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Cómo los teléfonos móviles ayudaron a resolver dos asesinatos – Charla TEDxThessaloniki

Charla «Cómo los teléfonos móviles ayudaron a resolver dos asesinatos» de TEDxThessaloniki en español.

Dos asesinatos permanecieron inexplicados y sin resolver… hasta que el periodista Paul Lewis comenzó a hablar con transeúntes que tenían pruebas en sus teléfonos móviles. Paso a paso, Lewis compiló sus pruebas y sus historias para encontrar justicia para las víctimas. Es el futuro del periodismo de investigación, impulsado por la multitud.

  • Autor/a de la charla: Paul Lewis
  • Fecha de grabación: 2011-04-02
  • Fecha de publicación: 2011-11-05
  • Duración de «Cómo los teléfonos móviles ayudaron a resolver dos asesinatos»: 1013 segundos

 

Traducción de «Cómo los teléfonos móviles ayudaron a resolver dos asesinatos» en español.

Estoy aquí para hablarles de una nueva forma de hacer periodismo.

Algunas personas lo llaman «periodismo ciudadano», otras lo llaman «periodismo colaborativo».

Pero realmente, esto significa algo así: para los periodistas, gente como yo, significa aceptar que no puedes saber todo, y permitir a otras personas, a través de la tecnología, ser tus ojos y tus oídos.

Y para personas como Uds., para otros miembros del público, puede significar ser no solo consumidores pasivos de noticias, sino también coproducir noticias.

Y creo que este puede ser un proceso muy empoderador que permita que la gente común pida que las organizaciones poderosas rindan cuentas.

Así que voy a explicar esto hoy con dos casos, dos historias que investigué.

Y ambas implican muertes controvertidas.

En ambos casos, las autoridades publicaron una versión oficial de los hechos, que fue algo engañosa.

Pudimos decir una verdad alternativa mediante nueva tecnología, mediante redes sociales, particularmente Twitter.

En esencia, aquí hablo, como dije, de periodismo ciudadano.

Para tomar el primer caso: este es Ian Tomlinson, el hombre en primer plano.

Era un vendedor de periódicos de Londres, y el 1 de abril de 2009, murió en las protestas del G20 en Londres.

Él había sido…

no era un manifestante, trataba de abrirse camino a casa desde el trabajo entre las manifestaciones.

Pero no llegó a casa.

Tuvo un encuentro con un hombre detrás de él, y como pueden ver, el hombre detrás se cubrió la cara con un pasamontañas.

Y, de hecho, no mostraba su número de placa.

Pero puedo decirles ahora, era el agente Simon Harwood, un oficial de policía de la Policía Metropolitana de Londres.

De hecho, pertenecía al grupo de apoyo territorial de élite.

Momentos después de que esto se filmó, Harwood golpeó a Tomlinson con un bastón, y lo empujó al piso, y Tomlinson murió momentos después.

Pero esa no era la historia que la policía quería que contáramos.

Inicialmente, por declaraciones oficiales e información extraoficial, dijeron que Ian Tomlinson había muerto por causas naturales.

Dijeron que no había habido contacto con la policía, que no había marcas en su cuerpo.

De hecho, dijeron que cuando la policía intentó resucitarlo, a los médicos de la policía se les impidió hacerlo, porque los manifestantes lanzaban misiles, que se cree eran botellas, a la policía.

Y el resultado de eso fueron historias como esta.

Les muestro esta diapositiva porque este era el periódico que Ian Tomlinson había estado vendiendo por 20 años de su vida.

Y si alguna organización de noticias tenía obligación de analizar de manera forense lo que estaba sucediendo, era el periódico Evening Standard.

Pero ellos, como todos los demás, incluida mi organización de noticias, fueron engañados por la versión oficial de los eventos presentados por la policía.

Pero pueden ver aquí, las botellas que supuestamente se arrojaron a la policía se convirtieron en ladrillos cuando llegaron a esta edición del periódico.

Entonces, sospechamos y queríamos ver si había algo más en la historia.

Necesitábamos encontrar a los manifestantes de la imagen, pero, por supuesto, habían desaparecido cuando empezamos a investigar.

¿Cómo encuentras a los testigos? Aquí, para mí, se puso realmente interesante.

Nos volcamos a Internet.

Esto es Twitter; han oído mucho al respecto hoy.

Esencialmente, para mí, cuando empecé a investigar este caso era completamente nuevo; me había registrado dos días antes.

Descubrí que Twitter era un sitio de microblogueo.

Me permitía enviar mensajes cortos de 140 caracteres.

Además, un increíble soporte de búsqueda.

Pero era una arena social en la que otras personas se estaban reuniendo con un motivo común.

Y en este caso, independientemente de los periodistas, las personas se preguntaban exactamente qué le había sucedido a Ian Tomlinson en sus últimos 30 minutos de vida.

Individuos como estos dos tipos.

Acudieron en ayuda de Ian Tomlinson después de su caída.

Llamaron a la ambulancia.

No vieron botellas, no vieron ladrillos.

Entonces les preocupaba que las historias no fueran tan precisas como la policía afirmaba que eran.

Y nuevamente, a través de las redes sociales, empezamos a encontrar individuos con material como este: fotografías, evidencia.

Ahora, esto no muestra el ataque a Ian Tomlinson, pero parece estar en algún apuro.

¿Estaba borracho? ¿Se cayó? ¿Esto tiene algo que ver con los oficiales de policía a su lado? Aquí parece estar hablando con ellos.

Para nosotros, fue suficiente para investigar más a fondo, para indagar.

El resultado fue publicar historias nosotros mismos.

Una de las cosas más increíbles de Internet es: la información que publica la gente está disponible gratis para todos, como sabemos.

Eso no solo se aplica a periodistas ciudadanos, o a personas que publican mensajes en Facebook o Twitter.

Eso va para los periodistas mismos, gente como yo.

Siempre y cuando tus noticias estén del lado correcto del muro, es decir, gratis, cualquiera puede acceder a ellas.

E historias como estas, que cuestionaban la versión oficial de los eventos, que fueron escépticas en el tono permitieron que la gente se diera cuenta de que teníamos preguntas.

Eran imanes en línea.

Las personas con material que podría ayudarnos fueron atraídas a nosotros por algún tipo de fuerza gravitacional.

Y después de seis días, logramos rastrear unos 20 testigos.

Los trazamos aquí en el mapa.

Esta es la escena de la muerte de Ian Tomlinson, el Banco de Inglaterra en Londres.

Y cada uno de estos testigos que trazamos en el mapa, pueden hacer clic en estos pequeños puntos, y escuchar lo que tenían para decir, ver su imagen fotográfica y, a veces, ver sus imágenes videográficas también.

Pero aun así, en esta etapa, con testigos que nos dijeron que habían visto a la policía atacar a Ian Tomlinson antes de su muerte, aun así, la policía se negó a aceptar eso.

No hubo una investigación oficial sobre su muerte.

Y luego algo cambió.

Recibí un mail de un administrador de fondos de inversión de Nueva York.

El día de la muerte de Ian Tomlinson, había estado en Londres por negocios, y había sacado su cámara digital y había grabado esto.

(Video) Narrador: Esta es la multitud en la protesta del G20 el 1 de abril, cerca de las 19:20 estaban en Cornhill, cerca del Banco de Inglaterra.

Este video formará la base de una investigación policial en la muerte de este hombre.

Ian Tomlinson estaba caminando por esta zona intentando llegar a casa del trabajo.

(Gente gritando) Hemos ralentizado el metraje para mostrar cómo plantea serias preguntas sobre la conducta de la policía.

Ian Tomlinson estaba de espaldas a los antidisturbios y a los perros y se alejaba de ellos.

Tenía las manos en los bolsillos.

Aquí el antidisturbios parece golpear la pierna de Tomlinson con un bastón.

Luego se lanza contra Tomlinson desde atrás.

Tomlinson es impulsado hacia adelante y golpea el piso.

(Gente gritando) Paul Lewis: Cosas impactantes.

En ese video no se veía muy bien, pero recuerdo cuando lo vi por primera vez, estuve en contacto con este administrador de fondos de inversión en Nueva York, me había obsesionado con esta historia.

Había hablado con tantas personas que dijeron que habían visto que esto sucedía, y el chico del otro lado del teléfono decía: «Mira, el video lo muestra».

No quería creerle hasta que lo viera por mí mismo.

Eran las dos de la mañana, estaba allí con un chico de TI…

el video no bajaba.

Finalmente, bajó, y yo hice clic en él.

Me di cuenta: esto es realmente algo bastante significativo.

En 15 horas, lo pusimos en nuestro sitio web.

Lo primero que hizo la policía fue ir a nuestra oficina —vinieron oficiales superiores— y pidieron que quitáramos el video.

Nosotros dijimos que no.

Hubiera sido demasiado tarde, de todos modos, porque había viajado por todo el mundo.

Y el oficial en esa película, en dos días, compareció ante un jurado de investigación en Londres que concluyó que Ian Tomlinson fue asesinado.

Entonces ese es el primer caso; dije dos casos hoy.

El segundo caso es este hombre.

Ahora, como Ian Tomlinson, era padre, vivía en Londres.

Pero era un refugiado político de Angola.

Y seis meses atrás, el gobierno británico decidió que quería devolverlo a Angola; fue un solicitante de asilo fallido.

Entonces le reservaron un asiento en una aerolínea, un vuelo desde Heathrow.

La versión oficial de los eventos, la explicación oficial de la muerte de Jimmy Mubenga era simplemente que había enfermado.

Enfermó en el vuelo, el avión había regresado a Heathrow, y luego lo trasladaron al hospital y lo declararon muerto.

Ahora, lo que le pasó a Jimmy Mubenga, la historia que pudimos contar, mi colega Mathew Taylor y yo, fue que, en realidad, tres guardias empezaron a tratar de contenerlo en su asiento; cuando se resistía a su deportación, lo estaban reteniendo en su asiento.

Lo pusieron en una posición peligrosa que mantiene a los detenidos callados, y él estaba haciendo mucho ruido.

Pero también puede causar asfixia posicional, una forma de sofocación.

Hay que imaginárselo: había otros pasajeros en el avión, y podían oírlo decir: «¡No puedo respirar! ¡No puedo respirar! ¡Me están matando!» Y luego dejó de respirar.

¿Cómo encontramos a estos pasajeros? En el caso de Ian Tomlinson, los testigos todavía estaban en Londres.

Pero estos pasajeros, muchos, habían regresado a Angola.

¿Cómo íbamos a encontrarlos? De nuevo, recurrimos a Internet.

Escribimos, como dije antes, historias: son imanes en línea.

El tono de estas historias, los profesores de periodismo fruncirían el ceño porque eran escépticas; hacían preguntas, tal vez especulativas, tal vez las cosas que los periodistas no deben hacer.

Pero necesitábamos hacerlo, y necesitábamos usar Twitter también.

Aquí digo que un angoleño muere en un vuelo.

La historia podría ser grande; un nivel de especulación.

Este siguiente tuit dice: «Por favor, RT».

Eso significa «por favor, retuitee», por favor pase la cadena.

Y una de las cosas fascinantes de Twitter es que el patrón de flujo de información es diferente a todo lo que hemos visto antes.

Realmente no lo entendemos, pero una vez que sueltas una información, viaja como el viento.

No puedes determinar dónde termina.

Pero extrañamente los tuits tienen una extraña habilidad para llegar a su destino previsto.

Y en este caso, fue este hombre.

Dice: «Yo también estuve allí en el BA77» —ese es el número de vuelo— «Y el hombre estaba pidiendo ayuda, y ahora me siento muy culpable de no haber hecho nada».

Este era Michael.

Estaba en un campo petrolífero angoleño cuando me envió este tuit.

Yo estaba en mi oficina en Londres.

Él estaba preocupado por lo sucedido en el vuelo.

Había ido a su computadora portátil, tipeó el número de vuelo.

Había encontrado ese tuit, y nuestras historias.

Se dio cuenta de que teníamos la intención de contar una versión diferente de los eventos; éramos escépticos Y él me contactó.

Y esto es lo que dijo Michael.

(Audio) Michael: Estoy bastante seguro de que resultará ser asfixia.

Lo último que escuchamos decir al hombre fue que no podía respirar.

Y tienes tres guardias de seguridad, cada uno de ellos parecía de más de 100 kilos, bocabajo, sosteniéndolo, por lo que pude ver, debajo de los asientos.

Vi a los tres hombres tratando jalarlo por debajo de los asientos.

Y solo pude ver su cabeza por encima del asiento, y él estaba gritando, ya sabe, «¡Ayúdenme!» Él seguía diciendo: «¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme!» Y luego desapareció debajo de los asientos.

Se veía a los tres guardias de seguridad sentados encima de él desde allí.

Por el resto de mi vida, siempre voy a tener eso en el fondo de mi mente.

¿Podría haber hecho algo? Eso me va a perseguir cada vez que vaya a dormir.

Guau; no me involucré porque tenía miedo de que me echaran del vuelo y de perder mi trabajo.

Si se necesitan tres hombres para mantener a un hombre sentado, para ponerlo en un vuelo, lleno de personas, eso es excesivo, ¿verdad? Si el hombre murió, es excesivo.

PL: Esa era su interpretación de lo sucedido en el vuelo.

Y Michael era en realidad uno de los cinco testigos que finalmente logramos rastrear, la mayoría de ellos, como dije, a través de Internet, a través de las redes sociales.

Podríamos ponerlos en el avión, para ver exactamente dónde estaban sentados.

Y debo decir en esta etapa que esa dimensión realmente importante de todo esto para periodistas que usan las redes sociales y que usan el periodismo ciudadano es asegurarse de que tenemos nuestros hechos correctos.

La verificación es absolutamente esencial.

En el caso de los testigos de Ian Tomlinson, los hice volver a la escena de la muerte y caminamos físicamente por allí para que nos contaran exactamente lo que habían visto.

Eso fue absolutamente esencial.

En el caso de Mubenga no pudimos hacerlo, pero pudieron enviarnos sus tarjetas de embarque.

Y pudimos cuestionar lo que estaban diciendo y asegurar que fuera consistente con lo que decían otros pasajeros, también.

El peligro en todo esto para los periodistas, para todos nosotros, es que somos víctimas de engaños, o que hay una desinformación deliberada alimentada en el dominio público.

Entonces debemos ser cuidadosos.

Pero nadie puede negar el poder del periodismo ciudadano.

Cuando un avión se estrelló en el Hudson hace dos años, y el mundo se enteró porque un hombre estaba en un ferry cercano, y sacó su iPhone y fotografió la imagen del avión y la envió por todo el mundo…

así es como la mayoría se enteró inicialmente, en los primeros minutos y horas, sobre el avión en el río Hudson.

Ahora, piensen en las dos noticias más importantes del año.

Tuvimos el terremoto japonés y el tsunami.

Recuerden las imágenes que vieron en sus pantallas de televisión.

Hubo barcos que quedaron a 7 km hacia el interior.

Hubo casas desplazadas, como si fuese el mar.

El agua llegó a las salas de estar de la gente, los supermercados temblaron, fueron imágenes de periodistas ciudadanos y al instante se compartieron en Internet.

Y la otra gran historia del año: la crisis política, el terremoto político en Medio Oriente.

Y no importa si fue Egipto o Libia o Siria o Yemen.

Los individuos han logrado superar las restricciones represivas en esos regímenes al grabar su entorno y contar sus propias historias en Internet.

De nuevo, siempre es muy difícil verificar, pero con un gran potencial de exigir responsabilidad —podría mostrar muchas, YouTube está lleno de ellas— Esta imagen es de un manifestante aparentemente desarmado en Bahréin.

Y las fuerzas de seguridad le dispararon.

No importa si el individuo fue maltratado, posiblemente hasta asesinado, si estaba en Bahréin o en Londres.

Pero el periodismo ciudadano y esta tecnología han aportado un manto de responsabilidad al mundo, y pienso que eso es bueno.

Entonces para concluir: el tema de la conferencia, «¿Por qué no?», pienso que para los periodistas, es bastante simple, realmente.

¿Por qué no usar esta tecnología que amplía enormemente los límites de lo posible, aceptar que muchas cosas que suceden en nuestro mundo ahora se graban, y podemos obtener esa información en las redes sociales? Es nuevo para los periodistas.

Las historias que les mostré, no creo que las hubiéramos podido investigar hace 10 años, posiblemente incluso hace cinco.

Creo que hay un buen argumento para decir que en las dos muertes, la muerte de Ian Tomlinson y la muerte de Jimmy Mubenga, todavía hoy no sabríamos exactamente qué había sucedido en esos casos.

¿Y «¿por qué no?» para personas como Uds.? Bueno, creo que eso es muy simple también.

Si encuentran algo que creen que es problemático, que les molesta, que les concierne, una injusticia de algún tipo, algo que simplemente no parece correcto, entonces ¿por qué no dar testimonio, registrarlo y compartirlo? Ese proceso de dar testimonio, grabar y compartir es periodismo.

Y todos podemos hacerlo.

Gracias.

https://www.ted.com/talks/paul_lewis_how_mobile_phones_helped_solve_two_murders/

 

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