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Charla «Noah Feldman sostiene que la religión y la política son tecnologías.» de TED2003 en español.
Noah Feldman presenta un candente caso en el cual , tanto la religión como la política, cualquiera que sea la diferencia, son tecnologías similares, diseñados para conectar y administrar eficientemente cualquier grupo de personas.
- Autor/a de la charla: Noah Feldman
- Fecha de grabación: 2003-02-02
- Fecha de publicación: 2008-10-01
- Duración de «Noah Feldman sostiene que la religión y la política son tecnologías.»: 907 segundos
Traducción de «Noah Feldman sostiene que la religión y la política son tecnologías.» en español.
Quiero argumentarles que de hecho, la política y la religión, los cuales son los dos factores primarios no solo son los únicos, pero sí supremamente importantes como factores primarios que están conduciendo hacia una guerra que parece extremadamente probable acercándose a lo inevitable en este punto, ya sea que uno esté a favor o en contra de ella, la política y la relegión son, de hecho, por si mismas mejor conceptualizadas como tipos de tecnología y sujetas a diferentes clases de preguntas que generalmente incluímos en el espacio del diseño conceptual.
Esto es lo que quiero decir.
La política , enfocándonos en el sistema político aquí interrogado, el cual es el sistema democratico.
La democracia, como un tipo de política, es una tecnología para lograr el control y el empleo del poder.
Se puede desplegar el poder de multiples maneras.
Entre los mas famosos, el despotismo es un beun ejemplo.
La anarquía es una manera de no usar el poder de un modo organizado, para ejecutarlo en un estilo radicalmente difuso.
Y la democracia es un conjunto de tecnologías, las cuales tienen el efecto de, en principio, esparcir la fuente del poder entre un gran número de personas para luego reconcentrarlo en un grupo más reducido de quieres gobiernan y quienes, ellos mismos son, por principio, autorizados para gobernar en virtud de lo que el resto de la población ha decidido.
Consideremos ahora la religión – en este caso el Islam, la cual es la religión que, en un sentido directo, se puede decir que se está precipitando en lo que vamos a mencionar.
Permítanme decir, entre parentesis, el por qué yo creo que este sea el caso ya que creo que es una declaración potencialmente contoversial.
Lo expresaría en la siguiente ecuación: sin el ataque a las torres gemelas del 9/11, no habría guerra.
Al comienzo de la administración Bush cuando el actual presidente Bush era candidato a la presidencia dijo con toda claridad que no estaba interesado en intervenir ampliamente en el mundo.
De hecho, la tendencia era la de desconectarse del resto del mundo.
Por esta razón oímos sobre la falta de interés en el protocolo de Kyoto, por ejemplo.
Después del 9/11 las cosas cambiaron.
Y el presidente decidió con sus asesores, emprender algún tipo de intervención activa en el mundo que nos rodea.
Comenzó con Afghanistan, y cuando Afghanistan ya andaba sobre ruedas y rápidamente, se tomó una decisión por medio de la tecnología de la democracia, nuevamente, observen, no una tecnología perfecta, sino a través de la tecnología de la democracia que esta administración iba a empujar en la dirección de otra guerra.
Esta vez, guerra en Irak.
Ahora, comenzé diciendo que sin 9/11 no habría guerra porque debemos reconocer que el Islam como lo interpreta un grupo muy pequeño y de personas extremadamente radicales fue una causa que provocó los ataques del 9/11 – la causa primordial de los ataques del 9/11 – y como consecuencia, dando solo un paso más, la causa precipitante de la guerra sobreviniente en la que nos estamos por involucrar.
Y añadiría que bin Laden y sus seguidores están concientemente dedicados a la meta de crear un conflicto entre la democracia, o al menos la democracia capitalista, por un lado, y el mundo del Islam por el otro lado, tal como lo ven y definen.
Ahora, como es el Islam una tecnología dentro de este aparato conceptual? Bien, es una tecnología, en primer lugar, para la salvación en su sentido mas básico.
Es un mecanismo para interpretar el universo de una manera que acarree la salvación del individuo creyente, pero además significa, para los Islamicos – y uso ese término para referirme a personas quienes creen que el Islam- siguen el lema, Islam es la respuesta a un amplio rango de preguntas, ya sean sociales, políticas, personales, o espirituales.
Dentro de la esfera de personas que comparten esta visión y es un gran número de personas en el mundo musulmán que están en desacuerdo con bin Laden en su accionar.
pero que están de acuerdo que el Islam es la respuesta.
El Islam representa una manera de comprometer al mundo por medio del cual uno puede lograr ciertas metas deseables.
Y las metas desde el punto de vista de los Musulmanes son, por principio, la paz, la justicia y la igualdad, pero en términos que corresponden a las enseñanzas tradicionales musulmanas.
Ahora, no quiero dejar una impresión errónea al identificarme con cualquiera de estas proposiciones- mas bien, con cualquiera de estos fenómenos, la democracia o el Islam, como tecnologías.
No quiero sugerir que sean una cosa simple a la que uno pueda señalar.
Y creo que tengo un buen modo de probar esto simplemente demostrandoles cuál fue mi proceso de pensamiento cuando decidí lo que iba a poner en la pared detrás de mi mientras hablara.
E inmediatamente me encontré con un problema conceptual- pues no se puede mostrar un retrato de la democracia.
se puede mostrar un lema, un símbolo, o un signo que represente a la democracia.
Se puede mostrar el Capitolio – y yo tuve el mismo problema cuando estaba diseñando la cubierta de mi próximo libro, de hecho- que pondrían Uds.
en la cubierta para mostrar la democracia gráficamente? Y el mismo problema surge con respecto al Islam.
Se puede mostrar una mezquita, o mostrar a los devotos musulmanes, pero no hay una manera directa de mostrar gráficamente al Islam.
Y la razón es que estos son un tipo de conceptos que no son susceptibles de uan representación fácil.
Ahora, se desprende de lo anterior, que son profundamente debatibles.
Se deduce de eso que todas las personas del mundo que se consideran musulmanes pueden, en principio, estar de acuerdo con una amplia gama de interpretaciones diferentes sobre lo que el Islam es realmente, y lo mismo se puede aplicar a la democracia.
En otras palabras, a diferencia de la palabra esperanza, que podría buscarse en un diccionario y determinar su origen, y, quizás, llegar a algún tipo de analisis consensuado de su uso estos son esencialmente conceptos debatidos.
Son ideas sobre las cuales la gente entra en desacuerdo en el sentido mas profundo posible.
Y como consecuencia de este desacuerdo es difícil pero muy difícil para cualquiera decir, «Yo tengo la versión verdadera del Islam» Uds.
saben, que luego del 9/11, fuimos invitados al increible fenómeno de George W.
Bush diciendo que «El Islam significa paz».
En fin, eso dice George W.
Bush.
Otras personas dirían que significa otra cosa Algunas personas dirían que el Islam significa sumisión Otros dirían que significa reconocimiento o aceptación de la soberanía de Dios.
Hay una amplia gama de difrentes cosas que puede significar el Islam.
Y ostensiblemente, lo mismo se aplica a la democracia.
Algunas personas dicen que la democracia consiste básicamente en elecciones.
Otras personas dicen que eso no es suficiente, pues deben existir los derechos liberales básicos: libre expresión, prensa libre, igualdad para los ciudadanos.
Estos son puntos debatibles, y es imposible responderlos simplemente diciendo, «Ajá, miré en el sitio correcto, y encontré el significado de esos conceptos» Ahora, si el Islam y la democracia están en la actualidad en un momento de gran confrontación, qué significa esto? Bien, podríamos colocarla diversos marcos de referencia interpretativos Podriamos comenzar con aquel que yo usé hace un par de días, que fue el miedo.
El miedo no es una reacción imposible, con una guerra a la vuelta de la esquina y con una muy, pero muy alta probabilidad de que muchas, muchas personas van a morir como consecuencia de esta confrontación- una confrontación la cual, muchas, muchas personas del mundo Musulmán no quieren, y que muchas, muchas personas en la democracia americana tampoco quieren, muchas personas de otras partes del mundo tampoco quieren, pero que sin embargo es aceptada para un gran número de personas- al menos en el espacio relevante, el cual es el de los EE.UU.- para salir realmente adelante.
De modo que el miedo no es, en absoluto, una respuesta loca.
Y creo que es, de hecho, probablemente la primera respuesta apropiada.
Lo que les quiero sugerir a Uds., sin embargo, en los próximos minutos es que también hay una respuesta esperanzadora para esto.
La cual se deriva del reconocimiento de que el Islam y la democracia son tecnologías.
Y que por esta virtud de ser tecnologías, son manipulables.
Y son manipulables de maneras que pueden producir algunos resultados extremadamente positivos.
En que estoy pensando? Bien, que por todo el mundo Musulmán hay personas que toman el Islam seriamente con profundidad, personas que cuidan el Islam, para quienes es una fuente de fe, civilización, o de valores profundos, o simplemente una fuente de ina identidad personal poderosa y quienes piensan y dicen en voz alta que el Islam y la democracia de hecho no están en conflicto, sino que de hecho son profundamente compatibles.
Y estos Musulmanes— y son la gran mayoría de Musulmanes, están en profundo desacuerdo con el enfoque de bin Laden, profundamente en desacuerdo.
Y ellos además piensan con gran convicción- no se puede hablar de cada persona, pero de manera abrumadora, y uno puede encontrarlo mediante la lectura de cualquiera de las fuentes que han producido, y que están en Internet y en todos los idiomas— uno puede ver que ellos están diciendo que su preocupación en sus propios países es la de liberarse ellos mismo en primer lugar para tener poder de elección en lo que corresponde a la esfera de la vida personal, en la esfera económica, o en la esfera política, y, si, también en la esfera religiosa la cual se encuentra estrechamente regulada en la mayoría del mundo Musulmán.
Y muchos de estos Musulmanes además dicen que su desacuerdo con los EE.UU.
es que tanto en el pasdo y todavía en el presente, se haya alineado con los gobernantes autocráticos del mundo Musulmán para promover los intereses cortoplacistas de los americanos.
Ahora, durante la guerra Fría, que puede haber sido una posición defendible a tomar por los EE.UU.
Esa es una pregunta académica.
Y quizás pueda haber sido de que había una gran guerra entre el Este y el Oeste y que fue necesaria en el eje de la democracia contra el comunismo.
Y que fue necesaria de alguna manera para que los contendientes se contradijeran, y que como consecuencia uno debe hacer amigos donde pueda conseguirlos.
Pero ahora que ya se acabó la Guerra Fría, hay casi un consenso universal en el mundo Musulmán- y estamos bastante cerca de uno aquí en los EE.UU., si Uds.
hablan con la gente y les preguntan, que en principio, no hay ninguna razón para que la democracia y el Islam no puedan coexistir.
Y vemos esto entre los activistas, Musulmanes prácticos, como los Musulmsanes que han sido elegidos, parlamentarios, en el gobierno democrático de Turquía, quienes se están comportando pragmáticamente, no ideológicamente, y están promoviendo sus propios valores religiosos, y han sido elegidos por sus propios conciudadanos porque fueron percibidos tamto como honestos como sinceros a causa de sus valores religiosos, pero que no creen que el Islam y el sistema democrático de gobierno sean fundamentalmente incompatibles.
Ahora, Uds.
pueden decir, que lo que hemos visto en la TV sobre el Islam Saudita nos convence que no pueden ser compatibles con lo que se considera el nucleo de la democracia, a saber, la elección política libre, la libertad básica y la igualdad básica.
Pero estoy aquí para decirles que las tecnologías son más maleables que eso.
Estoy aquí para decirles que muchos, muchos Musulmanes creen- de hecho la gran mayoría- y creo que iría tan lejos como hasta decir que muchos Musulmanes de la Arabia Saudita creen que los valores fundamentales del Islam, a saber, el reconocimiento de la soberanía de Dios y la igualdad humana básica frente a Dios, son por sí mismas compatibles con la libertad, igualdad y la elección política libre.
Y hay Musulmanes, muchos, que están diciendo precisamente esto.
Y están debatiendo con este argumento en cualquier parte en donde les permitan hacerlo.
Pero sus gobiernos, innecesario decirlo, se sienten amenazados por esto.
y generalmente intentan evitar que expongan dicho argumento.
Así, por ejemplo, un grupo de jóvenes activistas en Egipto intentan formar un partido conocido como el Partido Centrista, el cual defiende la compatibilidad entre el Islam y la democracia.
A ellos ni siquiera se les permitió fundar un partido.
De hecho fueron bloqueados para que formaran un partido bajo la reglamentación política existente allí.
¿Por qué? Porque les hubiera ido extraordinariamente bien.
En las elecciones mas recientes del mundo Musulmán- o sea las de Pakistán, Marruecos y las de Turquía- en cada caso, las personas que se presentaron al electorado como demócratas islámicos fueron, por mucho, los que consiguieron mas votos en cada localidad en donde se les permitió postularse libremente.
Así que en Marruecos, por ejemplo, terminaron en tercer lugar en la carrera política pero solo les permitieron competir por la mitad de los lugares disponibles.
Si hubieran competido por un número mayor de curules, habrían logrado mejores resultados.
Ahora lo que yo quiero sugerirles es que la razón para tener esperanzas en este caso es la de que estamos en el borde de una trasnformación real en el mundo Musulmán.
Y que esa transformación en la cual muchos creyentes Musulmanes – a quienes les importan muy, pero muy profundamente sus tradiciones, y quienes no desean comprometer estos valores— creen, por medio de la maleabilidad de la tecnología de la democracia y la maleabilidad y la capacidad sintética de la tecnología del Islam, que estas dos ideas pueden funcionar juntas.
¿Cómo se vería esto? ¿Qué significa decir que hay una democracia Islámica? Bien, en primer lugar,no va a ser idéntica a la democracia como la conocemos en EE.UU.
Eso puede ser positivo, a la luz de las críticas que escuchamos hoy, por ejemplo, en el contexto regulatorio de lo que produce la democracia.
Además no se vería de la misma manera a cómo la gente en esta sala, o los Musulmanes allá en el resto del mundo— No quiero implicar que no haya Musulmanes aquí, probablemente los haya- conceptualizan el Islam.
Será también transformador del Islam Y como resultado de esta convergencia, de este intento sintético para que estas dos ideas tengan sentido, hay una posibilidad real que, en vez del choque de la civilización Islámica- si existe tal cosa— y la civilización democrática- si existe tal cosa haya de hecho una compatibilidad cercana.
Ahora, comencé con la guerra porque es el elefante en el cuarto, y no podemos pretender que no vaya a haber guerra, si hablamos sobre estos temas.
Esta guerra tiene tremendos riesgos para el modelo que estoy describiendo porque es muy posible que como consecuencia de la guerra, muchos Musulmanes concluirán que los EE.UU.
no son el tipo de lugar que quisieran emular con respecto a sus formas de gobierno político.
Por otro lado, hay una posibilidad adicional de que muchos Americanos, imbuídos en la fiebre de la guerra, digan, sientan y piensen que el Islam es, de alguna manera, el enemigo – que el Islam debería ser interpretado como el enemigo.
Y si bien, por razones tácticas políticas, el presidente ha estado muy bien, pero muy bien al decir que el Islam no es el enemigo, sin embargo, hay un impulso natural cuando uno entra en la guerra para pensar que el otro lado es el enemigo.
Y uno además tiene el impulso de generalizar, tanto como sea posible, al definir quien es el enemigo.
Así los riesgos son enormes.
Por otro lado, las capacidades para lograr resultados positivos como consecuencia de una guerra no deberían tampoco subestimarse, aún por, y yo diría especialmente por las personas que son profundamente escépticas en realción a si se debería entrar a la guerra en primer lugar.
Aquellos que se oponen a la guerra deberían darse cuenta de que si ésta ocurre, no puede ser la estrategia correcta, ya sea pragmáticamente, o espiritualmente, o moralmente, decir después de la guerra, «Bien, esperemos que se acabe, cuando eventualmente se tenga que acabar, ya que desde el principio estuvimos opuestos a la guerra».
Esa no es la manera como las circunstancias humanas operan.
Uno enfrenta las circunstancias que tienen al frente y va hacia adelante Bien, lo que yo aquí quiero decir es, para las personas que son escépticas sobre la guerra, es especialmente importante reconocer que en la consecuencia de la guerra hay una posibilidad para el gobierno de los EE.UU.
y para los Musulmanes con quienes se interactúa de crear formas reales de gobierno que sean verdaderamente democráticas y también verdaderamente Islámicas.
Y es crucial, y lo es de manera práctica, activa, para las personas que se ocupan de estos temas para asegurarse que dentro de la tecnología de la democracia, en este sistema, ellos ejercen sus preferencias, sus selecciones y sus voces para animar ese resultado.
Ese es un mensaje esperanzador que solo lo es si Uds.
lo comprenden incurriendo en una seria obligación para todos nosotros.
Y yo creo que somos capaces de asumir esa obligación, pero solamente si ponemos nuestro mayor esfuerzo.
Y si lo hacemos, entonces yo no creo que la esperanza no estará desperdiciada.
Gracias.
https://www.ted.com/talks/noah_feldman_politics_and_religion_are_technologies/