Saltar al contenido
Deberes escolares » Frases célebres » PIERRE BORDIEU: Citas y frases célebres

PIERRE BORDIEU: Citas y frases célebres

Recopilación de citas y frases célebres de PIERRE BORDIEU

frases célebres de PIERRE BORDIEU

El Neoliberalismo es una poderosa teoría económica cuya estricta fuerza simbólica, combinada con el efecto de la teoría, redobla la fuerza de las realidades económicas que supuestamente expresa. Sostiene la Filosofía espontánea de los administradores de las grandes multinacionales y de los agentes de las grandes finanzas. Seguida en todo el mundo por políticos nacionales e internacionales, funcionarios oficiales y especialmente por el mundillo de los periodistas tradicionales se esta transformando en una creencia universal, en un nuevo evangelio ecuménico. De hecho, esta Filosofía tiene y reconoce como su único objetivo la permanente creación de riqueza y, mas secretamente, su concentración en manos de una minoría privilegiada, y por lo tanto conduce un combate por cualquier medio, incluso la destrucción del medio ambiente y el sacrificio humano, contra cualquier obstáculo a la maximización de las ganancias

PIERRE BORDIEU

La política neoliberal puede ser ahora juzgada por sus resultados, que son claros para todos, a pesar de los esfuerzos para probar por medio de trucos estadísticos y trampas groseras que Estados Unidos y Gran Bretaña han alcanzado el pleno empleo. Por el contrario, hay desempleo masivo. Los trabajos que hay son precarios, la permanente inseguridad resultante afecta a una creciente proporción de la población, aun en las clases medias. Hay una profunda desmoralización ligada al colapso de la solidaridad elemental, especialmente en la familia y todas las consecuencias de este estado de anomia: delincuencia juvenil, crimen, drogas, alcoholismo, la reaparición de movimientos políticos de corte fascista. Hay una destrucción gradual de las adquisiciones sociales u cualquier defensa de estas es denunciada como conservadurismo pasado de moda

PIERRE BORDIEU

La dominación del ‘comienzo’ y de lo ‘comercial’ en el campo literario aumenta día a día, especialmente por medio de la concentración de la industria de publicidad que esta cada vez mas sujeta a las restricciones de la ganancia inmediata

PIERRE BORDIEU

Los intelectuales y todos aquellos preocupados por el bienestar de la humanidad tendrán que restablecer un pensamiento utópico con respaldo científico, tanto en sus metas, que deben ser compatibles con las tendencias objetivas, como en sus medios, que también deben ser científicamente examinados. Necesitan trabajar colectivamente en estudios que puedan impulsar proyectos y acciones adecuados a los procesos objetivos que se intenta transformar

PIERRE BORDIEU

En la televisión a merced de las construcciones salvajes de la demagogia (espontánea o calculada), son capaces de suscitar un interés inmenso halagando los impulsos y las pasiones más elementales (…)e incluso conseguir formas de movilización (…)apasionadamente agresivas y cercanas al linchamiento simbólico (…).

PIERRE BORDIEU

A medida que los campos de la actividad humana se diferenciaban, un orden propiamente intelectual, dominado por un tipo particular de legitimidad, se definía por oposición al poder económico, al poder político y al poder religioso, es decir, a todas las instancias que podían pretender legislar en materia de cultura en nombre del poder o de una autoridad que no fuera, propiamente intelectual.

PIERRE BORDIEU (1966)

La universidad pretende el monopolio de la transmisión de las obras consagradas del pasado, que consagra como ‘clásicas’, y el monopolio de la legitimación de la consagración -entre otras cosas con el diploma- de los consumidores culturales más conformes

PIERRE BORDIEU (1966)

Son principios sustraídos al examen y categorías de pensamiento inconscientes, las que fundamentan nuestra aprehensión común del mundo y que tratan siempre de insinuarse en la visión científica

PIERRE BORDIEU (1966)

En una sociedad en que la transmisión cultural está monopolizada por una escuela, las afinidades subterráneas que unen las obras de cultura ilustrada – y al mismo tiempo, las conductas y los pensamientos- tienen su principio en la institución escolar, investida de la función de transmitir conscientemente -y así, por una parte, inconscientemente- el inconsciente o, con más exactitud, de producir individuos dotados de este sistema de esquemas inconscientes -o profundamente sumergidos- que constituye su cultura

PIERRE BORDIEU (1966)

La transmisión escolar desempeña siempre una función de legitimación, aunque sólo sea por la consagración que otorga a las obras que constituye como dignas de ser admiradas al transmitirlas, contribuyendo así a definir la jerarquía de los bienes culturales, válida en una sociedad dada, en un momento dado

PIERRE BORDIEU (1966)

El silencio sobre las condiciones sociales de la apropiación de la cultura o más precisamente, de la adquisición de la competencia artística como dominio del conjunto de los medios de apropiación específico de la obra de arte es un silencio interesado, ya que permite legimitar un privilegio social transformándolo en don de la naturaleza

PIERRE BORDIEU (1966)

(…) La sacralización dela cultura y del arte, esa ‘moneda del absoluto’ que adora una sociedad sometida al absoluto de la moneda, desempeña una función vital, contribuyendo a la consagración del orden social: bárbaros desde dentro de su propia barbarie es necesario y basta que logren disimularse y disimular las condiciones sociales que hacen posible, no solamente la cultura como segunda naturaleza, en la que la sociedad reconoce la excelencia humana o el ‘buen gusto’ como ‘realización’ en un habitus de la estética de las clases dominantes, sino también la dominación legitimada -o si se quiere, la legitimidad- de una definición particular de la cultura. Y, para que el círculo ideológico se cierre perfectamente, basta que esos hombres de cultura encuentren en una represetación esencialista de la bipartición de su sociedad en bárbaros y civilizados, la justificación de su derecho a disponer de las condiciones que producen la posesión de la cultura y la desposesión cultural, estado de ‘naturaleza’ destinado a aparecer como fundado en la naturaleza de los hombres que están condenados a ella

PIERRE BORDIEU (1966)

Todo, en esos templos cívicos en donde la sociedad burguesa desposita lo más sagrado que posee, es decir, las reliquias heredadas de un pasado que no es el suyo, en esos lugares sagrados del arte, donde algunos elegidos acuden a alimentar una fe de virtuosos mientras que conformistas y falsos devotos van a cumplimentar un ritual de clase, palacios antiguos o grandes mansiones históricas a los que el siglo XIX ha agregado edificios imponentes, construidos a menudo en el estilo grecoromano de los santuarios cívicos, todo contribuye a indicar que el mundo del arte se opone al mundo de la vida cotidiana, como lo sgrado a lo profano

PIERRE BORDIEU (1966)

El arte por el arte, o sea el arte por el artista, hecho sin otra materia más que el arte mismo y destinado sólo a la comunidad artística, es un arte para nada, un arte sobre nada

PIERRE BORDIEU (1966)

¿Qué otra cosa es en efecto el principio de la escritura reducida a puro ejercicio de estilo, si no la voluntad encarnizada de proscribir del discurso todas las marcas sociales, comenando por las ‘ideas adquiridas’, lugares comunes donde todo un grupo se encuentra para afirmar la propia unidad reafirmando los propios valores y creencias, y donde, inevitablemente, quien los profesa, pone al descubierto la propia posición social y la propia identificación satisfactoria con ella?

PIERRE BORDIEU (1966)

El ‘arte puro’ es el resultado inevitable del esfuerzo por vaciar el discurso de todo lo social ‘no pensado’, es decir, vaciarlo tanto de los automatismos del lenguaje, como de las significaciones cosificadas que tienen en el lenguaje su vehículo

PIERRE BORDIEU (1966)

(…)Cualquier pretender a hablar negándose a decir algo, significa dedicarse a hablar para no decir nada, a hablar para decir la nada, a hablar por hablar, en resumen, al culto de la pura forma

PIERRE BORDIEU (1966)

La vocación es simplemente la transfiguración ideológica de la relación objetiva que se establece entre una categoría de agentes y un estado de la demanda objetiva o si se quiere, del mercado del trabajo

PIERRE BORDIEU (1966)

El principio unificador y generador de todas las prácticas y en particular de las orientaciones habitualmente descritas como ‘elecciones’ de la ‘vocación’ o directamente como efectos de la ‘toma de conciencia’, no es otros que el habitus, sistema de disposiciones inconcientes producido por la interiorización de estructuras objetivas. Como lugar geométrico de los determinismo objetivos y de las esperanzas subjetivas, el habitus tiene a producir prácticas – y en consecuencia carreras- objetivamente adherentes a las estructuras ideológicas

PIERRE BORDIEU (1966)

En la televisión, a merced de las construcciones salvajes de la demagogia (espontánea o calculada), son capaces de suscitar un interés inmenso halagando los impulsos y las pasiones mas elementales (…) e incluso conseguir formas de movilización apasionadamente agresivas y cercanas al linchamiento simbólico.

PIERRE BOURDIEU

Ser consciente de los mecanismos que hacen que la vida sea dolorosa, casi invivible, no significa neutralizarlos; sacar a la luz las contradicciones no significa resolverlas

PIERRE BOURDIEU (1993)

Contemplar la miseria humana con ecuanimidad mientras se aplacan los remordimientos con el ritual invocatorio del credo NHA (No Hay Alternativa) es ser cómplice. Los que, voluntaria o involuntariamente, comparten ese encubrimiento o, peor aún, la negación de la naturaleza -hecha por humanos, no inevitable, contingente y alterable- del orden social, y especialmente de la clase de orden que es responsable de la infelicidad, son culpables de inmoralidad (…) por negarse a ayudar a una persona en peligro

PIERRE BOURDIEU (1993)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *