? ¿Para qué se ha utilizado? (Mumullos) ¿Perdón? Tiene toda la razón.

Debemos echarle una mano.

Porque este hombre sabe lo insensible que es nuestro gobierno.

Miren esto.

Es la web del gobierno de India.

Invita a los turistas a ver la verguenza de nuestro país.

Lamento tanto decir eso.

Es una imagen preciosa…

¿O es una imagen horrible? Depende de cómo perciban la vida de la gente.

Si esta mujer tiene que transportar agua en su cabeza a lo largo de kilómetros y kilómetros, no se pueden alegrar de eso.

Deberíamos estar haciendo algo.

Y permítanme decirles, con toda la ciencia y tecnología a nuestro servicio, que millones de mujeres continúan transportando agua así.

No nos hacemos esta pregunta.

Se habrán tomado un té por la mañana.

Piensen durante un momento.

Las hojas del té, recolectadas de los arbustos.

¿Saben cuál es el proceso? El proceso es: La mujer recoje unas hojas, las pone en la cesta de atrás.

Háganlo solo 10 veces; notarán el dolor en el hombro.

Ella lo hace unas mil veces cada día.

El arroz que toman en el almuerzo, y que comerán hoy, es plantado por mujeres inclinadas en una postura muy incómoda, millones de ellas, cada estación, en la estación del arroz, cuando trasplantan el arrozal con los pies en el agua.

Los pies en el agua desarrollarán hongos, infecciones.

Y esa infección duele porque otros insectos pican en la zona.

Y cada año, el 99,9 por ciento del arrozan es trasplantado a mano.

No se ha desarrollado tecnología.

El silencio de los científicos, de los tecnólogos, de los que diseñan las políticas públicas, de los agentes de cambio, llamó nuestra atención y no puede continuar, así no funcionará la sociedad.

No es lo que nuestro parlamento haría.

Tenemos un programa de empleo.

En él, a 250 millones de personas este gran país les tiene que ofrecer un empleo de 100 días.

¿Para hacer qué? Partir piedras, remover la tierra.

Hicimos una pregunta al parlamento, ¿tienen cabeza los pobres? ¿Tienen piernas, boca y manos, pero cabeza no? Así que la Red Abeja contruye sobre el recurso del que los pobres son ricos.

¿Y qué ocurrió? Personas anónimas, sin rostro ni nombre, contactan con la red, y logran una identidad.

De esto trata la Red Abeja.

Esta red creció voluntariamente, continúa siendo voluntaria, y ha intentado mapear las mentes de millones de personas que son creativas en nuestro país y en otras partes del mundo.

Podrían ser creativas en términos educativos; podrían serlo en términos culturales; podrían serlo en términos institucionales, pero gran parte de nuestro trabajo se centra en el campo de la creatividad tecnológica, de las innovaciones, bien en términos de innovaciones contemporáneas, bien en términos de conocimiento tradicional.

La curiosidad lo origina todo.

La curiosidad lo origina todo.

Esta persona, que conocimos, y que verán en la página web, www.sristi.org, una persona tribal, tuvo un deseo.

Dijo: «Si mi deseo se cumple»…

alguien estaba enfermo y tuvo que controlarlo…

«Dios, por favor cúrale.

Si le curas, me pintarán la pared».

Y esto es lo que le pintaron.

Alguien hablaba ayer de la jerarquía de Maslow.

No podría haber nada más equivocado que el modelo de Maslow sobre la jerarquía de necesidades porque los pobres de este país pueden alcanzar conocimientos ilustrados.

Kabir, Rahim, todos los grandes santos sufís, eran todos gente pobre, y aplicaban muy bien la razón.

Por favor, nunca piensen que solo después de satisfacer las necesidades fisiológicas y de otro tipo pueden pensar en las necesidades espirituales y los conocimientos ilustrados.

Cualquier persona de cualquier lugar puede llegar a alcanzar ese punto superior solo con la determinación que tienen en su mente de que deben lograrlo.

Observen esto.

Lo vimos en Shodh Yatra.

Cada seis meses recorremos diferentes partes del país.

He andado alrededor de 4.000 km en los últimos 12 años.

Por el camino, encontramos estas masas de estiércol, que se utilizan como combustible.

Esta mujer, en la pared del montón de masa de estiércol, ha hecho un dibujo.

Es el único lugar donde podía expresar su creatividad.

Es fantástica.

Miren esta mujer, Ram Timari Devi, en un depósito de grano en Champaran, tuvimos un [poco claro].

Y caminamos por la tierra donde Gandhiji fue a oir la tragedia, el dolor de los cultivadores de índigo.

Bhabi Mahato en Purulia, en Bankura.

Observen lo que ha hecho.

La pared entera es su lienzo.

Se sienta ahí con una brocha.

¿Es una artesana o una artista? Evidentemente es una artista; es una persona creativa.

Si podemos crear mercados para estas artistas, no tendremos que emplearlos para cavar la tierra o partir piedras.

Les pagarán por lo que hacen bien, no por lo que hacen mal.

(Aplausos) Miren lo que Rojadeen ha hecho.

En Motihari, en Champaran, hay mucha gente que vende té en la chabola y, evidentemente, existe un mercado limitado para el té.

Cada mañana toman té, y también café.

Así que pensó, por qué no convierto una olla a presión en una cafetera.

Esto es una cafetera, solo cuesta unos cientos de rupias.

La gente trae su propia olla, le incorpora una válvula y un tubo, y te da tu café expreso.

Es una cafetera de verdad, asequible que funciona con gas.

(Aplausos) Miren lo que Sheikh Jahangir ha hecho.

Mucha gente pobre no tiene grano suficiente para moler.

Así que este hombre lleva un molinillo de harina en una moto.

Si tienes 500 gramos, 1000, un kilo, te lo molerá; un molino de harina no tritura una cantidad tan pequeña.

Por favor comprendan el problema de los pobres.

Tienen necesidades que tienen que satisfacer eficientemente en término de energía, coste, calidad.

No quieren productos de segunda clase o de calidad inferior.

Pero para ofrecerles productos de alta calidad es necesario adaptar la tecnología a sus necesidades.

Y eso es lo que Sheihk Jahangir hizo.

No con eso no basta.

Observen aquí lo que hizo.

Si tienes ropas y no tienes tiempo suficiente para lavarla, él te trae una lavadora a la puerta de tu casa, sobre una moto.

Un modelo de moto-lavadora…

Te lava la ropa y te la seca en la puerta de tu casa.

(Aplausos) Pones el agua, pones el jabón.

Te lavo la ropa, por una tarifa de 50 paisas, una rupia el lote.

Puede surgir un nuevo modelo de negocio.

Lo que necesitamos, necesitamos a gente que sea capaz de hacerlo crecer.

Observen esto.

Parece una hermosa fotografía.

¿Pero saben lo que es? ¿Puede alguien adivinar qué es? Alguien de India lo sabría, por supuesto.

Es un tawa.

Es un plato hecho de arcilla.

¿Dónde está la belleza? Cuando tienes una sartén antiadherente, cuesta alrededor de, tal vez, 250 rupias, cinco dólares, seis dólares.

Éste cuesta menos de un dólar.

Y es antiadherente.

Está cubierto de uno de esos materiales aptos para uso alimentario.

Y lo mejor es que, mientras utilizas una sartén antiadherente cara ingieres el llamado Teflón, o un material similar al Teflón.

Porque después de un tiempo el material se deshace.

¿Dónde está? Está en su estómago.

No se hizo para eso.

Pero aquí, en esta plato de arcilla, nunca irá a parar a su estómago, así que es mejor; es más segura; es asequible; es eficiente.

En resumen, las soluciones de los pobres no tienen que ser más baratas, no tienen que ser, los llamados jugaad, arreglos improvisados.

Tienen que ser mejores, más eficientes, tienen que ser asequibles.

Esto es lo que ha hecho Mansukh Bhai Prajapati.

Ha diseñado esta cuchilla con mango.

Y con un dólar, resulta asequible una alternativa mejor que la que el mercado ofrece.

Esta mujer desarrolló una fórmula de pesticida natural.

Le solicitamos la patente, en la Fundación Nacional para la Innovación.

Y, quién sabe, alguién otorgará un permiso para esta tecnología y desarrollará productos comercializables, y ella obtendrá beneficios.

Permítanme mencionar una cosa.

Creo que necesitamos un modelo policéntrico de desarrollo, en el que una gran cantidad de iniciativas de distintas partes del país, de distintas partes del mundo, resolverían las necesidades locales de una forma eficiente y flexible.

Cuanto más se adapte a lo local, más posibilidades de que se amplíe.

En el proceso de crecimiento existe una incapacidad inherente para ajustar las necesidades de la población local punto por punto al abastecimiento que se realiza.

¿Por qué la gente desea corregir ese desajuste? Las cosas pueden crecer, y lo han hecho.

Por ejemplo, los móviles: tenemos 400 millones de móviles en este país.

Puede ser que use solo dos botones del móvil, solo tres opciones del móvil.

Tiene 300; estoy pagando 300; solo uso tres, pero deseo tenerlo, por lo tanto tiene posibilidad de crecimiento.

Pero si tuviera que satisfacer una necesidad, lo que nececitaría sería un diseño de móvil diferente.

Lo que decimos es que la posibilidad de crecimiento no debería convertirse en un enemigo de la sostenibilidad.

Debe existir un lugar en el mundo para las soluciones que sean relevantes en el ámbito local, pero que se puedan financiar por cualquiera.

Uno de los mejores hallazgos que hemos realizado es que muchas veces los inversores harían esta pregunta…

«¿Es un modelo que permite su crecimiento?»…

como si las necesidades de un comunidad que está ubicada en un espacio y un tiempo tuviera esas necesidades solo en esos lugares, no tuviera un derecho legítimo a tenerlas de forma gratuita porque no forman parte de una organización a mayor escala.

O sacrificas tus necesidades en función de esa escala mayor o te quedas fuera.

El modelo eminente, la larga cola dice que las pequeñas ventas de un gran número de libros, por ejemplo, que hayan vendido solo unas copias, puede ser aun así un modelo viable.

Debemos encontrar un mecanismo en el que la gente pueda dejar su portafolio, invertiremos en él, en el que las distintas innovaciones llegará a un reducido grupo de gente en sus localidades, y aun así, el [poco claro] del modelo se hará viable.

Miren lo que hace.

Saidullahsahib es un hombre increíble.

Con 70 años, está llevando a acabo algo muy creativo.

(Música) Saidullahsahib: No podía esperar al barco.

Tenía que encontrarme con mi amor.

Mi desesperación me convirtió en un innovador.

Incluso el amor necesita que la tecnología le ayude.

La innovación es el derecho de mi mujer, Noor.

Los nuevos inventos son la pasión de mi vida.

Mi tecnología.

(Aplausos) AG: Saidulluhsahib está en Motihari de nuevo, en Champaran.

Un ser humano maravilloso, y sin embargo, todavía a su edad vende miel en una moto, para ganarse la vida porque no hemos podido convencer a los del parque acuático, a los del lago, de [poco claro] empresas.

Tampoco hemos podido convencer a los bomberos de Bombay, donde hubo una inundación hace unos años, y la gente tenía que recorrer 20 kilómetros, caminando por el agua, miren, deberían tener esta bici en su parque de bomberos, porque pueden ir por esos caminos por los que sus camiones no pueden pasar.

Es decir, que todavía no hemos corregido el problema de convertirla en un dispositivo de rescate, como un dispositivo de venta durante las inundaciones en India oriental, cuando se hace necesario enviar cosas a la gente de distintas islas donde se encontraban abandonados.

Pero la idea tiene su mérito.

¿Qué ha hecho Appachan? Apachan ya no está desgraciadamente pero nos ha dejado un mensaje, un mensaje muy convincente Appachan: Veo cómo el mundo se despierta cada día.

(Música) No es que me cayera un coco en la cabeza, y se me ocurriera esta idea.

Sin dinero para pagar mis estudios, alcancé nuevas alturas.

Me llaman el Spiderman del lugar.

Mi tecnología.

(Aplausos) AG: Muchos de ustedes no podría darse cuenta y creer que hemos vendido este producto en todo el mundo…

lo que yo denomino un modelo G2G, de lo local a lo global.

Una profesora de la Universidad de Massachusetts, del departamento de zoología, llevó a este escalador porque quería estudiar la diversidad de insectos de las copas de los árboles.

Y este dispositivo hace posible que tome muestras de un gran número de palmeras, en lugar de solo unas cuantas, entonces tuvo que hacer una gran construcción de ladrillo para que sus estudiantes de investigación pudieran subir.

Estamos haciendo avanzar las fronteras de la ciencia.

Remya Jose ha desarrollado…

Pueden ir a YouTube y encontrar India Innova, y encontrarán vídeos como estos.

Una innovación suya cuando estaba en 10º: una lavadora-para-hacer-ejercicio.

El sr.

Kharai es una persona discapacitada físicamente, sólo mide un metro y medio.

Pero ha modificado una moto para tener autonomía, libertad y flexibilidad.

Esta innovación procede de las favelas de Río.

Y esta persona, el sr.

Ubirajara, hablamos, mis amigos de Brasil, sobre cómo desarrollar este modelo en China y Brasil.

Tenemos una red vibrante en China, especialmente, pero también está emergiendo en Brasil y otras partes del mundo.

Este dispositivo en la rueda delantera, no lo encontrará en ninguna bici.

India y China poseen el mayor número de bicis.

Pero esta innovación surgió en Brasil.

La idea es que ninguno deberíamos ser provinciano, no deberíamos ser tan nacionalistas como para creer que todas las buenas ideas proceden sólo de nuestro país.

No, tenemos que tener la humildad de aprender del conocimiento de la gente pobre, estén donde estén.

Fíjense en todas esas innovaciones basadas en la bici: una bici que es un difusor, una bici que genera energía de los impactos en la carretera.

No puedo cambiar las condiciones de la carretera; puedo hacer que una bici corra más rápido.

Eso es lo Kanakdas ha hecho.

En Sudáfrica, habíamos llevado a nuestros innovadores, y muchos habíamos ido para compartir con los colegas de Sudáfrica cómo la innovación se puede convertir en el medio de liberarse del trabajo penoso que tiene la gente.

Esto es un carro tirado por burros adaptado.

Aquí hay un ángulo, de 30, 40 kg, que no servía para nada.

Lo quitan y el carro ya necesita un burro menos.

Esto está en China.

Esta niña necesitaba un aparato respiratorio.

Estas tres personas del pueblo se sentaron y pensaron, ¿Cómo podemos alargar la vida de esta niña de nuestro pueblo?» No tenían ninguna relación con ella, pero intentaron averiguar cómo se puede usar el tubo de la lavadora, usaron una bici, le unieron un aparato respiratorio.

Y este aparato le salvó la vida, está muy agradecida.

Hay muchísimas innovaciones más.

Un automóvil, que funciona con aire comprimido con seis paisas por kilómetro.

Assam, Kanak Gogoi.

No encontrarán este automóvil ni en EE.

UU.

ni en Europa, pero está disponible en India.

Esta mujer hacía un ovillo del hilo para pochampalli saris.

En un día, 18.000 veces, tenía que hacer ovillos para confeccionar dos saris.

Esto es lo que su hijo ha logrado después de siete años de lucha.

Dijo: «Cambia de profesión».

Dijo él: «No puedo.

Es lo único que sé, pero inventaré una máquina, que resolverá tu problema».

Y esto es lo que hizo, una máquina de coser en Uttar Pradesh.

Sristi dice: «Dame un punto donde apoyarme y moveré el mundo».

Les diré que también estamos haciendo un concurso entre los niños para incentivar la creatividad y muchas otras cosas.

Hemos vendido cosas por todo el mundo, desde Etiopía a Turquía, a EE.

UU y a otros lugares.

Productos que hayan llegado al mercado, pocos.

Esta es la gente cuyo conocimiento hizo posible esta crema de herbavate para el eczema.

Y aquí una empresa que consiguió una licencia para este pesticida natural puso la fotografía del innovador en el envase para que cada vez que se utilice, le diga al consumidor: «Tú también puedes ser un innovador.

Si tienes una idea, envíanosla.» Es decir, que la creatividad cuenta, que el conocimiento importa, las innovaciones transforman, los incentivos inspiran.

Incentivos, no solo materiales, sino también inmateriales.

Gracias.

(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/anil_gupta_india_s_hidden_hotbeds_of_invention/

 

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