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Nigel Marsh: ¿cómo abordar el equilibrio vida-trabajo con equilibrio? – Charla TEDxSydney

Charla «Nigel Marsh: ¿cómo abordar el equilibrio vida-trabajo con equilibrio?» de TEDxSydney en español.

El equilibrio vida-trabajo, dice Nigel Marsh, es demasiado importante para dejarlo en manos del empleador. En TEDxSydney, Marsh establece un día ideal equilibrado entre el tiempo con la familia, el tiempo personal y la productividad -y ofrece un cierto estímulo conmovedor para lograrlo.

  • Autor/a de la charla: Nigel Marsh
  • Fecha de grabación: 2010-05-28
  • Fecha de publicación: 2011-02-07
  • Duración de «Nigel Marsh: ¿cómo abordar el equilibrio vida-trabajo con equilibrio?»: 605 segundos

 

Traducción de «Nigel Marsh: ¿cómo abordar el equilibrio vida-trabajo con equilibrio?» en español.

Lo que pensaba hacer era empezar pidiéndoles algo simple.

Me gustaría que Uds paren un momento malditos débiles y hagan un balance de sus existencias miserables.


(Risas)
Ese fue el consejo que San Benito le dio a sus atónitos seguidores en el siglo V.

Fue el consejo que decidí seguir yo mismo al cumplir 40 años.

Hasta ese momento yo había sido un guerrero empresarial cásico: comía demasiado, bebía demasiado, trabajaba muy arduamente y estaba descuidando a la familia.

Y decidí que intentaría cambiar mi vida.

En particular decidí que intentaría abordar el espinoso tema del equilibrio entre vida y trabajo.

Me retiré del mercado laboral y pasé un año en casa con mi mujer y mis cuatro hijos.

Pero todo lo que aprendí del equilibrio vida-trabajo en ese año fue que me pareció bastante fácil equilibrar el trabajo y la vida cuando no tenía trabajo.


(Risas)
Esto no es muy útil sobre todo cuando se termina el dinero.

Así que volví a trabajar y he pasado estos últimos 7 años lidiando con eso, estudiando y escribiendo sobre el equilibrio vida-trabajo.

Y tengo 4 observaciones que me gustaría compartir hoy.

La primera es que si la sociedad quiere avanzar en esta cuestión hace falta un debate honesto.

Pero el problema es que mucha gente habla mucha basura sobre el equilibrio vida-trabajo.

Las discusiones sobre el horario flexible, los viernes de vestimenta informal, o el permiso de paternidad sólo sirven para enmascarar el tema principal que es que ciertos empleos y opciones de carrera son fundamentalmente incompatibles con un compromiso significativo en el día a día con una familia joven.

Ahora, el primer paso para resolver un problema es reconocer la realidad de la situación en la que estamos.

Y la realidad de la sociedad en la que estamos es que hay miles y miles de personas por ahí dando gritos ahogados de desesperación en sus vidas trabajando duras e interminables horas en empleos que odian para poder comprar cosas que no necesitan e impresionar a personas que no quieren.


(Risas)

(Aplausos)
Yo opino que ir a trabajar los viernes con ropa informal no es ir al meollo de la cuestión.


(Risas)
La segunda observación que me gustaría hacer es que tenemos que enfrentar la verdad de que los gobiernos y las empresas no van a resolver el problema por nosotros.

Tenemos que dejar de mirar para otro lado; depende de nosotros como individuos tomar el control y la responsabilidad del tipo de vida que queremos llevar.

Si uno no piensa su vida alguien lo hará por uno y puede que a uno no le guste la idea de equilibrio del otro.

Es de particular importancia –

¿esto no sale en Internet, no?

Si no me van a despedir- es de particular importancia nunca poner la calidad de vida en manos de una empresa.

Y no estoy hablando de las malas empresas los mataderos del alma humana como yo las llamo.


(Risas)
Estoy hablando de todas las empresas.

Porque las empresas están pensadas en esencia para conseguir lo máximo que puedan de nosotros.

Está en su naturaleza, en su ADN, es lo que hacen incluso las empresas buenas, bien intencionadas.

Por un lado, poner guarderías infantiles en el trabajo es maravilloso, es genial.

Por otro lado, es una pesadilla; sólo significa que uno pasa más tiempo en la maldita oficina.

Tenemos que ser responsables de establecer y hacer cumplir los límites que queremos en nuestra vida.

La tercera observación es que tenemos que tener cuidado con la ventana de tiempo que elegimos para evaluar el equilibrio.

Antes de volver a trabajar luego de mi año en casa me senté y escribí una descripción detallada, paso a paso del día de equilibrio ideal al que aspiraba.

Y decía algo así: despertar bien descansado luego de un sueño reparador.

Tener sexo.

Pasear al perro.

Tomar el desayuno con mi mujer e hijos.

Tener sexo otra vez.


(Risas)
Llevar a los niños a la escuela de camino a la oficina.

Trabajar 3 horas.

Hacer deporte con un amigo en el almuerzo.

Trabajar otras 3 horas.

Reunirme con compañeros en el pub a tomar algo a la tarde.

Volver a casa para la cena con mi mujer e hijos.

Meditar media hora.

Tener sexo.

Pasear el perro.

Tener sexo otra vez.

Ir a dormir.


(Aplausos)

¿Con qué frecuencia creen que tengo días así?


(Risas)
Tenemos que ser realistas.

No se puede hacer todo en un día.

Tenemos que estirar la ventana de tiempo con la que evaluamos el equilibrio en nuestra vida pero tenemos que estirarla sin caer en la trampa de «Voy a tener una vida cuando me jubile, cuando mis hijos se vayan de casa; cuando mi mujer se divorcie de mi, cuando flaquee mi salud no me van a quedar compañeros ni intereses».


(Risas)
Un día es muy poco y cuando me jubile es demasiado.

Tiene que haber un punto medio.

Una cuarta observación: Tenemos que abordar el equilibrio con equilibrio.

El año pasado vino a verme una amiga -a ella no le importa que lo cuente- vino a verme una amiga el año pasado y me dijo: «Nigel, leí tu libro y me di cuenta que mi vida está completamente desequilibrada.

Está totalmente dominada por el trabajo.

Trabajo 10 horas al día, viajo 2 horas por día.

Todas mis relaciones fracasaron.

No hay nada en mi vida aparte del trabajo.

Por eso decidí tomar el control y hacer algo.

Me anoté en el gimnasio».


(Risas)
No quiero burlarme pero ser una rata de oficina en forma no es más equilibrado, es estar más en forma.


(Risas)
Por más adorable que sea el ejercicio físico la vida es mucho más que eso.

Hay un lado intelectual, hay un lado emocional, hay un lado espiritual.

Para estar equilibrado creo que tenemos que atender todas esas áreas y no sólo hacer 50 abdominales.

Eso puede ser desalentador.

Porque la gente dice: «Maldito amigo, yo no tengo tiempo para ponerme en forma; quieres que vaya a misa y llame a mi madre».

Y lo entiendo.

De verdad entiendo que puede ser desalentador.

Pero un incidente que ocurrió hace un par de años me dio una nueva perspectiva.

Mi mujer, que está en algún lugar entre la audiencia, me llamó a la oficina y me dijo: «Nigel, tienes que pasar a buscar a nuestro hijo menor» Harry «por la escuela».

Porque ella tenía que ir a algún otro lado con los otros 3 niños esa tarde.

Así que me fui del trabajo una hora más temprano esa tarde y pasé a buscar a Harry por la escuela.

Caminamos hasta el parque local, lo pasamos en la hamaca, jugando a tonterías, después caminamos colina arriba hasta el café local y compartimos la pizza para el té luego caminamos colina abajo hasta casa y le di su baño y le puse su pijama de Batman.

para después leerle un capítulo de «James and the Giant Peach», de Roald Dahl.

Luego lo acosté, lo arropé, le di un beso en la frente y le dije: «Buenos noches, amigo», y salí de su dormitorio.

Cuando estaba saliendo de su habitación me dijo: «

¿Papi?

Dije: «

¿Sí, amigo?

» Me dijo: «Papi, este ha sido el mejor día de toda mi vida».

Yo no había hecho nada no lo había llevado a Disney ni le había comprado una Playstation.

La idea es que las pequeñas cosas cuentan.

Tener más equilibrio no significa cambios dramáticos en la vida.

Con pequeñas inversiones en los lugares correctos uno puede transformar radicalmente la calidad de sus relaciones y la propia calidad de vida.

Por otra parte, creo que eso puede transformar la sociedad.

Porque si hay suficiente gente que lo haga podemos cambiar la definición social de éxito de esa noción estúpidamente simplista que dice que la persona con más dinero al morir, gana, a una definición más reflexiva y equilibrada del aspecto de una vida bien vivida.

Y eso, creo, es una idea que vale la pena difundir.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/nigel_marsh_how_to_make_work_life_balance_work/

 

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