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Emily Pilloton: enseñando diseño para el cambio – Charla TEDGlobal 2010

Charla «Emily Pilloton: enseñando diseño para el cambio» de TEDGlobal 2010 en español.

La diseñadora Emily Pilloton se trasladó a las zonas rurales del condado de Bertie, en Carolina del Norte, para participar en un audaz experimento de transformación de la comunidad mediante el diseño. Ella imparte una clase de diseño y construcción llamada Studio H que cautiva a los estudiantes de secundaria, en cuerpo y alma, mientras brinda un diseño inteligente y nuevas oportunidades al condado más pobre del estado.

  • Autor/a de la charla: Emily Pilloton
  • Fecha de grabación: 2010-07-16
  • Fecha de publicación: 2010-11-08
  • Duración de «Emily Pilloton: enseñando diseño para el cambio»: 1003 segundos

 

Traducción de «Emily Pilloton: enseñando diseño para el cambio» en español.

Esta es una historia de un lugar que ahora considero mi hogar.

Es una historia de la educación pública y las comunidades rurales y de lo que el diseño puede hacer para mejorar ambas.

Este es el condado de Bertie, en Carolina del Norte, EE.UU.

Para darles una idea del lugar, esta es Carolina del Norte, y si nos acercamos, el condado de Bertie está al este del estado.

Está a unas 2 horas al este de Raleigh.

Y es muy plano, muy pantanoso.

En su mayoría son tierras cultivadas.

En todo el condado hay sólo 20.000 personas distribuidas de manera muy dispersa.

Así que hay sólo 27 personas por milla cuadrada, lo que equivale a unas 10 personas por kilómetro cuadrado.

El condado de Bertie es un buen ejemplo de la desaparición de los EE.UU.

rurales.

Hemos visto esta historia en todo el país e incluso más allá de las fronteras de EE.UU.

Conocemos los síntomas.

Es el vaciamiento de los pueblos pequeños.

Los centros convertidos en pueblos fantasmas…

la fuga de cerebros, los más instruidos y calificados se van para nunca más volver.

Es la dependencia de los subsidios agrícolas, son las escuelas de bajo rendimiento y hay mayores tasas de pobreza en las zonas rurales que en las urbanas.

El condado de Bertie no es la excepción.

Quizá su flagelo más grande, al igual que el de muchas comunidades similares, es que no hay inversión colectiva, compartida, en el futuro de las comunidades rurales.

Hoy en día, sólo el 6,8% de las donaciones filantrópicas de EE.UU.

beneficia a las comunidades rurales, y, sin embargo, allí vive el 20% de la población.

Así que el condado de Bertie no sólo es muy rural, sino increíblemente pobre.

Es el condado más pobre del estado.

Uno de cada tres de sus hijos vive en la pobreza.

Y es lo que se conoce como un gueto rural.

La economía es principalmente agrícola.

Los mayores cultivos son el algodón y el tabaco, y estamos muy orgullosos de nuestro maní en Bertie.

El mayor empleador es la planta Purdue de procesamiento de pollo.

La sede del condado es Windsor.

Lo que ven ahora es como el Times Square de Windsor.

Alberga sólo 2.000 personas, y como muchos otros pueblitos se ha ido quedando vacío con los años.

Hay más edificios que están vacíos o en mal estado que ocupados y en uso.

Los restaurantes del condado se pueden contar con los dedos de una mano…

Barbacoa Bunn es mi favorito.

Pero en todo el condado no hay cafetería, no hay cibercafé, no hay cine, no hay librería.

No hay ni siquiera un Walmart.

Racialmente, el condado tiene 60% de afro-estadounidenses, pero lo que sucede en las escuelas públicas es que la mayoría de los niños blancos privilegiados van a la academia privada Lawrence.

Los estudiantes de la escuela pública son en un 86% de afro-estadounidenses.

Y esto es un suplemento del periódico local de la clase que se graduó recientemente, y se puede ver que la diferencia es bastante cruda.

Decir que el sistema de educación pública del condado está en la lucha, sería una gran subestimación.

Básicamente no hay maestros calificados.

Y sólo el 8% de las personas del condado tienen un titulo de grado o superior.

Así que no hay un gran legado educativo.

De hecho, hace dos años, sólo el 27% de los alumnos de 3º a 8º grado aprobaban el examen estatal en inglés y matemáticas.

Suena como si estuviera pintando un cuadro muy sombrío de este lugar, pero les prometo que hay buenas noticias.

El activo más grande, en mi opinión, uno de los mayores activos del condado en este momento es este hombre.

Es el Dr.

Chip Zullinger, cariñosamente, Dr.

Z.

En octubre de 2007 lo designaron como nuevo superintendente para arreglar este sistema escolar estropeado.

Antes había sido superintendente en Charleston, Carolina del Sur, y después en Denver, Colorado.

Inauguró algunas de las primeras escuelas autónomas del país a fines de los años 80 en EE.UU.

Y es un renegado y visionario absoluto, y esa es la razón por la que ahora vivo y trabajo allí.

Así, en febrero de 2009, el Dr.

Zullinger nos invitó, al Proyecto H Design, una empresa de diseño sin fines de lucro que fundé, a venir a Bertie y asociarnos con él en la reparación de este distrito escolar y aportar una perspectiva de diseño a la reparación del distrito escolar.

Y nos invitó, en particular, porque nosotros tenemos un proceso de diseño muy específico que da lugar a soluciones de diseño adecuadas en lugares que normalmente no tienen acceso al diseño de servicios o al capital creativo.

Específicamente, usamos estas 6 directivas de diseño y quizá la número 2 sea la más importante: diseñamos «con», no «para» porque, cuando hacemos diseño centrado en lo humano ya no se trata de diseñar para clientes; se trata de diseñar «con» las personas, permitiendo que emerjan soluciones desde el interior.

En el momento que nos invitaron a ir allí teníamos sede en San Francisco.

Así que fuimos de un lado a otro durante el resto de 2009, pasando la mitad del tiempo en el condado de Bertie.

I Cuando hablo en plural, me refiero al Proyecto H, pero más específicamente a mi pareja, Matthew Miller, y a mí.

Matthew es arquitecto y una especie de MacGyver.

Avanzamos rápidamente y hoy vivimos allí.

En esta foto corté estratégicamente la cabeza de Matt porque me mataría si supiera que la estoy usando, debido a su sudadera.

Este es nuestro porche.

Allí vivimos.

Ahora este es nuestro hogar.

Durante este año que pasamos volando de un lado al otro nos dimos cuenta que nos enamoramos del lugar.

Nos enamoramos del lugar y de las personas y del trabajo que podemos hacer en un lugar rural como Bertie; que, como diseñadores y constructores, podemos hacer lo que sea.

Hay espacio para experimentar, para soldar y probar cosas.

Tenemos un defensor impresionante en el Dr.

Zullinger.

Hay una nobleza en el trabajo real, práctico, en ensuciarse las manos.

Pero más allá de las razones personales de querer estar allí hay una gran necesidad.

Hay un vacío total de capital creativo en Bertie.

No hay un solo arquitecto con licencia en todo el condado.

Por eso vemos una oportunidad en llevar el diseño como herramienta intacta, algo que de otro modo Bertie no tendría y ser como esa herramienta…

esa herramienta nueva en su caja de trabajo.

El objetivo inicial era usar el diseño en el sistema educativo público en colaboración con el Dr.

Zullinger; por eso estábamos allí.

Pero más allá de eso nos dimos cuenta que Bertie como comunidad necesitaba imperiosamente una perspectiva fresca de orgullo, de conexión, y de capital creativo, que hacía mucha falta.

Así que el objetivo pasó a ser el diseño en la educación, pero luego descubrir cómo hacer de la educación un gran vehículo para el desarrollo comunitario.

Así que para hacer esto empleamos tres enfoques diferentes en la intersección del diseño y la educación.

Y debo decir que son tres cosas que hemos hecho en Bertie, pero estoy bastante segura de que podría funcionar en muchas otras comunidades rurales de EE.UU.

y tal vez incluso más allá.

El primer enfoque es diseñar para la educación.

Esta es la intersección más directa, obvia, de las dos cosas.

Es la construcción física de mejores espacios, materiales y experiencias para maestros y alumnos.

Esto en respuesta a los remolques móviles horribles, a los libros obsoletos y los materiales terribles con los que construimos las escuelas hoy en día.

Esto jugó en nosotros de maneras diferentes.

Primero fue una serie de renovaciones en los laboratorios de computación.

Tradicionalmente los laboratorios, en particular en una escuela de bajo rendimiento como en Bertie, donde tienen una prueba semana por medio, el laboratorio es una instalación para «adiestrar y matar».

Uno entra, mirando a la pared, toma el examen y se va.

Queríamos cambiar la forma en que los alumnos se acercan a la tecnología para crear un espacio más social y agradable que sea más motivador, más accesible.

Y también para aumentar la capacidad de los maestros de usar estos espacios de enseñanza basada en la tecnología.

Este es el laboratorio de la secundaria.

Y el rector está enamorado de esta sala.

Siempre que tiene visitas es el primer lugar al que los lleva.

Y esto también significó la co-creación con algunos maestros de este sistema de juegos educativos llamado paisaje educativo.

Le permite a los alumnos de primaria aprender materias básicas a través de juegos y actividades, y correr, y gritar y del ser niños.

Este juego que los niños están jugando aquí…

en este caso están aprendiendo multiplicación básica mediante un juego llamado Match Me.

En Match Me, uno tiene una clase, la divide en dos equipos, un equipo de cada lado del patio, la maestra tiene una tiza y escribe un número en cada neumático.

Luego dice en voz alta un problema de matemática, digamos 4 por 4, y un alumno de cada equipo tiene que competir para calcular que 4 por 4 es 16, encontrar el neumático que dice 16 y sentarse en él.

El objetivo es que todos los compañeros se sienten en los neumáticos y entonces gana el equipo de uno.

El impacto del paisaje educativo ha sido bastante sorprendente y asombroso.

Algunas de las clases y maestros han informado notas más altas, se sienten más cómodos con el material.

En especial los niños, que al salir a jugar no tienen miedo de resolver una multiplicación de dos dígitos.

Y también los maestros que pueden usar esto como herramienta para evaluar mejor cómo sus estudiantes están entendiendo el material nuevo.

En el diseño «para» la educación creo que lo más importante es tener una propiedad compartida de las soluciones con los maestros, para que tengan el incentivo y el deseo de usarlas.

Este es el Sr.

Perry, el asistente del superintendente.

Apareció un día al entrenamiento de maestros y ganó como cinco vueltas de Match Me consecutivas y estaba orgulloso de eso.


(Risas)
El segundo enfoque es el rediseño de la educación misma.

Este es el más complejo.

Es un vistazo a nivel sistemas de cómo se administra la educación qué se ofrece y a quién.

En muchos casos no se trata tanto de hacer cambios como sí de crear las condiciones en las que el cambio es posible, y de incentivar el querer hacer el cambio; que en las comunidades rurales es más fácil decirlo que hacerlo, al interior de los sistemas educativos de las comunidades rurales.

Para nosotros esto era una campaña gráfica llamada Conecta a Bertie.

Hay miles de estos puntos azules en todo el condado.

Y esto era para un fondo que el distrito escolar tenía para poner una computadora de escritorio y una conexión de banda ancha en cada hogar que tuviese un niño en el sistema escolar público.

En este momento debo decir, sólo hay un 10% de las casas que tiene conexión a Internet en el hogar.

Y los únicos lugares con wifi son los edificios escolares, o en la esquina de Bojangles Fried Chicken donde a menudo me encuentro afuera en cuclillas.

La gente aparte de, ya saben, entusiasmarse y de preguntarse qué diablos son estos puntos azules que hay en todos lados le pidió al sistema escolar que imagine cómo se podría convertir en catalizador para una comunidad más conectada.

Le pidió que traspasen las paredes de la escuela y que piensen cómo podrían desempeñar un papel en el desarrollo de la comunidad.

A fines del verano estamos instalando el primer lote de computadoras y ayudando al Dr.

Zullinger a desarrollar estrategias para poder conectar el aula y el hogar y extender el aprendizaje más allá del día escolar.

Y el tercer enfoque, el que más me entusiasma, en lo que estamos ahora, es el diseño como educación.

El diseño como educación significa que podríamos enseñar diseño en las escuelas públicas y no aprendizaje basado en diseño…

no decir aprendamos física construyendo cohetes, sino aprendamos diseño a la par de la construcción real y de las capacidades de fabricación en función de un propósito comunitario.

También significa que los diseñadores ya no son consultores, sino maestros a cargo del crecimiento del capital creativo de la próxima generación.

Y lo que ofrece el diseño como marco educativo es un antídoto contra la instrucción aburrida, rígida, verbal, de la que están plagados muchos de estos distritos educativos.

Es práctico, es presencial, requiere una participación activa, y le permite a los niños aplicar las materias básicas de manera real.

Así, empezamos a pensar sobre el legado de la clase de taller y cómo el taller, el de madera y metales en particular, ha sido algo históricamente destinado a los niños que no van a ir a la universidad.

Es un camino de formación vocacional.

Es la clase trabajadora, los obreros.

Los proyectos son del tipo hagamos una pajarera para mamá para Navidad.

Y en las últimas décadas la financiación de clases de taller ha desaparecido por completo.

Qué tal si se pudieran recuperar las clases de taller, pero esta vez orientadas hacia cosas que la comunidad necesite y le infundiéramos a los talleres un proceso de diseño de pensamiento más crítico y creativo.

Así que tomamos esta idea nebulosa y trabajamos muy estrechamente con el Dr.

Zullinger el año pasado para plasmarlo en un plan de estudios de un año que se ofrece en la escuela secundaria a los futuros egresados.

Esto empieza en 4 semanas, a fines del verano.

Mi pareja y yo, Matthew y yo, pasamos por el proceso arduo y muy complicado de obtener la certificación como maestros de secundaria para ejecutarlo.

Y así se ve.

A lo largo de dos semestres, otoño y primavera, los estudiantes pasan tres horas al día todos los días en nuestros 400 m2 de taller.

Y durante ese tiempo, están haciendo de todo desde salir a hacer la investigación etnográfica y relevar la necesidad, volver al estudio, intercambiar ideas y diseñar la visualización, hasta llegar a conceptos que podrían funcionar, y luego pasar al taller y realizar los ensayos, construirlos, prototiparlos, averiguar si va a funcionar y perfeccionarlo.

Y luego, durante el verano, se les ofrece un trabajo.

Se les paga como empleados del Proyecto H para integrarse a nuestro equipo de construcción y construir estos proyectos en la comunidad.

El próximo proyecto que vamos a construir el verano que viene es el mercado agrícola al aire libre en el pueblo luego, paradas de autobuses para el sistema de transporte escolar el 2º año y mejoras en el hogar de ancianos en el 3º año.

Estos son proyectos visibles que con suerte los estudiantes pueden señalar y decir: «Yo construí eso y estoy orgulloso».

Quiero que conozcan a tres de nuestros estudiantes.

Esta es Ryan.

Ella tiene 15 años.

Le encanta la agricultura y quiere ser profesora de secundaria.

Quiere ir a la universidad pero luego volver a Bertie porque de ahí es su familia, este es su hogar, y realmente quiere devolverle a este lugar lo que ha tenido la suerte de recibir.

Lo que Studio H puede ofrecerle es desarrollar habilidades para que pueda devolverlas de la manera más significativa.

Este es Eric.

Juega en el equipo de fútbol.

Participa en carreras de cross, y quiere ser arquitecto.

Para él Studio H le ofrece una manera de desarrollar habilidades que va a necesitar como arquitecto desde los borradores, hasta la construcción en madera y metal, y cómo hacer la investigación para un cliente.

Y este es Anthony.

Tiene 16 años, le encanta cazar, pescar y estar al aire libre y hacer tareas manuales.

Para él Studio H representa el nexo educativo mediante esa motivación práctica.

Le interesa el sector forestal, pero no está seguro, así que si acaba no yendo a la universidad habrá desarrollado habilidades para esa industria.

El diseño y la construcción le ofrecen a la educación pública un tipo de aula diferente.

Este edificio del centro que puede muy bien convertirse en el futuro mercado agrícola ahora es el aula.

Y salir a la comunidad a entrevistar a los vecinos sobre qué tipo de alimentos que compran y a dónde y por qué, esa es una tarea para el hogar.

Y la ceremonia de corte de cinta al final del verano cuando hayan construido el mercado agrícola y esté abierto al público, ese es el examen final.

Y, para la comunidad, lo que ofrece el diseño y la construcción es progreso real, visible.

Es un proyecto por año.

Y hace de los jóvenes el mayor activo y el mayor recurso sin explotar para imaginar un nuevo futuro.

Reconocemos que Studio H, especialmente en su primer año, es una historia pequeña…

13 alumnos, 2 profesores, es un proyecto en un solo lugar.

Pero sentimos que esto podría funcionar en otros lugares.

Creo firmemente en el poder de las pequeñas historias, porque es muy difícil hacer trabajo humanitario a escala mundial.

Porque cuando uno se aleja tanto pierde la capacidad de ver a las personas como humanos.

En definitiva, el diseño en sí es un proceso de educación permanente para las personas con/para las que trabajamos y para nosotros como diseñadores.

Diseñadores, seamos sinceros: tenemos que reinventarnos.

Tenemos que volver a educarnos en torno a las cosas importantes, tenemos que trabajar más fuera de nuestras zona de comodidad y tenemos que ser mejores ciudadanos en nuestro propio patio de atrás.

Así, si bien esta es una historia muy pequeña esperamos que represente un paso en la dirección correcta para el futuro de las comunidades rurales y para el futuro de la educación pública y espero que también para el futuro del diseño.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/emily_pilloton_teaching_design_for_change/

 

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