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Rachel Amstrong: ¿Arquitectura que se repara a sí misma? – Charla TEDGlobal 2009

Charla «Rachel Amstrong: ¿Arquitectura que se repara a sí misma?» de TEDGlobal 2009 en español.

Venecia, en Italia, se está hundiendo. Para salvarla, Rachel Amstrong dice que necesitamos superar la arquitectura hecha de materiales inertes y hacer arquitectura que crezca por sí misma. Ella propone un material «no del todo vivo» que se hace sus propias reparaciones y, además, captura el carbono.

  • Autor/a de la charla: Rachel Armstrong
  • Fecha de grabación: 2009-07-24
  • Fecha de publicación: 2009-10-27
  • Duración de «Rachel Amstrong: ¿Arquitectura que se repara a sí misma?»: 452 segundos

 

Traducción de «Rachel Amstrong: ¿Arquitectura que se repara a sí misma?» en español.

Todas las edificaciones de hoy tienen algo en común: Están hechas con tecnología victoriana.

Esto abarca planos, manufactura industrial y construcción usando equipos de trabajadores.

Todo este esfuerzo concluye en un objeto inerte.

Y eso significa que hay transferencia de energía en una sola dirección, desde nuestro ambiente hacia nuestras casas y ciudades.

Esto no es sostenible.

Creo que el único modo de que sea posible para nosotros construir casas y ciudades genuinamente sustentables es conectándolas con la naturaleza, no aislándolas de ella.

Ahora, para hacerlo, necesitamos el tipo de lenguaje adecuado.

Los sistemas vivos están en diálogo constante con el mundo natural, gracias a conjuntos de reacciones químicas llamadas metabolismo.

Y esto es la conversión de un grupo de sustancias en otro, ya sea mediante la producción o la absorción de energía.

Y ésta es la manera en que los materiales vivos aprovechan al máximo sus recursos locales de un modo sustentable.

Por lo tanto, estoy interesada en el uso de materiales metabólicos para la práctica de la arquitectura.

Pero ellos no existen.

Así que tengo que producirlos.

Estoy trabajando con el Arquitecto Neil Spiller en la Escuela de Arquitectura Bartlett.

Y estamos colaborando con científicos internacionales para generar estos nuevos materiales a partir de un enfoque «ascendente».

Lo que significa que estamos generándolos desde cero.

Uno de nuestros colaboradores es el químico Martin Hanczyk, y él está muy interesado en la transición de materia inerte a viva.

Ahora, ése es exactamente el tipo de proceso en el que estoy interesada, cuando estamos pensando en materiales sustentables.

Bien, Martin, él trabaja con un sistema llamado Protocell.

Ahora, todo esto es — y es mágico — es un pequeño saco grasoso.

Y posee una batería química dentro de sí.

Y no contiene ADN.

Este pequeño saco es capaz de conducirse a sí mismo de una forma que sólo puede ser descrita como viviente.

Es capaz de desplazarse por su ambiente.

Puede seguir gradientes químicos.

Puede experimentar reacciones complejas, algunas de las cuales son afortunadamente arquitectónicas.

Así que aquí estamos.

Éstas son protocélulas, creando patrones en su medio.

Aún desconocemos cómo lo hacen.

Aquí, ésta es una protocélula, y está mudando su piel enérgicamente.

Ahora, esto se ve como una suerte de nacimiento químico.

Éste es un proceso violento.

Aquí, hemos obtenido una protocélula para extraer dióxido de carbono de la atmósfera y convertirlo en carbonato.

Y ésa es la concha alrededor de esa grasa globular.

Son absolutamente frágiles.

Así que, únicamente han captado parte de una allí.

Por lo tanto, lo que estamos intentando hacer es presionar estas tecnologías hacia la creación de enfoques «ascendentes» de construcción para la arquitectura, lo que contrasta con los habituales, victorianos, métodos «descendentes» que imponen a la estructura por sobre la materia.

Eso no puede ser energéticamente sensible.

Así que, los materiales «ascendentes» realmente existen hoy en día.

Han estado en uso, en arquitectura, desde la antigüedad.

Si deambulan por la ciudad de Oxford, donde estamos hoy, y echan un vistazo a la mampostería, lo cual he disfrutado hacer en el último par de años, en efecto, verán que gran parte de ella está hecha con piedra caliza.

Y si miran aún más cerca, verán, en esa caliza, que hay pequeñas conchas y pequeños esqueletos que están apilados unos sobre otros.

Y que luego son fosilizados durante millones de años.

Ahora, un bloque de caliza, en sí mismo, no es particularmente interesante.

Luce bello.

Pero imaginen lo que las propiedades de este bloque de caliza podrían ser si la superficie estuviere realmente en diálogo con la atmósfera.

Quizás pudieran extraer el dióxido de carbono.

¿Esto le otorgaría nuevas propiedades al bloque de caliza? Bueno, lo más probable es que lo haría.

Podría ser capaz de crecer.

Podría ser capaz de autorrepararse, e incluso responder a cambios dramáticos en el entorno inmediato.

Bueno, los arquitectos nunca están felices con sólo un bloque de un material interesante.

Ellos piensan en grande.

¿OK? Por lo tanto, cuando pensamos en escalar materiales metabólicos, podemos comenzar pensando en intervenciones ecológicas como la reparación de atolones, o la recuperación de partes de una ciudad que están dañadas por el agua.

Entonces, uno de estos ejemplos sería, por seguro, la histórica ciudad de Venecia.

Ahora, Venecia, como saben, tiene una relación tempestuosa con el mar, y está edificada sobre pilares de madera.

Así que hemos divisado un método por el cual sería posible para la tecnología protocelular con la que estamos trabajando recuperar de modo sostenible a Venecia.

Y el arquitecto Cristian Kerrigan se ha acercado con una serie de diseños que nos muestran cómo sería posible, en efecto, hacer crecer un arrecife de piedra caliza debajo de la ciudad.

Por lo tanto, aquí está la tecnología que poseemos hoy.

Ésta es nuestra tecnología protocelular, efectivamente creando una coraza, como sus antepasados de la caliza, y depositándola en un ambiente muy complejo, contra materiales naturales.

Estamos examinando los reticulados de cristal para ver el proceso de enlace en esto.

Ahora, ésta es la parte más interesante.

No deseamos a la caliza simplemente depositada en cualquier lugar de los bellos canales.

Lo que necesitamos es hacer que esté creativamente conformada alrededor de los pilares de madera.

Entonces, pueden ver en estos diagramas que la protocélula está, de hecho, alejándose de la luz, hacia las oscuras fundaciones.

Hemos observado esto en el laboratorio.

Las protocélulas pueden alejarse efectivamente de la luz.

Ellas pueden, en realidad, desplazarse hacia la luz también.

Sólo tienen que seleccionar su especie.

Para que éstas no sólo existan como una única entidad, en cierto modo, las manipulamos químicamente.

Y he aquí que las protocélulas están depositando su caliza muy específicamente, alrededor de las fundaciones de Venecia, efectivamente petrificándola.

Ahora, esto no va a ocurrir mañana.

Va a tomar un tiempo.

Va a tomar años afinar y monitorear esta tecnología a fin de que podamos tenerla lista para ensayarla, con base en cada caso, en los edificios más dañados y estresados dentro de la ciudad de Venecia.

Pero gradualmente, a medida que los edificios son reparados, veremos la acumulación de un arrecife de caliza bajo la ciudad.

Una acumulación de por sí es un enorme vertedero de dióxido de carbono.

También atraerá a la ecología marina local, que encontrará sus propios nichos ecológicos dentro de esta arquitectura.

Entonces, esto es muy interesante.

Ahora tenemos una arquitectura que conecta a una ciudad con el mundo natural de un modo directo e inmediato.

Pero quizás lo más excitante sobre ello es que la operadora de esta tecnología está disponible por doquier.

Es la química terrestre.

Todos la tenemos.

Lo cual significa que esta tecnología es igualmente apropiada para países en desarrollo como lo es para países del primer mundo.

Bien, en resumen, estoy generando materiales metabólicos en contraposición a tecnologías victorianas, y edificando arquitectura a partir de un enfoque «ascendente».

Segundo, estos materiales metabólicos tienen algunas propiedades de los sistemas vivos, lo cual significa que pueden actuar de modos similares.

De ellos puede esperarse que tengan un montón de formas y funciones dentro de la práctica de la arquitectura.

Y finalmente, un observador en el futuro maravillándose frente a una hermosa estructura en el ambiente, podría encontrar casi imposible especificar si esta estructura ha sido creada por un proceso natural o uno artificial.

Gracias.

(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/rachel_armstrong_architecture_that_repairs_itself/

 

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