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Diane Kelly: Lo que no sabíamos sobre la anatomía del pene – Charla TEDMED 2012

Charla «Diane Kelly: Lo que no sabíamos sobre la anatomía del pene» de TEDMED 2012 en español.

Todavía no hemos descifrado la anatomía en su totalidad. Hemos avanzado muchísimo sobre genomas, proteómica y biología celular, pero, como Diane Kelly deja claro en TEDMED, existen hechos fundamentales sobre el cuerpo humano que aún tenemos que aprender. En este caso: ¿Cómo funciona la erección en los mamíferos?

  • Autor/a de la charla: Diane Kelly
  • Fecha de grabación: 2012-04-11
  • Fecha de publicación: 2012-06-05
  • Duración de «Diane Kelly: Lo que no sabíamos sobre la anatomía del pene»: 680 segundos

 

Traducción de «Diane Kelly: Lo que no sabíamos sobre la anatomía del pene» en español.

Cuando asisto a fiestas, la gente no suele tardar mucho en descubrir que soy científica y mi campo de estudio es el sexo.

Y entonces me hacen preguntas.

Y éstas tienen con frecuencia un formato muy particular.

Empiezan con la frase, «Un amigo me ha contado», y luego acaban con la frase, «

¿esto es verdad?

» Y la mayoría de las veces me alegra decir que puedo contestar esas preguntas, pero a veces tengo que responder, «Lo siento mucho, pero no lo sé porque no soy ese tipo de doctor».

Es decir, no soy médico, soy una bióloga comparativa que estudia anatomía.

Y mi trabajo consiste en analizar cientos de especies animales e intentar averiguar cómo funcionan sus tejidos y órganos cuando todo funciona correctamente, más que intentar averiguar la forma de arreglar las cosas cuando funcionan mal, como en el caso de muchos de ustedes.

Y lo que hago es buscar similitudes y diferencias en las soluciones que esos animales han desarrollado para resolver problemas biológicos fundamentales.

Hoy estoy aquí para defender que esta investigación no constituye en absoluto una actividad esotérica cual torre de marfil propia de universidades, sino que es una investigación amplia y extensa de los distintos tipos de tejido y sistemas de órganos en diferentes especies que puede tener implicaciones directas para la salud humana.

Y esto se ha demostrado tanto en mi reciente proyecto sobre las diferencias sexuales en el cerebro, como también en mi obra más formada sobre la anatomía y función de los penes.

Ahora ya saben por qué soy la diversión de las fiestas.


(Risas)
Hoy voy a darles un ejemplo sacado de mi estudio sobre el pene para enseñarles cómo el conocimiento, fruto del estudio de un aparato de un órgano ayudó a entender otro aparato muy distinto.

Estoy segura de que todas las personas de esta sala saben — yo misma se lo tuve que explicar a mi hijo de nueve años la semana pasada — que los penes son estructuras que transfieren esperma de un individuo a otro.

Y la diapositiva que tengo detrás apenas muestra por encima la diversidad que presentan en el mundo animal.

Existe un enorme grado de variación anatómica.

Podemos encontrar tanto trompas musculares, piernas modificadas, como también ese cilindro mamífero, hinchable y carnoso que a todos nos resulta familiar, o al menos a la mitad de ustedes.


(Risas)
Y creo que encontramos esta tremenda variación porque supone una solución muy efectiva a un problema biológico muy básico, que es hacer llegar el esperma al lugar donde se encuentra con los óvulos para formar cigotos.

Ahora bien, el pene no es estrictamente necesario para la fertilización interna, pero cuando ésta evoluciona, los penes suelen seguir el mismo camino.

Y la pregunta que me hacen más a menudo cuando hablo de esto es: «

¿Qué hizo interesarte en esto?

» Y la respuesta es esqueletos.

No pensarían que el esqueleto y el pene tienen mucho que ver el uno con el otro.

Y eso es porque tendemos a pensar en los esqueletos como sistemas de palanca rígidos que producen velocidad o fuerza.

Y mis primeras incursiones en el campo de la biología, estudiando paleontología de los dinosaurios como universitaria, fueron encaminadas precisamente en esa dirección.

Pero cuando me gradué para estudiar biomecánica, estaba decidida a encontrar un proyecto final de carrera que ampliase nuestro conocimiento de la función esquelética.

Lo intenté con muchas ideas distintas.

Muchas de ellas no dieron resultado.

Pero de repente un día empecé a pensar en el pene mamífero.

Y se trata de un tipo de estructura muy curioso.

Antes de que pueda utilizarse para la fertilización interna, su comportamiento mecánico tiene que cambiar de manera drástica.

Es un órgano flexible la mayor parte del tiempo.

Se dobla con facilidad.

Pero antes de que se ponga en funcionamiento durante la copulación tiene que volverse rígido, tiene que ser complicado doblarlo.

Y además, tiene que funcionar.

Un aparato reproductivo que no funciona da lugar a un individuo sin descendencia, y ese individuo queda entonces fuera del acervo genético.

Y ahí es cuando pensé: «Aquí tenemos un problema que está pidiendo a gritos un sistema esquelético» no un esqueleto como este sino uno como este y es que, funcionalmente, un esqueleto es cualquier sistema que aguanta tejido y transmite fuerzas.

Y yo ya sabía que los animales como esta lombriz, de hecho la mayoría de los animales, no aguantan sus tejidos colocándolos alrededor de huesos.

Son más bien como globos de agua armados.

Utilizan un esqueleto llamado hidroestático o hidroesqueleto.

Y un esqueleto hidroestático funciona con dos elementos.

El soporte esquelético es consecuencia de la interacción entre un fluído presurizado y una pared de tejido circundante sujetada en tensión y reforzada con proteínas fibrosas.

Y esta interacción es crucial.

Sin ambos elementos no existe soporte.

Si tienes fluido sin la pared de tejido para rodearlo y mantener la presión, tienes un charco.

Y si sólo tienes la pared sin fluido que mantenga la presión dentro de ella, tienes un pequeño trapo mojado.

Un pene visto en sección transversal posee muchas de las partes distintivas de un esqueleto hidroestático.

Tiene una sección central de tejido eréctil y esponjoso que se llena de fluido — en este caso sangre — rodeada por una pared de tejido rica en una proteína estructural llamada colágeno.

Pero en el momento en que empecé este proyecto, la mejor explicación que pude encontrar para la erección fue que la pared rodeaba los tejidos esponjosos, estos tejidos se llenaban de sangre, la presión aumentaba y ¡voilà! Se ponía erecto.

Y eso me hizo entender la expansión — tenía sentido: a más fluido, los tejidos se expanden — pero no explicaba realmente la erección.

Y es que no había en esta explicación ningún mecanismo que endureciese la estructura para no doblarse.

Y nadie había estudiado la pared de tejido detenidamente.

Así que pensé, la pared de tejido debe ser importante para los esqueletos.

Tiene que ser parte de la explicación.

Y ese fue el punto en el cual mi tutor de proyecto me dijo, «¡Mira! Espera.

Tranquilízate» Porque después de que me pasé seis meses hablando del tema, creo que por fin entendió que iba en serio con lo de los penes.


(Risas)
Así que me hizo sentarme y me advirtió.

Me dijo, «Ten cuidado si sigues por este camino.

No estoy seguro de que este proyecto vaya a salir bien».

Porque tenía miedo de que me estuviese metiendo en un callejón sin salida.

Quería encargarme de una pregunta socialmente embarazosa con una respuesta que según él podía no ser especialmente interesante.

Y la razón era que todos los hidroesqueletos que habíamos encontrado hasta entonces en la naturaleza poseían los mismos elementos básicos.

Tenían el fluido central, la pared circundante y las fibras de refuerzo en ella estaban dispuestas en forma de hélices cruzadas alrededor del eje largo del esqueleto.

La imagen detrás de mí muestra un trozo de tejido en uno de estos esqueletos de hélices cruzadas seccionado de manera que podemos ver la superficie de la pared.

La flecha muestra el eje largo.

Y pueden ver las dos capas de fibras, una en azul y otra en amarillo, dispuestas de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.

Y si no estuviésemos mirando tan solo una pequeña sección de fibras, esas mismas fibras formarían hélices alrededor del eje largo del esqueleto, algo así como una trampa para dedos china, donde metes los dedos y se quedan atascados.

Estos esqueletos tienen un rango específico de comportamientos que voy a demostrar en un video.

Se trata de la maqueta de un esqueleto que hice con un trozo de tela que envolví alrededor de un globo inflado.

La tela está cortada al sesgo.

Pueden ver cómo las fibras se enredan en hélices y pueden reorientarse conforme se mueve el esqueleto, lo que significa que el esqueleto es flexible.

Se alarga, se acorta y se dobla con increíble facilidad en respuesta a fuerzas internas o externas.

La pregunta de mi tutor fue entonces

¿y si la pared de tejido del pene es simplemente como cualquier otro esqueleto hidroestático?

¿Qué vas a aportar?

¿Qué has descubierto que pueda contribuir a nuestro conocimiento de la biología?

Y entonces pensé: «Ahí sí que ha hecho una buena pregunta».

Así que dediqué mucho, mucho tiempo a darle vueltas a esa pregunta.

Y había algo que no podía quitarme de la cabeza era que, cuando están en funcionamiento, los penes no se menean.


(Risas)
Algo interesante tenía que estar ocurriendo.

Así que seguí adelante, reuní pared de tejido, preparé el tejido de modo que estuviese erecto, lo seccioné, lo puse en un portaobjetos de vidrio y luego lo coloqué en el microscopio para echar un vistazo, ávida por ver hélices cruzadas de algún tipo.

Y en cambio fue esto lo que vi.

Existen dos capas, una exterior y una interior.

La flecha muestra el eje largo del esqueleto.

Esto me sorprendió muchísimo.

Todo aquél al que se lo enseñé se sorprendió muchísimo.

¿Por qué estaba todo el mundo tan sorprendido?

Pues porque todos sabíamos que en teoría había otro modo de ordenación de las fibras en un esqueleto hidroestático y ese modo era con las fibras colocadas a 90 grados del eje largo de la estructura.

El caso es que nadie había detectado algo así jamás en la naturaleza y ahora lo estaba mirando.

Las fibras con esa orientación en concreto proporcionan al esqueleto un comportamiento muy diferente.

Voy a mostrar un modelo fabricado con los mismos materiales.

Así que estará hecho de la misma tela de algodón, el mismo globo e idéntica presión interna.

Aunque la única diferencia es que las fibras están dispuestas de una manera distinta.

Y verán que, a diferencia del modelo con las hélices cruzadas, este resiste la extensión, la contracción y también resiste el doblado.

Y lo que esto nos muestra es que las paredes de tejido cumplen una función mucho más complicada que simplemente cubrir el tejido vascular.

Son una pieza fundamental del esqueleto peniano.

Si esa pared que rodea el tejido eréctil no estuviese ahí, si no estuviese reforzada de esta manera, la forma cambiaría, pero el pene hinchado no resistiría el doblado, y la erección simplemente no funcionaría.

Se trata de una observación con obvias aplicaciones médicas en humanos también, pero también es relevante en un sentido más amplio, creo yo, al diseño de prótesis, robots flexibles, básicamente cualquier cosa donde el cambio de forma y la rigidez sean importantes.

Así que, en resumen: Hace 20 años, uno de mis tutores me dijo, cuando fui a la universidad y le dije, «Estoy bastante interesada en anatomía» me contestó, «La anatomía es una ciencia muerta».

No podría haber estado más equivocado.

De verdad creo que aún tenemos muchísimo por aprender acerca de la estructura y función básicas de nuestros cuerpos.

No sólo acerca de su genética y biología molecular, sino justo aquí, en el último peldaño de la escalera.

Hoy en día tenemos límites.

Con frecuencia nos centramos en una enfermedad, un modelo, un problema, pero mi experiencia me dice que deberíamos tomarnos el tiempo necesario para aplicar ideas abiertamente entre distintos sistemas y ver a dónde nos lleva el proceso.

Después de todo, si el estudio de los esqueletos invertebrados puede ayudarnos a comprender los aparatos reproductivos mamíferos, bien podrían haber cientos de conexiones inexploradas ahí fuera, acechando, esperando ser descubiertas.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/diane_kelly_what_we_didn_t_know_about_penis_anatomy/

 

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