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Cameron Herold: Eduquemos los niños para ser emprendedores – Charla TEDxEdmonton

Charla «Cameron Herold: Eduquemos los niños para ser emprendedores» de TEDxEdmonton en español.

Se aburre en la escuela, le va mal en las clases, está en desacuerdo con sus compañeros: este niño podría ser un emprendedor, dice Cameron Herold. En TEDxEdmonton, sostiene que la crianza y una educación que ayude harían florecer la iniciativa empresarial, tanto en niños como en adultos.

  • Autor/a de la charla: Cameron Herold
  • Fecha de grabación: 2010-03-13
  • Fecha de publicación: 2010-06-17
  • Duración de «Cameron Herold: Eduquemos los niños para ser emprendedores»: 1284 segundos

 

Traducción de «Cameron Herold: Eduquemos los niños para ser emprendedores» en español.

Estaré dispuesto a apostar que soy el tipo más tonto de la sala porque no pude terminar la escuela.

Luché con la escuela.

Pero lo que sabía a una edad muy temprana era mi amor por el dinero y me encantaban los negocios y me encantaba esta cosa empresarial.

Y me educaron para ser un emprendedor.

Y lo que me ha apasionado desde entonces, y nunca he hablado de esto antes, hasta ahora, esta es la primera vez que alguien lo escucha, salvo mi mujer hace tres días, porque ella dijo: «

¿De qué estás hablando?

» y yo le dije: es que pienso que perdemos una oportunidad de encontrar estos niños que tienen rasgos empresariales y prepararlos o mostrarles que ser un emprendedor es en verdad algo «cool».

No es algo malo y vilipendiado, que es lo que sucede en gran parte de la sociedad.

Los niños, cuando crecemos, tenemos sueños.

y tenemos pasiones y tenemos visiones.

Y de algún modo esas cosas se nos aplastan.

Y se nos dice que tenemos que estudiar más y concentrarnos más o conseguir un tutor.

Y mis padres me consiguieron un tutor francés, y todavía soy malo en francés.

Hace dos años, fui el conferencista más votado en el programa de la maestría empresarial del MIT.

Y era un evento de oratoria en frente a grupos de emprendedores de todo el mundo.

Cuando estaba en segundo grado gané un concurso de oratoria de mi ciudad, pero nadie dijo nunca «Hey, este chico es buen orador.

El no puede concentrarse pero le encanta andar por ahí animando a la gente.» Nadie dijo: «Entrénenlo en oratoria».

Dijeron que me pusieran un tutor en lo que yo soy malo.

Los niños muestran estos rasgos.

Y tenemos que empezar a buscarlos.

Pienso que deberíamos criar niños para ser emprendedores en vez de abogados.

Y, por desgracia, el sistema escolar está preparando este mundo para decir: «Hey, seamos abogados o seamos médicos», y estamos perdiendo una oportunidad porque nadie dice nunca: «Hey, sé un emprendedor».

Los emprendedores son personas, porque tenemos muchos de ellos en la sala, que tienen estas ideas y pasiones o ven estas necesidades en el mundo y deciden ponerse de pie y hacerlo.

Y ponemos todo en línea para hacer que las cosas sucedan.

Y tenemos la capacidad de rodearnos de las personas cercanas que quieren construir ese sueño con nosotros.

Y pienso que si pudiéramos hacer que los niños adopten la idea, a una edad temprana, de ser emprendedores, podríamos cambiar todo lo que hoy en el mundo es un problema.

Para cada problema existente alguien tiene la respuesta.

Y como niño, nadie puede decir que eso no puede suceder porque eres demasiado tonto para darte cuenta que no podrías imaginarlo.

Pienso que tenemos la obligación como padres y como sociedad, empezar a enseñar a los niños a pescar en vez de darles el pescado.

La vieja parábola: «Si le das a un hombre un pescado, lo alimentas por un día.

Si le enseñas a un hombre a pescar, lo alimentas de por vida».

Si podemos enseñarles a nuestros niños a ser emprendedores, a los que muestren esos rasgos, así como enseñamos a los dotados en ciencia que sigan con la ciencia.

¿Qué tal si viésemos los que tuviesen rasgos emprendedores y les enseñásemos a ser emprendedores?

Podríamos tener a todos estos niños propagando negocios en vez de esperar ayuda del gobierno.

Lo que hacemos es sentarnos y enseñarles a nuestros niños las cosas que no deberían hacer.

No pegues, no muerdas, no jures.

Estamos enseñando a nuestros niños a ir detrás de buenos trabajos ya saben, y el sistema escolar les enseña a ir detrás de cosas como ser médico(a), ser abogado(a) contador(a), dentista, maestro(a) o piloto.

Y los medios nos dicen que sería muy bueno si pudiéramos ser modelos o cantantes o héroes del deporte como Sidney Crosby.

Nuestras escuelas de negocios no enseñan a los chicos a ser emprendedores.

La razón por la que evité un programa de MBA aparte del hecho que no podía entrar a ninguno porque tuve un promedio de 61% en la secundaria y luego un promedio de 61% en la única escuela de Canadá que me aceptó, Carlton, pero nuestros MBA no enseñan a los chicos a ser emprendedores.

Les enseñan a ir a trabajar en las empresas.

Entonces,

¿quién funda estas empresas?

Estas pocas personas al azar.

Incluso en la literatura popular, el único libro que he encontrado, y que debería estar en todas sus listas de lectura, el único libro que he encontrado que hace del emprendedor un héroe es «Atlas Shrugged» (La revelión de Atlas) Todo lo demás en el mundo tiende a ver a los emprendedores y decir que somos malas personas.

Miro incluso a mi familia.

Mis dos abuelos eran emprendedores.

Mi papá era emprendedor.

Tanto mi hermano como mi hermana y yo, los tres, tenemos compañías propias también.

Y todos decidimos fundar estas cosas porque es en realidad el único lugar en que encajamos.

No encajábamos en el trabajo normal.

No podríamos trabajar para alguien más porque somos muy testarudos y tenemos todos estos otros rasgos.

Pero los niños también pueden ser emprendedores.

Soy una gran parte de un par de organizaciones a nivel mundial llamadas Organización de Empresarios y Organización de Jóvenes Presidentes (OJP).

Recién regresé de hablar en Barcelona en la conferencia mundial de OJP y todo el mundo que conocí allá todos los emprendedores lucharon con la escuela.

Me diagnosticaron 18 de 19 signos de trastorno por déficit de atención.

Así que esta cosa de aquí me está volviendo loco.


(Risas)
Probablemente sea por eso que estoy un poco en pánico en este momento, aparte de toda la cafeína que he tomado y el azúcar, pero esto es algo realmente escalofriante para un emprendedor.

Trastorno por déficit de atención, trastorno bipolar.

¿Saben que ese trastorno bipolar es apodado «enfermedad del CEO»?

Ted Turner lo tiene.

Steve Jobs lo tiene.

Los tres fundadores de Netscape lo tienen.

Podría seguir y seguir.

Los niños…

pueden ver estos signos en los niños.

Y lo que estamos haciendo es darles Ritalin y decirles: «No seas del tipo emprendedor.

Encaja en este otro sistema e intenta ser un estudiante».

Lo siento, los emprendedores no son estudiantes.

Vamos por la vía rápida.

Entendemos el juego.

Robé ensayos.

Hice trampa en los exámenes.

Contraté niños para que hagan mis tareas de contabilidad en la Universidad en 13 asignaturas consecutivas.

Pero como emprendedor uno no hace contabilidad, contrata contadores.

Así que entedí eso desde un principio.


(Risas)

(Aplausos)
Al menos yo puedo admitir que hice trampa en la Universidad; la mayoría de Uds no.

Además soy citado — y le dije a la persona que escribió el libro — ahora soy citado en ese mismo texto universitario en cada universidad e instituto de educación superior canadiense.

En contabilidad de gestión, soy el capítulo ocho.

Abro el capítulo ocho hablando de elaboración de presupuesto.

Y le dije a la autora, después que me entrevistaron, que hice trampa en ese mismo curso.

Y ella pensó que era demasiado gracioso como para no ponerlo de todos modos.

Pero los niños, pueden ver esas señales en ellos.

La definición de emprendedor es «una persona que organiza, opera, y asume el riesgo de una empresa comercial».

Eso no significa que uno tiene que hacer un MBA.

Eso no significa que uno tiene que pasar por la escuela.

Sólo significa que esas pocas cosas tienen que sentirse bien desde adentro.

Y hemos oído de si estas cosas nacen o se hacen, correcto.

¿Es la primera o la segunda?

¿Cuál es?

Bueno, no creo que sea una o la otra.

Pienso que pueden ser ambas.

Me prepararon como emprendedor.

Cuando estaba creciendo de niño, no tuve alternativa, porque me enseñaron a muy temprana y corta edad, cuando mi papá se dio cuenta que no iba a encajar con nada de lo que me iban a enseñar en la escuela, que podía enseñarme a entender los negocios a muy temprana edad.

Nos preparó, a los tres, a odiar la idea de tener un trabajo y a amar el hecho de crear compañías en las que pudiésemos emplear a otras personas.

Mi primera pequeña empresa comercial.

Tenía 7 años, estaba en Winnipeg, y yo estaba en mi habitación con uno de esos largos cables.

Estaba llamando a todas las tintorerías de Winnipeg para averiguar cuánto pagarían las tintorerías por las perchas.

Y mi mamá entró en la habitación y dijo:

¿De dónde vas a sacar las perchas que vas a vender a la tintorería?

Y le dije: «Vamos a ver en el sótano».

y bajamos al sótano.

Y abrí este armario.

Y había unas mil perchas que había recolectado.

Porque, cuando le decía que salía a jugar con los niños iba puerta por puerta en el vecindario juntando perchas para dejar en el sótano para venderlas.

Porque yo había visto unas semanas antes que a uno le pagaban.

Solían pagar dos centavos por percha.

Así que era como, bueno hay todo tipo de perchas.

Y así que voy a ir a por ellas.

Y yo sabía que ella no querría que vaya a buscarlas, así que lo hice de todos modos.

Y aprendí que se podía negociar con la gente.

Esta persona me ofreció 3 centavos y logré que lo suba a 3,5 centavos.

Sabía incluso a los 7 años que podía obtener una fracción porcentual de centavo y la gente lo pagaría porque se multiplica.

A los 7 años lo entendí.

Conseguí 3,5 centavos por mil perchas.

Vendí protectores de matrículas de puerta en puerta.

Mi papá realmente me hizo ir a buscar a alguien que me las vendiera al por mayor.

Y a los 9 años caminaba por la ciudad de Sudbury vendiendo protectores de matrículas de puerta en puerta.

Y recuerdo a este cliente de forma vívida porque hice también algunas otras cosas con estos clientes.

Vendí periódicos.

Y él jamás me compraría un periódico.

Pero yo estaba convencido que me iba a comprar un protector de matrículas.

Y él como que «pues, no lo necesitamos».

Y yo le decía: «Pero tienen dos autos» — tengo 9 años.

Y yo: «Pero tiene dos autos y no tienen protectores de matrícula».

Y él me decía: «Lo sé».

Y yo dije: «El auto de aquí tiene una matrícula toda abollada».

Y él dijo: «Sí, ese es el auto de mi esposa».

Y yo dije: «

¿Por qué no probamos uno en el frente del auto de su esposa y vemos si dura más».

Así que sabía que había dos autos con dos matrículas en cada uno.

Si no podía vender las cuatro, podía vender al menos una.

Aprendí eso a muy corta edad.

Hice arbitraje financiero de cómics.

Cuando tenía unos 10 años vendí historietas fuera de nuestra casa de campo en la bahía de Georgia.

E iría en bicicleta hasta el final de la playa y compraría todas las historietas de los niños pobres.

Y luego regresaría a la otra punta de la playa y se las vendería a los niños ricos.

Pero era obvio para mí, correcto.

Comprar barato, vender caro.

Uno tiene esta demanda por aquí que tiene dinero.

No trates de venderle a los niños pobres; no tienen dinero.

Los ricos lo tienen.

Anda y toma un poco.

Eso es obvio, correcto.

Es como una recesión.

Hay una recesión, todavía hay 13 billones de dólares en circulación en la economía de EE.UU.

Ve a buscar algo de eso.

Y aprendí eso a una corta edad.

También aprendí a no revelar la fuente porque me apalearon después de cuatro semanas de hacer esto dado que uno de los niños ricos descubrió dónde estaba comprando las historietas y no le gustó el hecho de estar pagando mucho más.

Fui obligado a obtener un reparto de diarios a los 10 años de edad.

Yo realmente no quería un reparto de diarios, pero a los 10 mi papá dijo: «Ese va a ser tu próximo negocio».

Así que no sólo me consiguió uno sino que tuve dos y luego quiso que contrate a alguien para que reparta la mitad de los diarios cosa que hice, y entonces me di cuenta que con propinas es como se hace todo el dinero.

Así que recogería las propinas y recibiría el pago.

Yo las recolectaría para todos los periódicos.

Él sólo podría repartirlos.

Porque entonces me di cuenta que podría hacer dinero.

En este punto yo definitivamente no iba a ser un empleado.


(Risas)
Mi papá era dueño de una tienda de reparación de automotores.

Tenía todas estas piezas de automóviles antiguos por ahí.

Y tenían este viejo bronce y cobre.

Y entonces le pregunté qué hacía con eso.

Y me dijo que los tiraba.

Y le dije: «

¿Pero alguien no te pagaría por eso?

» Y él dijo: «Quizá».

Recuerden, a los 10 años, por ende hace 34 años vi una oportunidad en esto.

Vi que había una oportunidad en la basura.

Y la estaba recolectando de todas las tiendas de automóviles del área en mi bicicleta.

Y entonces mi papá me llevaría los sábados a un reciclador de chatarra donde me pagaban.

Y pensé que era algo «cool».

Curiosamente, 30 años después, estamos construyendo 1-800-GOT-JUNK?

(1-800-Tiene-basura?

) y haciendo dinero con eso también.

Construí estos pines cuando tenía 11 años en los boy scouts y hemos hecho estos pines para nuestras mamás para el Día de la Madre.

E hicimos estos porta agujas con broches de madera cuando solíamos tender la ropa en los tendederos exteriores.

Y uno tenía estas sillas.

Y tenía estas pequeñas almohadillas que yo cosería.

Y podían ponerse alfileres en ellas.

Porque la gente solía coser y necesitaban almohadillas.

Pero lo que me di cuenta era que había que tener opciones.

Así que pinté una gran cantidad de marrón.

Y luego cuando iba a la puerta, no decía: «

¿Quiere comprar una?

» decía: «

¿De qué color quisiera?

» Era como, tengo 10 años, no puede decirme que no a mí, en especial si tiene dos opciones: tiene las marrones y las claras.

Así que aprendí esa lección a una edad temprana.

Aprendí que el trabajo manual realmente apesta.

Bueno, como cortar el césped es lo peor.

Pero debido a que tuve que cortar césped todo el verano para todos nuestros vecinos y me pagaban para hacer eso, me di cuenta que los ingresos recurrentes de un cliente es asombroso.

Que si pesco este cliente una vez y cada semana esa persona me paga eso es mucho mejor que si intento vender una almohadilla a una persona.

Porque no se le puede vender más.

Así que me encantó ese modelo de ingresos recurrentes que aprendí a una edad temprana.

Recuerden, yo estaba siendo preparado para hacer eso.

No me permitían tener empleos.™ Hice de caddy, iría al campo de golf a hacer de caddy para la gente.

Pero me di cuenta que había una colina en nuestro campo de golf el hoyo 13 que tenía esta colina enorme.

Y la gente nunca podía llevar sus bolsas hasta allí.

Así que me sentaba allí con una silla de jardín y simplemente cargaba para toda la gente que no tenía caddy.

Yo llevaría sus bolsos de golf hasta la cima y ellos me pagarían un dólar.

Mientras tanto, mis amigos trabajaban por 5 horas transportando la bolsa de alguien y ganaban 10 dólares.

Pensé: «Eso es una tontería, porque tienes que trabajar durante cinco horas.

No tiene sentido».

Encuentra una manera de ganar más dinero más rápido.

Cada semana iría al almacén de la esquina y compraría todas estas gaseosas.

Luego me acercaría y las entregaría a estas mujeres de 70 años que jugaban al bridge.

Y me harían el pedido para la semana siguiente.

Y entonces entregaría las gaseosas cobrando el doble.

Y tenía este mercado cautivo.

Uno no necesita contratos.

Simplemente se necesita tener una oferta y una demanda y este público que le compre a uno.

Estas mujeres no iban a ir a comprar a nadie más porque me querían y yo como que me lo imaginaba.

Iba a buscar pelotas a los campos de golf.

Pero todos los demás estaban buscando entre los arbustos y buscando en las zanjas las pelotas de golf.

Y yo como que, eso no va conmigo.

Todas están en el estanque y nadie está entrando allí.

Así que iría a los estanques, gateando, y las recogería con los dedos de los pies.

Uno simplemente las recogía con ambos pies.

No se puede hacer en el escenario.

Y uno consigue las pelotas de golf y las pone en el traje de baño y cuando uno termina tiene un par de cientos de ellas.

Pero el problema es que la gente no quería todas las pelotas de golf.

Así que las empacaba.

Yo tenía unos 12 años, correcto.

Las empacaba en tres maneras.

Tenía las Pinnacles, las DBHs y las más codiciadas de entonces.

Esas se vendían a 2 dólares cada una.

Después tenía las buenas, no tan desgastadas, que costaban 50 centavos cada una.

Y luego vendería 50 juntas de las baqueteadas.

Podían usar esas como pelotas de práctica.

Y vendía gafas de sol, cuando estaba en la escuela, a todos los niños de la secundaria.

Esto es lo que hace como que todo el mundo te odie porque uno está tratando de sacar dinero todo el tiempo a sus amigos.

Pero eso pagaba las cuentas.

Así que vendí montones y montones de gafas de sol.

Y luego cuando la escuela me lo prohibió, la escuela en realidad me llamó a la oficina y me dijo que no podía hacerlo, así que fui a las estaciones de gasolina y vendí montones de gafas a las estaciones e hice que las estaciones se las vendan a sus clientes.

Eso fue genial, porque luego tuve puntos de venta.

Y creo que tenía 14 años.

Y luego me pagué todo el primer año de universidad en Carlton vendiendo botas de vino de puerta en puerta.

¿Saben que entran una botella de ron de 1 litro y dos coca-colas en una bota de vino?

¿y qué con eso?

Sí,

¿pero saben qué?

Te la pones entre los pantalones cuando vas a un partido de fútbol puedes entrar alcohol de forma gratuita, todo el mundo las compraba.

Oferta, demanda, gran oportunidad.

Les puse marca, así que las vendía a cinco veces lo normal.

Tenía el logo de nuestra universidad.

Ya saben, le enseñamos a nuestros niños y les compramos juegos, pero

¿por qué no se los compramos si son niños emprendedores, así eso alimenta los rasgos que uno necesita para ser emprendedor?

¿Por qué no les enseñamos a no malgastar el dinero?

Recuerdo que me hicieron caminar por el medio de una calle en Banff, Alberta, porque había tirado una moneda en la calle.

Y mi papá decía: «Ve y búscala».

Él decía: «Trabajo muy duro para ganar mi dinero.

No quiero verte nunca malgastar un centavo».

Y recuerdo esa lección hasta el día de hoy.

Las asignaciones semanales inculcan malos hábitos a los niños.

Las asignaciones semanales, por naturaleza, les enseñan a pensar en un empleo.

Y el emprendedor no espera una paga regular.

Las asignaciones semanales inculcan a temprana edad esperar una paga regular.

Eso está mal, para mí, si uno quiere criar emprendedores.

lo que hago con mis hijos ahora — tengo dos, de 9 y 7 años — es enseñarles a caminar por la casa y el patio buscando cosas para hacer.

Venir y decirme qué es.

O iré yo y les diré: «Esto es lo que necesito».

Y luego,

¿saben lo que hacemos?

Negociamos.

Ellos van a buscar qué hacer.

Pero luego negociamos cuánto se les va a pagar.

Y no tienen un cheque regular, pero tienen más oportunidades de encontrar más cosas, y aprenden la habilidad de la negociación y también la habilidad de encontrar oportunidades.

Uno cultiva ese tipo de cosas.

Cada uno de mis hijos tiene dos alcancías.

El 50% de todo el dinero que ganan o les regalan, el 50% se destina para su cuenta de la casa, el 50% se destina para su cuenta de juguetes.

Con lo que va a su cuenta de juguetes pueden comprar lo que quieran.

El 50% de lo que va a la cuenta de la casa, cada 6 meses, va al banco.

Van conmigo.

Cada año todo el dinero del banco va a su agente.

Tanto el de 9 años como el de 7 ya tienen un corredor de bolsa.

Pero yo les estoy enseñando a forzar el hábito del ahorro.

Me pone loco cuando escucho a los treintañeros decir «Quizá voy a comenzar a contribuir para mi retiro».

Joder, has perdido 25 años.

Se les puede enseñar esos hábitos a los niñitos cuando ni siquiera han sentido el dolor todavía.

No les lean cuentos antes de dormir todas las noches.

Tal vez pueden leerles cuentos cuatro noches a la semana y tres noches a la semana hagan que ellos cuenten historias.

¿Por qué no sentarse con los niños y darles cuatro elementos: una camisa roja, una corbata azul, un canguro y una laptop, y hacer que ellos cuenten una historia con esas cuatro cosas?

Mis hijos hacen eso todo el tiempo.

Les enseña a vender; les enseña creatividad; les enseña a pensar con los pies en la tierra.

Sólo hagan este tipo de cosas y diviértanse con eso.

Hagan que los niños se paren en frente de grupos y hablen, incluso si sólo es pararse en frente de sus amigos y hacer representaciones y discursos.

Esos son rasgos de emprendedores que uno quiere fomentar.

Muéstrenle a los niños cómo se ven los malos clientes y los malos empleados.

Enséñenles los empleados de mal humor.

Cuando vean un empleado atendiendo de mal humor al cliente, muéstrenselo.

Digan: «A propósito, ese tipo es un mal empleado».

Y digan: «Estos otros son buenos».


(Risas)
Si van a un restaurante y tienen mal servicio de atención al cliente muéstrenles cómo es un mal servicio al cliente.


(Risas)
Tenemos todas esas lecciones frente a nosotros pero no aprovechamos esas oportunidades; les enseñamos a ir a conseguir un tutor.

Imaginen si uno en realidad tomara toda la basura de los niños que hay en la casa ahora mismo, todos los juguetes que ya no usan hace 2 años, y dijera: «

¿Por qué no empezar a vender algo de esto en Craigslist y Kijiji?

» Y que en realidad pueden venderlos y aprender cómo encontrar estafadores cuando llegan ofertas por correo electrónico.

Pueden ingresar a la cuenta de uno o a una subcuenta o lo que sea.

Pero enséñeles a fijar el precio, estimar el precio, subir las fotos.

Enséñeles cómo hacer ese tipo de cosas y ganar dinero.

Luego con el dinero que reciben, el 50% va a su cuenta de la casa y 50% va a su cuenta de juguetes.

A mis hijos les encanta esto.

Algunos de los rasgos empresariales que hay que inculcar en los niños: logros, tenacidad, liderazgo, introspección, interdependencia, valores.

Uno puede encontrar todos estos rasgos en los niños y ayudarles a desarrollarlos.

Busquen ese tipo de cosas.

Hay otros dos rasgos que también quiero que busquen que parece costarnos sacar de su sistema.

No mediquen a los niños por el trastorno por déficit de atención a menos que sea algo muy, muy anormal.


(Aplausos)
Y lo mismo con cosas como la manía, el estrés y la depresión, a menos que sea clínicamente serio, hombre.

El trastorno bipolar es llamado «enfermedad del CEO» Cuando Steve Jurvetson y Jim Clark y Jim Barksdale todos lo tuvieron y construyeron Netscape.

Imaginen si les hubiesen dado Ritalin.

No hubiésemos tenido esas cosas,

¿verdad?

En realidad Al Gore habría inventado Internet.


(Risas)
Estas son las habilidades que deberíamos estar enseñando en las aulas como todas las demás.

No se trata de impedir que los niños quieran ser abogados.

Pero qué tal si posicionamos el emprendimiento bien en lo alto junto al resto de las demás.

Porque hay grandes oportunidades en eso.

Quiero terminar con un videito rápido.

Es un video que fue realizado por una de las empresas que apoyo.

Estos chicos, Grasshopper.

Es sobre los niños.

Es sobre iniciativa empresarial.

Espero que esto los lleve a tomar lo que han oído de mí y hacer algo con eso para cambiar el mundo.

[Niño…

«

¿Y pensabas que podías hacer cualquier cosa?

«] [Todavía puedes.] [Porque mucho de lo que consideramos imposible…] […es fácil de superar] [Porque en caso que no lo hayan notado, vivimos en un lugar en el que] [un individuo puede marcar una diferencia] [

¿Quieren pruebas?

] [Basta con mirar a la gente que construyó nuestro país;] [Nuestros padres, abuelos, tías, tíos…] [Ellos eran inmigrantes, recién llegados dispuestos a dejar su marca] [A lo mejor vinieron con muy poco] [O tal vez no traían nada salvo…

[…una idea simple y brillante] [Estas personas eran pensadores, hacedores…] […innovadores…] […hasta que se les ocurrió el nombre…] […¡emprendedores!] [Ellos cambian el modo en que pensamos lo posible.] [Tienen una visión clara de cómo la vida puede ser mejor] [Para todos nosotros, incluso en tiempos difíciles.] [En este momento, es difícil de ver…] […cuando nuestra visión está llena de obstáculos.] [Pero la turbulencia crea oportunidades] [Para el éxito, los logros, y nos empuja…] [a descubrir nuevas maneras de hacer las cosas] [Entonces,

¿detrás de qué oportunidad irás y por qué?

] [Si uno es emprendedor] [sabe que el riesgo no es la recompensa.] [No.

Las recompensas son la innovación…] […cambiar la vida de la gente, crear empleos.] [Impulsar el crecimiento.] [Y hacer un mundo mejor.] [Los emprendedores están en todas partes.] [Dirigen pequeñas empresas que sostienen nuestra economía,] [diseñan herramientas que nos ayudan…] […a estar conectados con amigos, familiares y colegas en todo el mundo.] [Y están encontrando nuevas maneras de ayudar a resolver antiguos problemas de la sociedad.] [

¿Conocen a un emprendedor?

] [Emprendedor puede ser cualquiera…] [Incluso…

¡tú!] [Así que aprovecha la oportunidad para crear el trabajo que siempre quisiste] [Ayuda sanear la economía] [Marca una diferencia.] [Lleva tu negocio a nuevas alturas.] [Pero lo más importante] [recuerda cuando eras un niño…] [cuando todo estaba a tu alcance,] [y luego di para ti mismo en voz baja, pero con determinación:] [«Aún es así.»] Muchas gracias por invitarme.

https://www.ted.com/talks/cameron_herold_let_s_raise_kids_to_be_entrepreneurs/

 

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