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David Deutsch: Una nueva forma de explicar la explicación – Charla TEDGlobal 2009

Charla «David Deutsch: Una nueva forma de explicar la explicación» de TEDGlobal 2009 en español.

Durante decenas de miles de años nuestros ancestros comprendieron el mundo mediante mitos, y el ritmo de cambio fue extremadamente lento. El surgimiento del entendimiento científico transformó al mundo en unos pocos siglos. ¿Por qué? El físico David Deutsch propone una sutil respuesta.

  • Autor/a de la charla: David Deutsch
  • Fecha de grabación: 2009-07-23
  • Fecha de publicación: 2009-10-26
  • Duración de «David Deutsch: Una nueva forma de explicar la explicación»: 998 segundos

 

Traducción de «David Deutsch: Una nueva forma de explicar la explicación» en español.

Estoy seguro que, a lo largo de cientos de miles de años de existencia de nuestra especie e incluso antes nuestros ancestros contemplaron el cielo nocturno y se preguntaban qué son las estrellas.

Preguntándose, por lo tanto, cómo explicar lo que veían en términos de cosas nunca antes vistas.

Entonces, la mayoría de la gente sólo se preguntaba esas cosas ocasionalmente, como hoy en día, durante el tiempo libre de las actividades que los preocupaban normalmente.

Pero lo que normalmente les preocupaba también involucraba un deseo por saber.

Ellos deseaban saber cómo prevenir que el alimento les faltara algunas veces, y saber que podrían descansar cuando estaban agotados sin correr el riesgo de morir de hambre, estar abrigados, frescos, seguros con menos dolor.

Puedo apostar que a esos pintores prehistóricos de las cavernas les hubiese encantado saber cómo dibujar mejor.

En cada aspecto de sus vidas, ellos deseaban progresar, al igual que hacemos nosotros.

Pero fallaron, casi completamente, en lograr algún progreso.

No sabían cómo lograrlo.

Descubrimientos como el fuego ocurren tan raramente, que desde la perspectiva individual, el mundo nunca mejoraba.

Nada nuevo se aprendía.

La primera clave para comprender el origen de la luz de las estrellas apareció recién en 1899: la radioactividad.

En 40 años los físicos descubrieron la explicación completa expresada, como es usual, en elegantes símbolos.

Pero, olvidemos los símbolos.

Piensen cuántos descubrimientos representan esos símbolos.

Núcleos y reacciones nucleares, por supuesto.

Pero también isótopos, partículas de electricidad, antimateria, neutrinos la conversión de masa a energía — es decir E=mc^2 — rayos gamma, transmutaciones.

Ese antiguo sueño que siempre eludió a los alquimistas fue alcanzado a través de estas mismas teorías que explicaron la luz de las estrellas y otros misterios antiguos, y nuevos e inesperados fenómenos.

Que todo eso, descubierto en 40 años, no lo había sido [descubierto] en los cientos de miles de años anteriores, no por falta de pensamiento acerca de las estrellas, y todos problemas urgentes que tenían.

Incluso llegaron a respuestas, como los mitos, que dominaron sus vidas, pero que no tenían casi ninguna relación con la verdad.

Lo trágico de aquel prolongado estancamiento no es, creo yo, debidamente reconocido.

Aquellas eran personas con cerebros de esencialmente el mismo diseño que el que eventualmente sí pudo descubrir estas cosas.

Pero la habilidad para hacer progresos permaneció prácticamente sin uso hasta el evento que revolucionó la condición humana y cambió el universo.

O eso deberíamos esperar.

Porque ese evento fue la revolución científica desde la cual nuestro conocimiento del mundo físico y de cómo adaptarlo a nuestros deseos ha ido creciendo implacablemente.

Ahora,

¿qué había cambiado?

¿Qué estaba haciendo la gente por primera vez que hacía la diferencia entre el estancamiento y la rápida e interminable sucesión de descubrimientos?

Cómo hacer esa diferencia es seguramente la verdad universal más importante que es posible conocer.

Desgraciadamente, no hay consenso acerca de qué es.

Así que, yo se los diré.

Pero antes tendré que dar marcha atrás un poco.

Antes de la revolución científica, se creía que todo lo importante, digno de saberse, ya era conocido, consagrado en antiguos libros, instituciones, y en algunas reglas de comportamiento genuinamente útiles.

las cuales estaban, sin embargo, arraigadas como dogmas, junto a muchas mentiras.

Así que se creía que el conocimiento provenía de las autoridades que, en realidad, sabían muy poco.

Y por lo tanto el progreso consistía en aprender a rechazar la autoridad de hombres educados, sacerdotes, tradicionalistas y gobernantes.

Esta es la razón por la que la revolución científica tuvo que tener un contexto más amplio: la Ilustración, una revolución en la forma en que las personas buscaban el conocimiento tratando de no confiar en las autoridades.

«No tomes por cierta la palabra de nadie» Pero eso no puede ser lo que hizo la diferencia.

Las autoridades habían sido criticadas anteriormente, muchas veces.

Y eso muy raramente, o nunca, causaba nada parecido a una revolución científica.

En esa época, lo que se creía que distinguía a la ciencia era una idea radical acerca de las cosas nunca antes vistas, conocido como empirismo.

Todo el conocimiento se deriva de los sentidos.

Bueno, hemos visto que eso no puede ser cierto.

Sí ayudan, por supuesto, promoviendo la observación y la experimentación.

Pero, desde el inicio, estaba claro que había algo terriblemente errado en eso.

¿El conocimiento proviene de los sentidos?

¿En qué idioma?

Ciertamente no en lenguaje matemático, en el que, como dijo correctamente Galileo, está escrito el libro de la naturaleza.

Miren al mundo.

No ven ecuaciones inscriptas en las montañas.

Si así lo hicieran, sería porque hubo gente que las talló allí.

Por cierto,

¿por qué no hacemos eso?

¿Qué nos pasa?


(Risas)
El empirismo es inadecuado porque, bueno, las teorías científicas explican las cosas vistas en términos de las no vistas.

Y las no vistas, hay que admitirlo, no nos vienen a través de los sentidos.

No vemos esas reacciones nucleares en las estrellas.

No vemos el origen de las especies.

No vemos la curvatura del espacio-tiempo.

ni otros universos.

Pero sabemos sobre todas esas cosas.

¿Cómo?

Bueno, la clásica respuesta empirista es inducción.

Lo no visto se parece a lo visto.

Pero no es así.

Ustedes saben cuán débil fue la evidencia de que el espacio-tiempo es curvo.

Fue una fotografía, no del espacio-tiempo, sino de un eclipse, con un punto que en vez de estar ahí, estaba allá.

¿Y la evidencia de la evolución?

Algunas rocas y algunos pinzones.

¿Y de los universos paralelos?

Otra vez: puntos ahí, en lugar de allí, en una pantalla.

Lo que vemos, en todos estos casos, no tiene ningun parecido con la realidad que concluimos es la responsable — sólo una larga cadena de razonamientos teóricos y de interpretaciones, los conecta.

«¡Ah!» dicen los creacionistas, «Entonces admites que todo es cuestión de interpretaciones» Nadie vio jamás la evolución.

Vemos rocas.

Usted tiene su interpretación.

Nosotros tenemos la nuestra.

La suya viene de conjeturas la nuestra, de la Biblia.» Pero lo que tanto creacionistas como empiristas ignoran es que, en ese sentido, nadie ha visto nunca una biblia tampoco, que el ojo sólo detecta luz, que no percibimos.

El cerebro sólo detecta impulsos nerviosos.

Y ni siquiera percibimos esos impulsos como lo que realmente son, es decir, señales eléctricas.

Así que nosotros no percibimos nada como realmente es.

Nuestra conexión con la realidad no es nunca percepción solamente.

Está siempre, como dijo Karl Popper, cargada de teoría.

El conocimiento científico no se deriva de nada.

Es como todo conocimiento.

Es conjetural, basado en prueba y error, comprobado mediante la observación, y no derivado de ella.

Así que,

¿fueron las conjeturas comprobables la gran innovación que abrió las puertas de la prisión intelectual?

No.

Al contrario de lo que usualmente se dice, la comprobabilidad es común en mitos y en toda clase de formas irracionales de pensamiento.

Cualquier maniático que diga que el sol saldrá el próximo martes tiene una predicción comprobable.

Consideren el antiguo mito griego que explica las estaciones.

Hades, Dios del Inframundo, secuestra a Perséfone, la Diosa de la Primavera, y negocia un matrimonio forzado, requiriéndole a ella que retorne regularmente, y la deja ir.

Y cada año, ella se siente mágicamente obligada a volver.

Y su madre, Deméter, Diosa de la Tierra, está triste, y hace la tierra fría y seca.

Ese mito es comprobable.

Si el invierno es causado por la tristeza de Deméter entonces debe ocurrir en toda la Tierra, simultáneamente.

Así que si los antiguos griegos hubiesen sabido que Australia está en su época más cálida cuando Deméter está triste, habrían sabido que su teoría era falsa.

Entonces,

¿Qué estaba mal en ese mito, y en todos los pensamientos pre científicos, y qué, entonces, hizo la diferencia?

Creo que hay una cosa de la que hay que ocuparse.

Y esto implica comprobabilidad, el método científico, la Ilustración, y todo eso.

Y aquí está el punto crucial.

Hay algo así como un defecto en la historia.

No me refiero solamente a defectos lógicos.

Me refiero a una mala explicación.

¿Qué significa eso?

Bueno, una explicación es una afirmación acerca de lo que está allí, lo invisible, que nos aclara lo que vemos.

Porque el papel explicativo del casamiento de Perséfone podría ser alcanzado mediante muchas otras, infinitas, explicaciones ad hoc.

¿Por qué un casamiento y no cualquier otra razón para este suceso anual?

Aquí va uno.

Perséfone no fue liberada.

Se escapó, y retorna cada primavera para vengarse de Hade con sus poderes vernales.

Ella calma sus dominios con un aire de primavera enviando aire caliente a la superficie, creando el verano.

Esto explica los mismos fenómenos que el mito original.

Es igualmente comprobable.

Sin embargo, lo que afirma sobre la realidad es, en varias maneras, lo opuesto.

Y esto es posible porque los detalles del mito original no tienen relación con las estaciones, excepto a través del propio mito.

Esta facilidad de variación es el signo de una mala explicación.

Porque, sin una razón funcional para preferir una de entre tantas variantes, abogar por una de ellas, en detrimento de las otras, es irracional.

Entonces, para lograr la esencia que hace la diferencia que permite el progreso, hay que buscar buenas explicaciones, aquellas que no puedan ser fácilmente modificadas, sin que dejen de explicar el fenómeno.

Ahora, nuestra actual explicación de las estaciones es que el eje de la Tierra está inclinado por lo que cada hemisferio está inclinado hacia el sol durante la mitad del año, y alejado durante la otra mitad.

Mejor pongo esa aclaración.


(Risas)
Esta es una buena explicación: difícil de variar, porque cada detalle tiene un rol funcional.

Por ejemplo, sabemos, independientemente de las estaciones, que las superficies inclinadas hacia afuera de la fuente caliente de radiación son calentadas menos, y que una esfera girando, en el espacio, apunta en una dirección constante.

Y la inclinación también explica los diferentes ángulos de elevación en los diferentes momentos del año, y predice que las estaciones estarán desfasadas en los dos hemisferios.

Si se hubiesen observado en fase, la teoría habría sido refutada.

Pero ahora, el hecho de que es una buena explicación, difícil de variar, hace una diferencia crucial.

Si los antiguos griegos se hubiesen enterado de las estaciones en Australia, podrían haber variado fácilmente su mito para predecir eso.

Por ejemplo, cuando Deméter está molesta, aleja el calor de su cercanía, hacia el otro hemisferio, donde entonces comienza el verano.

Entonces, habiendo sido probada como errónea por observación, y cambiando la teoría de acuerdo a esto, los antiguos griegos no se habrían acercado ni un poco al entendimiento de las estaciones, porque sus explicaciones eran malas: muy fáciles de variar.

Y solamente cuando una explicación es buena es que importa si es verificable.

Si la teoría de la inclinación del eje hubiese sido refutada, sus defensores no habrían tenido ningún lugar para ir.

Ningún cambio fácilmente implementado podría hacer que la inclinación provoque que ambos hemisferios tengan las mismas estaciones simultáneamente.

La búsqueda de explicaciones difíciles de variar es el origen de todo el progreso.

Es el principio básico que regula la Ilustración.

Entonces, en la ciencia, dos falsos enfoques frustran el progreso.

Uno es bien conocido: teorías imposibles de probrar.

Pero lo más importante son las teorías faltas de explicación.

Cuando alguien les dice que algunas tendencias estadísticas continuarán, pero no da una explicación difícil de variar que explique esa tendencia, les están diciendo que lo hizo un mago.

Cuando se dice que las zanahorias tiene derechos humanos porque comparten la mitad de nuestros genes pero no se dice por qué los parecidos en genes otorgan derechos — un mago.

Cuando alguien dice que el debate entre naturaleza y educación está terminado porque hay evidencia de que un determinado porcentaje de nuestras opiniones políticas están genéticamente determinadas, pero no explica cómo los genes generan opiniones, entonces no han terminado nada.

Están diciendo que nuestras opiniones están causadas por magos, y muy probablemente, también las de ellos.

Que la verdad consiste en afirmaciones difíciles de variar acerca de la realidad es el hecho más importante de nuestro mundo físico.

Es un hecho que es, en sí mismo, invisible, pero imposible de variar.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/david_deutsch_a_new_way_to_explain_explanation/

 

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