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Stephen Ritz: Un profesor que siembra verde en el sur de Bronx – Charla TEDxManhattan

Charla «Stephen Ritz: Un profesor que siembra verde en el sur de Bronx» de TEDxManhattan en español.

Un torbellino de energía e ideas, Stephen Ritz es profesor en el recio barrio del sur de Bronx, en Nueva York, donde él y sus muchachos cultivan jardines exuberantes que ofrecen alimentos, verdor… y trabajo. Trate de mantenerse al día con este tesoro de Nueva York mientras recorre las muchas, muchas maneras que hay de cultivar esperanza en un barrio que muchos han descartado, o en el suyo propio.

  • Autor/a de la charla: Stephen Ritz
  • Fecha de grabación: 2012-02-01
  • Fecha de publicación: 2012-07-31
  • Duración de «Stephen Ritz: Un profesor que siembra verde en el sur de Bronx»: 839 segundos

 

Traducción de «Stephen Ritz: Un profesor que siembra verde en el sur de Bronx» en español.

Buenas tardes.

No soy agricultor.


(Risas)
No lo soy.

Soy padre de familia, residente y profesor.

Y este es mi mundo.

Y a lo largo del camino he empezado a notar que ya voy por la tercera generación de niños que se están volviendo más gordos.

Se están enfermando.

Además de estas complejidades, acabo de enterarme que el 70 % de los niños que veo que han sido clasificados con discapacidades de aprendizaje no lo estarían de haber recibido alimentación prenatal adecuada.

Estas verdades de mi comunidad son simples.

Son así.

Los niños no deberían tener que crecer y ver cosas como esta.

Y a medida que perdemos empleos en mi comunidad, la energía continúa entrando, siendo importada, no es para sorprenderse realmente que algunos consideren al sur de Bronx un desierto.

Soy el estudiante de sexto grado más viejo de la historia.

Todos los días me levanto con gran entusiasmo y espero compartirlo con todos ustedes hoy.

Y en esa disposición, vengo con esta idea de que los niños no deberían tener que irse de sus comunidades para vivir, aprender y ganar más en otra comunidad mejor.

Así es que estoy aquí para contarles una historia personal.

Y de esta pared que encontré afuera y que ahora estoy trayendo adentro.

La historia empieza con tres personas.

El profesor loco -ese soy yo, el de la izquierda.

Me visto bien gracias a mi esposa -te quiero por conseguirme un buen traje- el apasionado presidente de mi barrio y un muchacho llamado George Irwin de la compañía Green Living Technologies quien me ayudó con mi clase y con esta patente de tecnología.

Pero todo comenzó con unas semillas en las aulas.

En mi aula, que es así.

Hoy estoy aquí con la esperanza de que mis logros excedan mi entendimiento.

Realmente se trata de eso.

Todo empieza con niños increíbles como este, que vienen temprano y se quedan hasta tarde.

Todos mis niños son estudiantes de Educación Individual o Inglés, la mayoría de ellos tienen muchas desventajas, no tienen hogares y muchos están en hogares temporarios.

Casi todos mis niños viven por debajo de la línea de pobreza.

Pero desde el primer día, estamos cultivando esas semillas en clase, y así se ve mi aula.

Ya ven qué atentos están estos niños a estas semillas.

Luego uno nota que esas semillas se convierten en granjas a lo largo del Bronx y se ven así.

Pero como dije, no soy agricultor.

Soy profesor.

Y no me gusta el deshierbe, ni el trabajo agotador.

Por eso quería encontrar la forma de alcanzar este tipo de éxito en algo pequeño, en algo así, y traerlo a mi aula para que los niños con discapacidades puedan hacerlo, los niños que no quieren estar afuera puedan hacerlo y todos puedan acceder.

Así es que llamé a George Irwin,

¿qué haces ahora?

El vino a mi aula y construimos una pared comestible de interiores.

Y lo acompañamos con experiencias de auténtico aprendizaje, aprendizaje individual.

Y hete aquí que dimos a luz a la primera pared comestible de la ciudad de Nueva York.

Así que si tienes hambre, párate y come.

Puedes hacerlo ahora mismo.

Mis niños juegan a la vaca todo el tiempo.

¿Sí?

Pero recién estábamos empezando, a los niños les encantó la tecnología, así que llamamos a George y le dijimos: «Tenemos que aprender más».

Alcalde Bloomberg, muchas gracias, pero ya no necesitamos permisos de trabajo, que requieren de licencia y seguro -estamos disponibles para Ud.- Decidimos ir a Boston.

Y mis niños, que provienen del distrito más pobre de Estados Unidos, se convirtieron en los primeros en instalar una pared verde, diseñada por una computadora, con instrumentos de aprendizaje verdaderamente vivos, 21 pisos de altura…

si van a visitarla, se encuentra en la parte alta del edificio John Hancock.

Pero cerca de donde vivimos, comenzamos a instalar estas paredes en los colegios; se ven así, con iluminación como esa, verdadero LED, tecnología del siglo XXI.

Y

¿qué creen?

Hicimos dinero del siglo XXI y eso fue revolucionario.

¡Guau! Esta es mi cosecha, gente.

¿Y qué haces con esta comida?

¡La comes! Y esos son mis legados, mis estudiantes y esa salsa que preparan con tenedores de plástico; entramos a la cafetería, cultivamos cosas y alimentamos a los profesores.

Y esa es la fuerza de trabajo más joven certificada a nivel nacional de los Estados Unidos con nuestro presidente del barrio de Bronx.

¿Y qué hicimos después?

Pues, conocí gente simpática como Uds.

y nos invitaron a los Hamptons.

Por eso lo llamo «del sur de Bronx al sur de Hampton».

Y empezamos a instalarlas en los techos, se ven así, y vinimos de vecindarios indigentes para construir paisajes como éste.

¡Guau! La gente los notó.

Y nos invitaron nuevamente el verano pasado, y de hecho nos mudamos a los Hamptons, pagamos USD 3500 semanales por una casa y aprendimos a hacer surf Y cuando puedes hacer cosas como esta…

estos son mis niños presentando esta tecnología y si puedes construir un techo así en una casa con ese aspecto con sedum que se ve así, este es el nuevo grafiti verde.

Se preguntarán, una pared como esta, además de cambiar el paisaje y las mentes,

¿en qué ayuda a los niños?

Pues bien, les diré en qué les ayuda.

Me permite conocer contratistas increíbles como este, Jim Ellenberger, de Servicios Ellenberger.

Y aqui logramos impacto financiero, ambiental y social porque Jim se dio cuenta de que estos niños, mis futuros agricultores, tenían realmente lo que él necesitaba: la capacidad de construir casas económicas para los neoyorquinos, en sus propios vecindarios.

Y esto es lo que mis niños están haciendo: ganar un salario.

Ahora, si Uds.

son como yo, viven en un edificio junto con otras siete personas desempleadas que buscan manejar un millón de dólares.

Yo no lo tengo.

Pero si necesitan arreglar su inodoro o, ya saben, algunos estantes, tengo que esperar seis meses para conseguir una cita con alguien que maneja un auto mucho mejor que el mío.

Esa es la belleza de esta economía.

Mis niños ahora tienen licencia y trabajan con seguro.

Y ese es mi primer estudiante en abrir una cuenta bancaria, el primero de su familia en tener una.

Este estudiante inmigrante es el primero de su familia en usar un cajero automático.

Y estos son los verdaderos logros financieros, ambientales y sociales, puesto que podemos tomar vecindarios indigentes que fueron abandonados y convertirlos en algo así, con interiores como éste.

¡Guau! La gente lo notó.

Y lo comentaron.

Y entonces nos llamó la CNN y estuvimos encantados de que vinieran a nuestro mercado agrícola.

Y cuando el Centro Rockefeller, la NBC, nos preguntaron:

¿pueden poner esta cosa en las paredes?

Estuvimos encantados.

Pero esto que les muestro, cuando niños del distrito más pobre de Estados Unidos pueden construir una pared de 9 por 4,5 metros, diseñarla, plantarla e instalarla en el corazón de Nueva York, eso es un verdadero «sí se puede».

Realmente escolástico, si me preguntan.

Y esto no es una imagen de Getty.

Esa es una fotografía que tomé del presidente del Bronx dirigiéndose a mis niños en su casa, no en la prisión, reconociéndoles su participación.

Ese es Gustavo Rivera, nuestro senador del estado, y Bob Bieder; vinieron a mi aula para hacer sentir a mis niños importantes.

Y cuando el presidente del Bronx viene y el senador del estado viene a nuestra aula, créanme, Bronx puede cambiar de actitud.

Estamos preparados, listos, deseosos y podemos exportar nuestro talento y diversidad en formas que nunca habíamos imaginado.

Cuando el senador local se sube a una balanza en público y dice que tiene que adelgazar, ¡yo también! Y les digo algo, lo estoy haciendo y mis niños también.

¿De acuerdo?

Algunas celebridades también han empezado.

Frutas y vegetales Pete no puede creer lo que estamos cultivando.

Lorna Sass vino y donó libros.

¿Sí?

Estamos alimentando a personas de edad.

Y cuando nos dimos cuenta de que estábamos cultivando justicia en el sur de Bronx, la comunidad internacional también lo reconoció.

Y mis niños del sur de Bronx ganaron buena reputación en la primera conferencia internacional de techos verdes.

Eso es sencillamente magnífico.

¿Qué sucedió a nivel local?

Pues bien, conocimos a Avis Richards y su campaña educativa Ground Up.

¡Increíble! A través de ella mis niños, los más excluidos y marginados, pudieron crear 100 jardines en escuelas públicas de Nueva York.

Eso es balance financiero, ambiental y social,

¿sí?

Un día como hoy, hace un año, me invitaron a la Academia de Medicina de Nueva York.

Pensé que este concepto de diseñar un Nueva York fuerte y saludable tenía sentido, sobre todo cuando los recursos son gratis.

Así que les agradecí y los amo.

Me presentaron a la Alianza Estratégica para la Salud de Nueva York, nuevamente, recursos gratis, no los desperdicié.

¿Y uno qué sabe?

Seis meses más tarde, mi escuela y mis niños ganaron el primer premio en excelencia, nunca antes entregado, a una escuela secundaria, por crear un entorno escolar saludable.

El aula más verde de la ciudad de Nueva York.

Pero lo más importante es que mis niños aprendieron a recibir y aprendieron a dar.

Con el dinero que ganamos en nuestro mercado agrícola, compramos regalos para los sin techo y para las personas necesitadas del mundo.

Empezamos a retribuir.

Fue entonces cuando me di cuenta de que el movimiento verde de EE.UU.

empieza primero en el bolsillo, luego en el corazón y después en la mente.

Así es que estábamos en el camino correcto y aún lo estamos.

Gracias a la Trinidad, Wall Street lo notó; ellos facilitaron el nacimiento de la Máquina Verde del Bronx.

Ahora mismo tenemos la fuerza de 3000.

¿Y qué permite esto?

Enseña a los niños a reimaginar sus comunidades y entonces si crecen en lugares como este, pueden imaginarlos de esta forma.

Mis niños, entrenados y con certificado…

Ah, conseguiste reducir sus impuestos.

Gracias, alcalde Bloomberg…

se puede trabajar en comunidades que se ven así y convertirlas en algo como eso y eso para mí, gente, es otro momento verdadero de «sí se puede».

Ahora,

¿cómo empezar?

Se empieza en las escuelas.

No más pequeños préstamos, ni pequeñas redes.

Agrúpalos por brócolis, agrúpalos por vegetal favorito, algo a lo que se pueda aspirar.

¿Sí?

Estos son mis futuros agricultores de EE.UU.

Si crecen en la calle 141 de Brook Park, la comunidad más migrante de Estados Unidos.

Donde niños pequeños y tenaces aprenden a cultivar de esta forma, no es de sorprender que se obtengan frutas como esa.

Y, ¡me encanta! Y a ellos también.

Estamos construyendo estructuras tipo tipis en vecindarios que estaban siendo quemados.

Y ese es otro momento verdadero de «sí se puede».

Y, nuevamente, Brook Park alimenta a cientos de personas sin usar estampillas de comida o huella digitales.

El distrito más pobre de Estados Unidos, la mayor comunidad migratoria de EE.UU., sí podemos hacerlo.

El vecindario Bissel Gardens está produciendo comida en proporciones épicas, movilizando a los niños dentro de una economía que ellos nunca imaginaron.

Ahora, mis amigos, en algún lugar del arco iris se encuentra el sur de Bronx de EE.UU.

Y nosotros lo estamos haciendo.

¿Cómo empezó?

Pues, observen la atención que José presta a los detalles.

Gracias a Dios, Omar sabe que las zanahorias vienen de la tierra y no de la sección 9 del supermercado o a través de una ventana a prueba de balas, sobre un trozo de polietileno.

Y si Henry sabe que lo verde es bueno, yo también lo sé.

Cuando expandes sus paladares, expandes su vocabulario.

Y, lo más importante, cuando juntas a niños ya grandes con niños pequeños, sacas al tipo blanco y gordo del medio, y eso es grandioso, y creas este sentido de responsabilidad entre iguales, lo cual es increíble.

Dios, se me acaba el tiempo, tengo que apurarme.

Este es mi cheque semanal para los niños; ese es nuestro grafiti verde.

Esto es lo que estamos haciendo.

Y he aquí la gloria y la abundancia del condado de Bronx.

Nada me conmueve más que ver a los niños polinizando plantas, en lugar de polinizarse unos a otros.

Tengo que admitirlo: soy un padre protector.

pero esos niños son los niños que ahora ponen parches de calabazas encima de los trenes.

También estamos diseñando estanques de carpas koi para los ricos.

También nos estamos convirtiendo en los hijos del maíz; creamos granjas en medio de la calle Fordham para concientizar y ventanas hechas con botellas de la basura.

No espero que todos los niños se conviertan en agricultores, pero sí que Uds.

lean sobre esto, que escriban, que hagan un blog, que ofrezcan un servicio al cliente excepcional.

Espero que ellos se comprometan y, caramba, ¡sí que lo hacen! Esa es mi aula increíble, esa es la comida.

¿Adónde va?

A cero km del plato, directamente a la cafetería.

O, lo que es más importante, va a albergues locales donde la mayoría de nuestros niños comen una o dos veces al día.

Y estamos incrementándolos.

Ningún zapato Air Jordans fue nunca arruinado en mi granja.

Y en su día, jardines de un millón de dólares e instalaciones increíbles.

Déjenme decirles algo.

Este es un momento muy bonito.

Zonas industriales abandonadas, contaminadas, campos de batalla…

En Bronx estamos probando que se puede cultivar en cualquier parte, en cemento.

Y tomamos pedidos de flores.

Estoy avergonzando a los pasteleros.

Tomamos pedidos ahora.

Reservo para la primavera.

Y todo esto creció de semillas.

Estamos aprendiendo de todo.

Como digo, cuando se juntan niños con características tan diversas como estas, para hacer algo tan especial como esto, realmente estamos creando un momento.

Ahora, se preguntarán sobre estos niños.

Tenían asistencia del 40 % al 93 %.

Todos comenzaron atrasados en edad y con créditos insuficientes.

Ahora, mi primer grupo ya está en la universidad y gana un salario.

Los demás se graduarán en junio.

Niños felices, familias felices, colegas felices.

Gente asombrada.

La gloria y abundancia del condado de Bronx.

Hablemos de la menta.

¿Dónde está mi menta?

Cultivo siete clases de menta en mi aula.

¿Alguien desea mojitos?

Más tarde estaré en Telepan.

Comprendan, esta es mi Viagra intelectual.

Damas y caballeros, tengo que apurarme, comprendan esto: el barrio que nos dio pantalones holgados y ritmos musicales curiosos se está convirtiendo en hogar de los orgánicos.

Con 11 000 kilos de vegetales estoy cultivando ciudadanos orgánicos, niños comprometidos.

Así que ayúdennos a pasar de esto a eso.

Entidades autosostenibles, retorno de la inversión en 18 meses.

Además estamos ayudando a pagar el salario y el seguro de salud de personas, a la vez que alimentamos a otros por centavos de dólar.

Martin Luther King dijo que las personas deben ser levantadas con dignidad.

Así es que aquí en Nueva York, yo les insto, compatriotas, a que nos ayuden a hacer un Estados Unidos grandioso otra vez.

Es sencillo.

Compartan su pasión.

Es realmente sencillo.

Vayan a ver estos dos videos, por favor.

Uno de los videos nos llevó a la Casa Blanca, el otro es reciente.

Y, lo más importante, saquen al matón mayor de las escuelas.

Tiene que ocurrir mañana.

Uds.

pueden hacerlo.

Saquen a los niños de las tiendas que se ven así.

Háganles un plato saludable, sobre todo si lo pueden crear de las paredes de sus propias clases…

¡delicioso! Denles un modelo de buen comportamiento.

Consíganles un carrito verde.

A los chicos grandes les gustan las fresas y los plátanos.

Enséñenles a hacer negocio.

Gracias a Dios por crear la ciudad de Nueva York.

Permítanles cocinar.

Tengamos un gran almuerzo hoy día, permítanles preparar comida.

Y lo más importante, simplemente quiéranlos.

Nada funciona mejor que el amor incondicional.

Mi buen amigo René dijo que no es fácil ser verde.

No lo es.

Yo vengo de un lugar donde los niños pueden comprar pitillos de marihuana con 35 sabores diferentes, en cualquier momento del día, donde los congeladores de helados son llenados con licor de malta medio derretido.

¿Comprenden?

Mi querida amiga Majora Carter una vez me dijo: tenemos todo para ganar y nada que perder.

Así es que, ahora que hemos pasado de tener la audacia de tener esperanza, a albergar la esperanza de tener audacia, les insto a hacer algo.

Les insto a hacer algo.

Ahora mismo, todos somos renacuajos, pero les insto a que se conviertan en un gran sapo, que den ese gran salto.

No me importa si Uds.

están en la izquierda, la derecha, arriba del medio, dónde sea.

Únanse a mí.

Úsenla.

Tengo mucha energía.

Ayúdenme a usarla.

Aquí podemos hacer algo.

Y en el transcurso, por favor tómense el tiempo para oler las flores, sobre todo si Uds.

y sus alumnos las cultivaron.

Soy Steve Ritz, esta es la Máquina Verde del Bronx.

Tengo que agradecer a mi esposa y a mis familiares; a mis niños, gracias por venir todos los días, y a mi colegas, que creen en mí y me apoyan.

Estamos abriéndonos camino dentro de una nueva economía.

Gracias.

Dios los bendiga y disfruten el día.

Soy Steve Ritz.

¡Sí se puede!
(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/stephen_ritz_a_teacher_growing_green_in_the_south_bronx/

 

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