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Charla «El año en que A.J. Jacobs vivió bíblicamente» de EG 2007 en español.
En su intervención durante la última conferencia EG, el autor, filósofo, bromista y periodista A.J. Jacobs habla sobre el año que pasó viviendo bíblicamente, siguiendo las normas de la Biblia de la forma más literal posible.
- Autor/a de la charla: A.J. Jacobs
- Fecha de grabación: 2007-12-02
- Fecha de publicación: 2008-07-17
- Duración de «El año en que A.J. Jacobs vivió bíblicamente»: 1060 segundos
Traducción de «El año en que A.J. Jacobs vivió bíblicamente» en español.
Pensé en contarles algo de lo que me gusta escribir.
A mí me gusta ahondar en mis temas.
Me gusta bucear en ellos y convertirme en una especie de conejillo de indias humano y ver mi vida como una serie de experimentos.
Trabajo para la revista Esquire y hace un par de años escribí un artículo llamado «Mi vida subcontratada» donde contrataba a un equipo de gente en Bangalore, India para que vivieran mi vida por mí.
Así que respondían a mis correos electrónicos, respondían a mi teléfono, discutían con mi mujer en mi lugar y le leían cuentos a mi hijo en la cama.
Fue el mejor mes de mi vida, porque me limité a sentarme, a leer libros y a ver películas.
Fue una experiencia maravillosa.
Más recientemente, escribí otro artículo para Esquire llamado… sobre la honestidad radical.
Este es un movimiento iniciado por un psicólogo de Virginia, que dice que no debes mentir jamás, excepto quizás durante el póker o el golf, sus únicas excepciones.
Y más que eso, cualquier cosa que esté en tu cerebro debe salir de tu boca.
Decidí probar esto durante un mes y fue el peor mes de mi vida.
(Risas)
No lo recomiendo en absoluto.
Para que se den una idea de la experiencia, el artículo se tituló «Creo que estás gordo».
(Risas)
Así que eso fue duro.
Mi libro más reciente, mi libro anterior se llamó «El sabelotodo» trataba sobre el año que pasé leyendo la Enciclopedia Británica de la A a la Z en mi búsqueda para aprenderlo todo del mundo, o más precisamente desde «Aak», que es un tipo de música de Asia Oriental hasta «Zwyiec», que es…
bueno, no quiero estropear el final.
(Risas)
Es un final inesperado muy emocionante, como una novela de O.
Henry, así que no lo arruinaré, pero me encantó, porque era un experimento sobre cuánta información puede absorber un cerebro humano, aunque escuchando a Kevin Kelly no tienes que recordar nada, sólo tienes que buscarlo en Google.
Así que perdí algo de tiempo con eso.
Me encantan esos experimentos, pero creo que el experimento más profundo, el que más me ha cambiado la vida ha sido el último, en el que pasé un año intentando seguir todas las normas de la Biblia: «El año en el que viví bíblicamente».
Y me embarqué en esto por dos razones, la primera era que había crecido sin religión.
Como digo en mi libro, soy judío de la misma manera en que el Jardín de los Olivos es italiano.
(Risas)
Así que no muy religioso.
Pero me he ido interesando cada vez más en la religión.
Creo que es el asunto crucial de nuestra época, o al menos uno de los principales.
Tengo un hijo y quiero saber lo que le enseño.
Entonces decidí zambullirme primero a intentar vivir según la Biblia.
La segunda razón por la que asumí esto es porque me preocupa el ascenso del fundamentalismo, del fundamentalismo religioso y de la gente que dice que se toma la Biblia en sentido literal, que es, según algunas encuestas hasta el 45 o el 50% de los estadounidenses.
Así me dije: ¿qué pasaría si siguiéramos de verdad la Biblia literalmente? Decidí llevarlo a su conclusión lógica y tomar toda la Biblia en sentido literal, sin escoger ni seleccionar nada.
La primera cosa que hice fue conseguir un montón de Biblias.
Tenía Biblias cristianas, biblias judías, un amigo mío me envió una llamada Biblia hip-hop donde el Salmo 23 se presenta como «El Señor es todo eso» en oposición a como yo lo conocía: «El Señor es mi pastor».
Entonces me puse a leer varias versiones, y a anotar todas y cada una de las leyes que iba encontrando.
Y obtuve una lista muy larga, más de 700 reglas; van desde las más conocidas, que ya había oído… los Diez Mandamientos, amarás al prójimo, creced y multiplicaos y quise obedecerlas.
Me tomo mis proyectos muy en serio porque tuve gemelos ese año, así que definitivamente me tomo mis proyectos muy en serio.
Pero también quise seguir los cientos de leyes oscuras y desconocidas que están en la Biblia.
Hay una ley en el Levítico: «No te afeitarás las esquinas de la barba».
No sabía dónde estaban mis esquinas, así que decidí dejarla crecer toda y este era mi aspecto al final.
Como pueden imaginar, me demoraba mucho en los controles de seguridad del aeropuerto.
(Risas)
Mi esposa no me besó durante los últimos dos meses.
Así que fue realmente un desafío.
La Biblia dice que no debes llevar ropas con mezcla de fibras, así que pensé: «Suena extraño, pero voy a probarlo».
Sólo lo sabrás si lo pruebas, me deshice de todas mis camisetas de poli-algodón.
La Biblia dice que si dos hombres se pelean, y la esposa de uno de ellos agarra los testículos del otro, su mano deberá ser cortada.
Así que quise seguir esa regla.
(Risas)
Esa regla la obedecí por omisión, no metiéndome en una pelea con un hombre cuya esposa estuviera al lado y pareciera tener un agarre fuerte.
(Risas)
Entonces…
oh, ahí hay otra foto de mi barba.
Les diré que fue un año asombroso porque de verdad me cambió la vida y fue un desafío increíble.
Había dos tipos de leyes que eran particularmente complicadas, la primera era evitar los pequeños pecados que todos cometemos cada día, podía pasarme un año sin matar, pero un año sin chismear, sin codiciar, sin mentir… Es que, bueno, vivo en Nueva York y trabajo como periodista, así que el 75 o el 80% de mi día tengo que hacerlo.
Pero fue muy interesante, porque conseguí hacer progresos ya que no podía creer hasta qué punto mi forma de actuar modificó mis pensamientos.
Esa fue una de las lecciones más grandes del año, que al pretender ser una persona mejor me convertí un poco en una persona mejor.
Siempre había pensado: «Si cambias tu forma de pensar, cambias tu manera de ser», pero a menudo es al revés.
Al cambiar tu comportamiento, modificas tu forma de pensar.
Así que ya saben, si quieren ser más compasivos visiten a la gente en el hospital y se harán más compasivos.
Si donan dinero para una causa, se involucran emocionalmente en ella.
Así que esto era psicología cognitiva de verdad, ya saben, disonancia cognitiva…
era lo que estaba experimentando.
La Biblia habla de verdad de la psicología cognitiva, una psicología cognitiva muy primitiva.
En los Proverbios dice que si sonríes serás más feliz, lo cual, como sabemos, es cierto.
El segundo tipo de norma que era difícil de obedecer eran las normas que te hacían meterte un poco en problemas en los Estados Unidos del siglo XXI.
Y quizá el ejemplo más claro era la lapidación de adúlteros.
(Risas)
Pero es una gran parte de la Biblia, así que suponía que tenía que abordarlo.
Por tanto fui capaz de lapidar a un adúltero.
Sucedió estando en el parque, vestido con mis ropas bíblicas, sandalias y una túnica blanca, porque, de nuevo, el exterior afecta al interior y quería saber cómo el vestir bíblicamente iba a influir en mi mente.
Y se me acerca este hombre y me dice: ¿Por qué viste así? Le expliqué mi proyecto y me dijo: «Bueno, soy un adúltero ¿va a lapidarme?» Y le dije: «Eso sería fantástico».
(Risas)
Así que saqué un puñado de piedras de mi bolsillo que había estado cargando durante semanas, esperando este tipo de interacción.
Y, bueno, eran guijarros pero me los quitó de la mano.
han de saber que era un anciano de 70 y pico años, pero aún así era un adúltero y uno bastante enfadado.
Me las quitó de la mano y me las tiró a la cara, así que sentí que podía —ojo por ojo— tomar represalia, así que le tiré una a él.
Esa fue mi experiencia con la lapidación, que me permitió tratar de forma más seria estos grandes asuntos.
¿Cómo puede ser la Biblia tan bárbara en algunos pasajes, pero tan increíblemente sabia en otros? ¿Cómo debemos ver la Biblia? ¿Deberíamos verla como un propósito original, como una especie de versión de Scalia de la Biblia? ¿Cómo se escribió la Biblia? Ya que esta es una audiencia de perfil tecnológico, comento en el libro sobre cómo la Biblia me recuerda a la Wikipedia, porque tiene todos estos autores y editores durante cientos de años y, de alguna manera, ha evolucionado, no es un libro que fue escrito y descendió desde las alturas.
Así que para terminar pensé en decirles un par de las grandes lecciones para llevarse a casa que aprendí durante ese año.
La primera es: «No tomarás la Biblia literalmente».
Eso resultó muy, muy evidente desde el principio.
Porque si lo haces, acabas actuando como un loco, lapidando adúlteros o — este es otro ejemplo — bueno, ese es otro — pasé algún tiempo pastoreando.
(Risas)
Es una vocación muy relajante, se la recomiendo.
Pero esta otra es…
la Biblia dice que no puedes tocar a una mujer durante ciertos días del mes, y sobre todo no puedes sentarte en un asiento donde se ha sentado una mujer con la menstruación.
Mi mujer pensó que esto era muy ofensivo, así que se sentó en todos los asientos de nuestro apartamento, así que tuve que pasar la mayor parte del año de pie hasta que me compré mi propio asiento y me lo llevaba por ahí.
¿Saben? Me reuní con los creacionistas.
Fui al museo de los creacionistas, que son los literalistas supremos.
Fue fascinante porque no son gente estúpida en absoluto, yo diría que su CI es exactamente el mismo que el del evolucionista medio, es sólo que su fe es tan fuerte en la interpretación literal de la Biblia que distorsionan todos los datos para hacerlos encajar en su modelo y tienen que hacer unas piruetas mentales increíbles para lograrlo.
Les diré, sin embargo, que el museo es fantástico, de verdad que hicieron un trabajo fantástico.
Si alguna vez van a Kentucky, tienen…
pueden ver una película del Diluvio, y tienen aspersores en el techo que te mojan durante las escenas del Diluvio.
Así que, sin importar qué opinen del creacionismo, y yo creo que es una locura, hicieron un gran trabajo.
(Risas)
Otra lección es que debes dar gracias.
Esta fue una gran lección porque yo estaba rezando, recitando estas oraciones de acción de gracias, lo que resultaba extraño en un agnóstico; pero daba las gracias todo el rato, todos los días y empecé a cambiar mi perspectiva, me empecé a dar cuenta de los cientos de cosas pequeñas que van bien todos los días y que ni siquiera notaba, que daba por hechas, en vez de centrarme en las tres o cuatro que iban mal.
Así que esto es en mi opinión una clave para la felicidad, algo para recordar cuando venía hacia aquí, que el coche no se había volteado, que no me tropecé al bajar las escaleras, es algo asombroso.
Tercero, que debes sentir veneración.
Esto fue inesperado porque empecé el año como agnóstico y al final me convertí en lo que un amigo mío llama un agnóstico reverente, que me encanta.
Estoy intentando empezar un movimiento.
Así que si alguien quiere unirse la idea básica es que, haya o no haya Dios, hay algo importante y bello en la idea de lo sagrado, y que nuestros rituales pueden ser sagrados.
El Sabbath puede ser sagrado, esta fue una de las grandes cosas de mi año, observar el Sabbath, porque soy adicto al trabajo, así que tener este día en el que no puedes trabajar, de verdad, me cambió la vida.
Ahí queda esta idea de lo sagrado, haya o no haya un Dios.
No seguirás los estereotipos.
Este sucedió porque pasé mucho tiempo en comunidades religiosas de Estados Unidos porque quería que fuera más que mi propio viaje, quería que fuera sobre la religión en Estados Unidos.
Así que pasé un tiempo con los cristianos evangélicos, con judíos ortodoxos y con los amish.
Estoy muy orgulloso porque creo que soy la única persona en Estados Unidos que ha sido capaz de superar hablando de la Biblia a un testigo de Jehová.
(Risas)
Después de tres horas y media, miró su reloj y dijo: «Tengo que irme».
(Risas)
Oh, muchas gracias.
Gracias.
Benditos sean.
Benditos sean.
Y fue interesante porque tenía algunas nociones preconcebidas sobre, por ejemplo, la cristiandad evangélica y me di cuenta de que es un movimiento tan amplio y tan variado que es difícil hacer generalizaciones sobre él.
Está este grupo con el que me reuní, llamado los Cristianos de la Letra Roja que se centran en las palabras rojas de la Biblia, que son las que dijo Jesús, así las imprimían en las Biblias antiguas.
Su argumento es que Jesús nunca habló de la homosexualidad.
Tienen un folleto que dice: «Aquí está lo que dijo Jesús sobre la homosexualidad» y cuando lo abres no hay nada dentro.
Entonces dicen que Jesús habló mucho de ayudar a los marginados, de ayudar a los pobres.
Esto me inspiró mucho.
Les recomiendo a Jim Wallace y Tony Campolo.
son líderes muy inspiradores, aunque disiento de muchas cosas que dicen.
Otra cosa: no despreciarás lo irracional.
Esta fue muy inesperada, porque, saben crecí con una visión científica del mundo, y me impactó saber todo lo que en mi vida está controlado por fuerzas irracionales.
Y el asunto es que, si no son dañinas, no deben ser completamente descartadas.
Porque aprendí que..
estaba pensando, estaba haciendo todos esos rituales, rituales bíblicos, separando la lana del lino y le pregunté a esa gente religiosa ¿Por qué nos dice la Biblia que hagamos esto? ¿Por qué se ocupa Dios de esto? Y me respondieron: «No lo sabemos, pero son rituales que nos aportan significado».
Y yo les decía: «Pero eso es una locura».
y me replicaban: «Bueno, ¿y qué hay de los tuyos? Soplas las velas de los pasteles de cumpleaños.
Si un hombre de Marte viniera y te viera, diría que hay un tipo extinguiendo el fuego que hay sobre el pastel enfrentado a otro tipo que no lleva ropas de tejidos mezclados.
¿Acaso los marcianos dirían: «Bueno, lo de ese tipo tiene sentido, pero lo de ese otro es una locura?» Así que no, creo que los rituales son, por su propia naturaleza, irracionales.
Por tanto la clave es elegir los rituales adecuados, los rituales que no son dañinos, pero los rituales por sí mismos no deben ser descartados.
Finalmente aprendí que debes escoger y seleccionar.
Esto lo aprendí porque intenté seguir todas las reglas de la Biblia y fallé miserablemente, porque no puedes.
Tienes que escoger y seleccionar y cualquiera que siga la Biblia va a tener que e scoger y seleccionar.
La clave es escoger y seleccionar las partes adecuadas.
Es lo que se conoce como «religión de cafetería», que es una frase usada por los fundamentalistas de forma denigrante, porque dicen: «Oh, eso es sólo una religión de cafetería.
Simplemente estás escogiendo y seleccionando».
Pero mi argumento es: «¿Qué hay de malo en las cafeterías?» He probado platillos deliciosos en las cafeterías como he probado otros que me han revuelto el estómago.
Entonces se trata de elegir las partes de la Biblia que hablan de la compasión, de la tolerancia, de amar al prójimo, en oposición a las partes que dicen que la homosexualidad es pecado, o la intolerancia, o la violencia, que están también muy presentes en la Biblia.
Así que si vamos a encontrarle algún sentido a este libro, tenemos que comprometernos de verdad, que pelear con él.
Había pensado en terminar con un par de imágenes más, ahí estoy leyendo la Biblia; así es como paraba a los taxis.
(Risas)
En serio, funcionaba…y sí, esa era en efecto una oveja alquilada, que tuve que devolver a la mañana siguiente, pero me sirvió bien durante un día.
En cualquier caso, muchas gracias por dejarme hablar.
https://www.ted.com/talks/a_j_jacobs_my_year_of_living_biblically/